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Villalobos pide ante Rajoy libertad de voto en la reforma de la ley de aborto

Ya lo dejó claro Mariano Rajoy en su última rueda de prensa de 2013 en palacio de La Moncloa. Su discurso para 2014 y su principal preocupación es la economía y vender lo que ya han bautizado en el Gobierno como el “año de la recuperación”. Este miércoles, a puerta cerrada ante el Comité Ejecutivo Nacional de su partido, el presidente del PP y del Gobierno insistió ante los suyos en que su discurso va a estar centrado en el ámbito económico. Una intervención que gran parte de su auditorio interpretó como una invitación a hacer lo mismo.

Esta advertencia llega en un momento delicado para los conservadores en plena polémica por la reforma de la ley del aborto presentada por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón. Ni la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, que inauguró con su discurso el Comité Ejecutivo Nacional, ni Mariano Rajoy se refirieron al tema.

Cospedal se centró en marcar la agenda para los próximos meses precisando que la Convención Nacional del PP se celebrará los días 31 de enero y 1 y 2 de febrero en Valladolid. Y Rajoy, además de instar a los suyos a hablar de economía y a hacer hincapié en que la “recuperación” no es casual, recalcó que no tiene en mente abrir ningún proceso de reforma de la Constitución. Y que su postura sobre Cataluña no ha variado. De hecho, consideró “ridícula” la estrategia europea de la Generalitat.

Quien sí sacó el tema del aborto fue el presidente de Extremadura, José Antonio Monago, uno de los tres barones regionales del PP que más claramente se ha opuesto a la reforma de Ruiz-Gallardón. Monago, que un día antes se había enfrentado con el valenciano Carlos Fabra a cuenta de este texto, demandó a Rajoy que este tema se aborde con consenso.

Pese a los intentos de Rajoy por acallar este tema, Monago no fue el único dirigente del PP en pronunciarse sobre la reforma de la ley del aborto. El presidente de La Rioja, Pedro Sanz, reclamó a sus compañeros de partido que no entren en discusiones sobre esta materia, una clara advertencia a la bronca dialéctica protagonizada sólo un día antes por los presidentes extremeño y valenciano.

Conocida su postura en contra una reforma de la ley del aborto antes de que el Consejo de Ministros diese luz verde al texto de Ruiz-Gallardón, la vicepresidenta del Congreso, Celia Villalobos, tomó la palabra para decir a sus compañeros que no está sola en su rechazo y que representa “a muchos que no están de acuerdo” con la reforma presentada. En este sentido, reclamó libertad de voto para el momento en el que la reforma llegue al Congreso de los Diputados.

La petición de Villalobos dista de la postura de la dirección del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso. Sus dirigentes han subrayado en los últimos días que no cabe romper la disciplina de voto puesto que se trata de una reforma que iba en el programa electoral con el que todos concurrieron a las elecciones generales de noviembre de 2011.

Otro de los barones regionales que se han opuesto abiertamente a este anteproyecto de ley ha sido el gallego Alberto Núñez Feijóo. Muy en la línea del extremeño José Antonio Monago, demandó “diálogo” al presidente del Gobierno. Diálogo, dijo, para que no se trate de un texto “impuesto”.

Además, subrayó su preocupación por el hecho de que esta reunión estuviese siendo monopolizada por el tema del aborto.

Lo que ha quedado claro, a raíz de todas las intervenciones de los dirigentes del PP es que la intención de Rajoy de centrar el discurso en la economía ha caído en saco roto.

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