CRISIS DE LA PRENSA

La editora de ‘El Mundo’ dice que “no es la primera vez” que advierte a Pedro J. por sus ataques

Unidad Editorial asegura que “no es la primera vez” que ha enviado un requerimiento a Pedro J. por sus ataques

El fundador de El Mundo, Pedro J. Ramírez, desveló en su hasta ahora última carta dominical que Unidad Editorial le ha pedido 100.000 euros en concepto de penalización por haber criticado en Twitter los términos en que un editorial del periódico hablaba de su despido como una mera “cesión de testigo”. Lo que no dijo es que no era la primera vez que recibía un requerimiento de su todavía empresa. En esas cartas se le advierte de que algunas de sus manifestaciones públicas en las redes sociales o en televisión incumplen los “pactos de buena voluntad” que firmaron ambas partes tras su destitución.

Al menos así lo revelan fuentes de la propia Unidad Editorial, que aclaran que la cifra, 100.000 euros, es la “cantidad estipulada” en esos mismos acuerdos 100.000 eurospara casos como los que se están sucediendo en los últimos meses. De hecho, Pedro J. Ramírez, añaden las fuentes, también mandó a través de su abogado, Javier Gómez de Liaño, una cartatambién mandó a través de su abogado a su todavía empresa donde avisaba de que la negativa del director, Casimiro García-Abadillo, a publicar en el periódico una reseña sobre la presentación de su último libro en Chiclana el pasado verano contravenía igualmente tanto la “literalidad como el espíritu del compromiso de buena fe” firmado en enero.

No obstante, y pese al enconamiento de las acusaciones entre García-Abadillo y Pedro J., las fuentes de Unidad Editorial niegan que vayan a denunciar esos pactos. Su intención es quitar hierro a las sucesivas manifestaciones públicas de ambas partes y no dar ningún paso hacia los tribunales. “Hasta ahora, la cuestión se mantiene entre abogados”, apuntan. Aunque, al tiempo, admiten que la dirección ha cometido “errores” en su respuesta a los ataques de Pedro J. Ramírez. Eso sí, precisan que la frase del editorial de este lunes sobre el exdirector y lo difícil que es "saber cuándo dice la verdad", se refiere exclusivamente a un contexto muy concreto: el de su valoración de la capacidad profesional de García-Abadillo.

En cualquier caso, el cúmulo de agravios se ha disparado en los últimos días e incluso horas. La entrevista al director en las páginas de El Mundo, donde éste comparaba a Pedro J. Ramírez con un pez que se ahogaba fuera del agua. La carta dominical del fundador, con ataques directos a la profesionalidad e independencia de García-Abadillo. El editorial del lunes, que acusa al fundador de “pretender dirigir el diario desde otro despacho”. Y, finalmente –de momento–, la respuesta casi inmediata de Pedro J. desde su cuenta de Facebook, acusando a su ex número dos de “haber desenfundado primero” y de “mentir”.

Las fuentes de Unidad Editorial añaden otro motivo de irritación: los retuiteos que Pedro J. Ramírez hace desde su cuenta personal de los comentarios que los lectores le remiten sobre el conflicto. “Son una provocación”, resaltan. A su juicio, muchos de ellos son incendiarios y sirven para alimentar el enfrentamiento porque “son casi como si los hiciera él mismo”. La tesis que sostiene la empresa desde que empezaron los problemas con el exdirector es que éste pretende “construir un caso” para justificar su salida definitiva de la empresa sin renunciar a la indemnización completa que recibiría a cambio de no montar ningún otro periódico en un plazo de dos años.

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“Dos papas”

Para Pedro J. Ramírez, la negativa a publicar la presentación de su libro en Chiclana, el expediente disciplinario abierto a los excorresponsales en EEUU, su hija María y su yerno, Eduardo Suárez, y los problemas protocolarios surgidos en la cena del 25 aniversario en el Hotel Palace forman parte de un intento premeditado por parte de García-Abadillo de “destruir los lazos contractuales y sobre todo emocionales” que le unen con El Mundo. También el cambio de color del bolillo de la cabecera ha molestado al fundador, aunque no tanto como la nueva cercanía, destacó en su carta dominical, entre el periódico que fundó y Soraya Sáenz de Santamaría o María Dolores de Cospedal. Las fuentes de Unidad Editorial lo niegan todo. Es más, resaltan las dificultades de lidiar una situación como la actual, con “dos papas”, por la ausencia de precedentes.

Al desconcierto en que está sumida la redacción, en pleno festejo de su 25 aniversario y a la paralización de las negociaciones con Vocento para una fusión que se adivinaba muy complicada, la empresa contrapone otras noticias. Según esas fuentes, las acciones de los propietarios italianos, RCS, subieron este lunes en la Bolsa de Milán un 7% “gracias a sus inversiones en España”, en un contexto de caída de los valores relacionados con medios de comunicación. En el primer semestre Unidad Editorial sumaba unas pérdidas de 16 millones de euros.

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