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Bely Basarte: “El poder de la música es capaz de cambiarlo todo”

Lucía Díaz

El mundo digital ha alterado los mecanismos de funcionamiento de la mayor parte de las industrias culturales. Por ejemplo, en el caso de la música, es posible encontrar historias como la de una madrileña de 28 años, Bely Basarte, que ha conseguido convertirse en una reconocida artista partiendo de únicamente de su propio impulso. En este caso, Youtube ha sido la ventana de éxito hacia el estrellato. Todo empezó en 2009 cuando comenzó a colgar en la plataforma sus primeros vídeos que enseguida empezaron a ser vistos por millones de jóvenes. Diez años más tarde, su peculiar personalidad y su trabajo constante le han reportado más de 100 millones de visitas a sus vídeos y cuenta con más de un millón de seguidores en las redes sociales.

Bely Basarte ha conseguido su sueño de poder hoy en día vivir de su principal pasión en la vida, la música. Nietzsche decía que “sin música, la vida sería un error”. Ella lo tiene claro: “La música es necesaria. Creo que no podría vivir sin ella y creo que es así para todo el mundo”. Su experiencia no ha sido muy convencional. Ni lo fue cuando decidió probar la fórmula cantando con su guitarra en su habitación de su casa y decidió compartirla por Youtube.

Posiblemente, una de las claves de su éxito fue la de buscar caminos alternativos para mostrar su talento. Probó de todo un poco. Empezó haciendo versiones de artistas conocidos y, a la vez, subiendo a la red también canciones propias. Una de sus fórmulas de mayor éxito fue la de sus hoy famosos vídeos en los que respondía a las preguntas de sus seguidores cantando. Son piezas cargadas de frescura y originalidad que reflejan su capacidad creativa y su compromiso con el trabajo que ya demostraba en 2012 cuando subía regularmente un vídeo semanal cada viernes.

Uno de sus principios, según confiesa, es ese, la constancia y el trabajo diario: “Practica mucho, trabaja mucho y fórmate hasta estar al 100% segura y satisfecha de lo que estás haciendo”. Pero no siempre fue así. Curiosamente, cuando decidió abrir su canal, lo hizo anónimamente por miedo a ser juzgada: “Si me hubieran creado un complejo cuando estaba empezando, habría sido una catástrofe”. Tras estos años de experiencia, se permite incluso lanzar un consejo para todos aquellos que se encuentran en una situación parecida a la de sus inicios: “Lo que digan los demás al final es palabrería y tarde temprano se olvida. Tus sueños y tu satisfacción personal es algo que hay que trabajar sin importar lo que opinen otros”. Ese fue el primer paso y desde entonces la evolución de su carrera ha sido estratosférica.

Tras su presentación oficial en la mítica sala madrileña MobyDick en 2016, llega su primer vídeo viral en la red. Los imposibles son para romperlos y eso consiguió junto a David Rees cuando decidieron publicar lo que se conoce en la jerga musical como un mashup. Se trata de crear una canción a partir de la mezcla de pedazos de otras canciones. Ellos crearon uno de los más famosos de la red.

El reto consistió en resumir en cinco minutos la banda sonora de todo un año de grandes éxitos con diferentes estilos, distintas voces y en dos idiomas. Lograron hacerlo con “55 canciones en 5 minutos: grandes éxitos del año”. Sólo unas horas después de publicarlo, ya se había viralizado con millones de visitas. Todavía hoy lo recuerda con todo detalle: “Me metí esa noche en la cama y vi que habíamos llegado al millón de reproducciones, cuando realmente lo acabábamos de postear. Escribí a David y le dije: ‘Despierta que aquí está pasando algo’. Lo primero que pensé fue ¿qué será lo siguiente que haga para estar al nivel o intentar acercarme a ello?”.

Su carrera no había hecho más que empezar. Poco tiempo después cumplía un sueño increíble: Fue elegida por Disney para poner la voz en castellano a las canciones de Bella, en la película La bella y la bestia. La versión original la había hecho ni más ni menos que Emma Watson. Pese a toda la presión que podía suponer semejante reto, asegura que se sintió muy cómoda con el papel. En realidad, ambas comparten algunas virtudes: mujeres independientes, con valores, luchadoras natas y a las que no les importa mucho lo que opinen los demás.

Publicó su primer álbum “Desde mi otro cuarto” de la mano de Universal Music en 2018 convirtiéndose en líder de ventas desde su lanzamiento. Inició su primera gira que le ha llevado a actuar en las salas más importantes de toda España y gran cantidad de festivales. Ni siquiera estos últimos dos meses de parón obligado han frenado su carrera. En marzo, llegaba el adelanto de su segundo disco, mucho más eléctrico, pero con la misma esencia: “Hay letras para todo el mundo, para todas las vivencias. Creo que tiene un sonido que no hemos escuchado todavía en nuestro panorama nacional y me parece que va a aportar bastante tanto a la industria y a quien lo escuche”.

Respecto a su futuro y el de la industria musical en tiempos tan convulsos, explica que nadie sabe cómo va a evolucionar, pero Bely tiene alguna idea clara: “Creo que se empezará a desarrollar un software para que se puedan hacer conciertos online de calidad. No creo que vayan a sustituir a la música en directo, porque la música en vivo tiene una energía que es imposible transmitir de otra manera. Cada uno desde casa está intentando aportar lo mejor de sí, y por supuesto da miedo, me da vértigo, pero los planes que teníamos no se han cancelado, sino que simplemente se han aplazado”.

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Para ella, la diferencia que puede suponer un día de confinamiento con o sin música es abismal. Explica que los comentarios de los seguidores le resultan verdaderamente emotivos, sinceros y de lo más motivador: “me estén apoyando y nos vamos retroalimentando, porque a ellos les llena escucharme, me lo cuentan y me llena a mí, por lo que me apetece hacer más música”.

Bely Basarte tiene claras sus prioridades: “Yo hago música porque me sale hacerla, aunque nadie la escuchara yo seguiría haciendo música”. Confiesa a infoLibre que ni su música ni ella estarían donde están si no fuese por sus seguidores y los comentarios que recibe cada día: “Lo han apoyado, comentado, compartido y lo que veo es que tengo una comunidad súper sana. Ahora que estoy haciendo muchos directos, llego a conocerlos un poquito más. Veo cómo hay tan buen rollo, cómo se hacen amigos entre ellos, cómo vivimos experiencias juntos y cómo la música nos ha unido. Es maravilloso.” ¿Hasta cuándo vamos a poder disfrutar de Bely Basarte?: “Espero poder hacer música para siempre, o al menos hasta que deje de hacerme feliz. Y, si ese momento llega, no sé a qué me dedicaría, pero seguro que sería algo artístico”.

Con respecto a los tiempos que estamos viviendo, asegura que desde que empezó la cuarentena ha comenzado a cocinar, un universo que le gusta, pero no traerá al mundo a una nueva Arguiñana. También le dedica tiempo a la lectura. Tus zonas erróneas, de Wayne W. Dyer, es el último título que tiene entre manos. Antes de despedirse, no ha dudado en dejarnos un mensaje de ánimo y defiende que sigamos actuando con responsabilidad y sin dejarnos llevar por la emoción para no echar por tierra todo el avance que ya llevamos: “A ver cómo se va estabilizando todo, vayamos con paciencia y aunque haya momentos un poco más difíciles, que no suframos tanto va a depender de nuestra cabeza. Trabajemos en salir de ésta lo mejor que podamos”.

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