Europa falla en su intento de limitar el precio del gas a menos de un mes para el invierno
Europa trata desde septiembre de encontrar una solución para limitar el encarecimiento de gas en la región, pero los 27 gobiernos continúan sin ponerse de acuerdo pese a que las temperaturas mínimas ya bajan de los cero grados en muchos puntos del continente. Los ministros de Energía de la UE se reunieron este jueves para discutir un tope al precio del gas, pero la propuesta que había sobre la mesa fue rechazada duramente por la mayoría de países, que volverán a reunirse el día 13 de diciembre para retomar las conversaciones.
El texto de la propuesta, redactado por la Comisión Europea, ya nació muerto este martes porque planteaba un mecanismo que era más bien "una broma de mal gusto", como lo calificó la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. El órgano ejecutivo propuso topar el precio del gas en casos extremos: solo si supera los 275 euros por megavatio hora durante dos semanas seguidas.
Como señaló la titular española y otros 14 ministros europeos, cuando el gas se disparó en verano solo superó esa cota durante cinco días, por lo que incluso en el peor momento de este año no se habría activado. "Creo que el diseño de la Comisión se presentó para no ser aplicado, con franqueza", dijo Ribera este jueves desde Bruselas.
Los ministros de la UE dieron el mandato a la Comisión de preparar una norma para contener la factura energética en la región de cara al invierno mediante un mecanismo que limite el precio máximo del gas natural TTF, el que cotiza en Holanda y que sirve de referencia para Europa. Al topar el coste de la materia prima no solo se logra abaratar la calefacción de gas, también el precio de la electricidad que se genera a partir de esta materia prima.
Pero si el baremo que se aprueba se sitúa en los 275 euros, el efecto de la medida sería prácticamente nulo. A ese precio, la electricidad costaría casi 600 euros por megavatio hora y los hogares sufrirían facturas de cientos de euros al mes antes de que el mecanismo propuesto por la Comisión entrase en funcionamiento.
Otro efecto paradójico de este elevado tope es que animaría a quienes exportan gas a la UE a encarecer su producto, a sabiendas de que los europeos están dispuestos a pagar hasta 275 euros por el gas. Mientras que en este momento lo venden a unos 130 euros.
Para evitar esta situación, un bloque de 15 países, entre ellos España, sugirió este jueves en la cumbre sustituir la propuesta de la Comisión por un límite dinámico basado en el precio del gas en los mercados de otras regiones del planeta y del mercado de futuros. Es decir, hacer establecer un precio medio con una cesta de diferentes valores para que no haya picos bruscos de subidas y bajadas en el coste del gas. A esta cifra se sumaría un valor fijo –un premium– para que Europa sea un comprador más interesante que el resto de regiones y el continente se asegure que los barcos metaneros continúan viniendo a nuestras costas.
"El debate ha demostrado que aunque hay distintas tesis, es posible encontrar una solución de amplio respaldo", afirmó la comisaria europea de Energía, Kadri Simson, tras la reunión en Bruselas. Aunque encargada de organizar las negociaciones de los ministros de la Unión, dejó claro que en este momento hay un importante disenso.
Fuera del grupo de los 15 países se encuentran principalmente Alemania y Holanda, que tampoco están de acuerdo con la propuesta de la Comisión. Pero en su caso porque quieren evitar que el tope espante a los vendedores de gas y se lleven esta materia prima a otros mercados como el asiático.
Víctimas colaterales del desacuerdo
Los ministros de los 27 países también debían votar este jueves un paquete de medidas de solidaridad con la crisis energética que presentó la Comisión en octubre, pero los titulares de Energía han frenado su aprobación en protesta por las trabas que pone este organismo al establecimiento de un tope del gas.
El paquete está compuesto de las llamadas compras conjuntas de gas, una fórmula para que el boque europeo adquiera el año que viene el 15% de esta materia prima conjuntamente para conseguir mejores precios, y de una propuesta para retocar el mercado diario del gas para evitar la volatilidad de precios. Además, se votaba una medida promovida por Alemania para acelerar la instalación de renovables en Europa por vía de urgencia para que el papeleo no ralentice su construcción.
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Josef Zíkela, ministro de Industria y Comercio de la República Checa, el país que preside en rotación del Consejo de la UE, afirmó convencido este jueves que todos estos asuntos llegarán a puerto en la próxima cita de diciembre: "No espero falta de consenso el día 13 porque hay demasiado en juego". Por su parte, Ribera no ha concretado si dará luz verde al resto de medidas si no hay acuerdo para topar el gas en la futura reunión.
Aunque las reservas de gas en Europa están a rebosar, la llegada del frío intenso esta semana ya se deja notar en los mercados de la luz y el gas. El coste de la electricidad en buena parte de Europa prácticamente se ha duplicado frente a hace siete días, aunque en España es todavía más barata que en el resto del continente por la actuación del mecanismo ibérico.
El tope del que funciona en España y Portugal desde junio es diferente del que se pretende aplicar en Europa, ya que el de la península es un sistema que desvincula el precio del gas del coste de la electricidad. Mientras que el que se negocia ahora entre los 27 es directamente una rebaja del precio de la materia prima. Por ello, los dos mecanismos podrían funcionar a la vez en España, como afirmó Ribera este jueves, lo que ayudaría aún más a abaratar las facturas de los hogares si se logra un acuerdo.