Sonsoles 2 - Ana Rosa 0: la reina de las tardes gana en audiencias y se lleva el Planeta

La lucha televisiva de las tardes en las casas españolas es este otoño cosa de dos. Sonsoles Ónega y Ana Rosa. Esta última anda un tanto desconcertada porque eso es lo que pasa cuando llega alguien nuevo que te mueve la silla mientras crees que solo estás girando la bombilla que de repente deja de lucir. A los datos de audiencia se suma ahora otro girito inesperado de los acontecimientos cuando en la noche de este domingo resulta que la primera se convierte en la escritora más popular (sin negro -escritor pagado para escribir en tu nombre- mediante) de un país como el nuestro, que perdona lo justo y no olvida nunca. Y mucho menos cuando se trata de buscar la república, aunque sea, al menos, si acaso, televisiva. Como poco. Hay fumata de nueva reina catódica, si acaso eso existiera. 

Porque resulta que bajo el seudónimo de Gabriela Monte la dama que se esconde es Sonsoles Ónega (Madrid, 1977), con una novela que a la prensa se le dijo que se llamaba Otoño sin ti y que luego resultó ser Las hijas de la criada. Mentirijillas de ratón trilero en torno a un premio que mueve la en absoluto inestimable cifra de un millón de euros para la ganadora, que va directa, claro, al primer puesto de ventas. No en vano, este sábado el presidente de Planeta, José Creuheras, recordaba que entre la ganadora y la finalista del pasado año, Luz Gabás y Cristina Campos, han despachado 600.000 ejemplares. Quien tenga la capacidad de invertir, como tiene Planeta, está ante un caso de amortización ciertamente ejemplarizante y que da muchas cosas que pensar.

Como finalista, con un premio de consolación de 200.000 euros que ya quisiera aquel, queda Alfonso Goiztueta, presentado bajo seudónimo de Luis Parterrío, con una novela supuestamente titulada El rey del este, que luego ha resultado ser La sangre del padre. Un juego de mira al dedo que igual así no ves la luna que ha tenido locos a los periodistas por las calles de Barcelona, porque en este mundo cínico quizás deba quedar siempre ese espacio al juego infantil de trilero. Al final del día, contemplando la plaza de Espanya desde el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC), desde la colina opuesta donde Loquillo puso a los pies su ciudad, el domingo pliega mientras se escucha a lo lejos la caja registradora del clin clin. Estruendoso clon.

Las hijas de la criada se puso literalmente el Planeta por montera entre 1.129 novelas presentadas, 461 más que el pasado año (846), que a su vez tuvo otra participación entonces de récord respecto a las 654 de 2021. Tal es la progresión de un galardón que por tercer año consecutivo está dotado con un millón de euros (200.000 para el segundo) y que es, por tanto, más cuantioso que el Nobel de Literatura, que se queda en el entorno de los 950.000 euros. El Jurado del premio lo integran José Manuel Blecua, Fernando Delgado, Juan Eslava Galán, Pere Gimferrer, Carmen Posadas, Rosa Regás y Belén López. 

Un Premio Planeta con (otro) récord de participación, abundante novela negra y más personajes femeninos

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Bajo una bóveda definitivamente cóncava y un eco imponente a la altura de las circunstancias, el salseo de mesa en mesa era el de siempre. Tal o cual novela, esta o aquella. Semejante tropelía. Bueno, de todo un poco, como en botica, entre votación y votación con los focos girando alucinados contra el techo, las charlas discurriendo, la prensa elucubrando y cada cual con su favorito. El ronroneo en cada ronda tiene su cosa. La emoción se mantiene a toda a costa.

"Solo haremos un mundo mejor si somos libros. Que los que no leen, lean, porque no hay ciudadano mejor armado frente a los abusos que un ciudadano leído", ha dicho desde el atril de ganadora, emocionada, para acto seguido añadir: "Se lo dedcico a las escritoras con hijos y los hijos con escritoras".

Tan lejos se van los pensamientos. Hasta la costa última de la península ibérica. Porque Vida y secretos de una familia gallega. Esta es la historia de una familia de empresarios gallegos, los Valdés, que recorre los dos primeros tercios del siglo XX y lugares como la exótica Cuba y la siempre misteriosa Galicia. Las mujeres de la familia, también como siempre, luchadoras y emprendedoras. Esta noche, esas mujeres, como tantas otras, han detenido el Planeta y se ha podido escuchar el crack.