ELECCIONES ANDALUCÍA

El deterioro de los servicios públicos y el auge de Vox zarandean la hegemonía de Juanma Moreno

Sesión de control al Gobierno en el Parlamento de Andalucía en Sevilla

El sur marca ahora mismo el norte. Las elecciones andaluzas serán el plato fuerte electoral del año que viene. La comunidad más poblada de España es una de las plazas estratégicas del Partido Popular con un Juanma Moreno como uno de los grandes barones conservadores, pero su dominio absoluto del Hospital de las Cinco Llagas (la sede del Parlamento de Andalucía) se ve ahora en entredicho por el auge de Vox y por el desgaste de los servicios públicos, principal bandera de los partidos de la izquierda.

La batalla andaluza, que se librará como muy tarde el próximo mes de junio, se vive ya estos días a nivel nacional. Alberto Núñez Feijóo estuvo este viernes en Málaga en un acto junto a Moreno, en tanto que Pedro Sánchez arranca este domingo en la misma provincia el curso político del PSOE en un mitin junto a María Jesús Montero. “El presidente se va a volcar”, señalan fuentes del Palacio de La Moncloa.

El último barómetro del Centra (el CIS andaluz) puso sobre la mesa en julio (justo tras el estallido del caso Cerdán) una mayoría absoluta del Partido Popular, que doblaría en votos al PSOE. Pero entre los diferentes partidos sostienen que hay movimientos tectónicos ahora mismo en la política andaluza que no reflejan esa proyección. De hecho, ha impactado la encuesta de 40dB publicada el pasado lunes por El País y la Cadena Ser, que sitúa a Vox como primera fuerza en Andalucía en unas generales, con un 21% de votos, por delante del PSOE (20%) y el PP (17%).

La cara y la cruz del PP

Moreno, además, se ha visto envuelto en polémicas que han erosionado su imagen de yerno perfecto. Por un lado, durante el terremoto de los currículums de los políticos volvió a emerger su invención de un título en la época en que estuvo en el Congreso de los Diputados. Y ha estado también en el foco por otro motivo: su ausencia en verano durante el incendio de Tarifa, reapareciendo en público días después en una corrida de toros en Málaga y en el festival Cooltural de Almería.

Cargos del PP andaluz reconocen que hay algunos factores que inquietan internamente. Uno de ellos es la sanidad: el que el propio Moreno ha admitido que el problema no se ha logrado solucionar. Y, al mismo tiempo, ven cómo la ultraderecha está avanzando, especialmente entre los jóvenes. En el otro lado de la moneda ponen que la gestión económica es valorada por los ciudadanos y señalan que María Jesús Montero es fácilmente atacable con temas como la financiación singular de Cataluña y los pactos con socios como EH Bildu y ERC, algo que puede hacerle daño en la comunidad. "Montero aquí también es la consejera de la época de los ERE", indica un dirigente popular.

El factor Montero

En la sala de máquinas del PSOE andaluz, en cambio, hacen este análisis: “El Partido Popular afronta las elecciones con su ciclo de gobierno acabado. Moreno Bonilla llegó a San Telmo con el único discurso de quitar al Gobierno después de 40 años de socialismo y, a partir de ahí, ha sido incapaz de mostrar un proyecto para Andalucía. Por tanto, está agotado porque la idea de sacarnos se le acabó en el primer mandato. Ha destrozado los servicios públicos en Andalucía, no solamente la sanidad, sino la educación, la justicia, las emergencias y la dependencia. En todos los servicios públicos encontramos un desencanto absoluto de los profesionales que están en ellos”.

Los socialistas andaluces creen que tienen margen de recuperación respecto a las anteriores elecciones bajo el liderazgo de María Jesús Montero, que, no obstante, tiene previsto quedarse como vicepresidenta primera del Gobierno hasta que se convoquen las elecciones. Además, perciben que el contexto ha cambiado en una comunidad donde hubo mucho voto prestado en las anteriores elecciones, cuando antiguos apoyos socialistas se pasaron a Moreno para evitar que Macarena Olona (Vox) llegara a la Junta. Como señala un dirigente del PSOE andaluz: “Muchos de los nuestros pueden volver porque están sufriendo en primera persona las listas de espera o la privatización masiva de la educación”.

El PSOE mira también atentamente a su espacio a la izquierda y espera, como señalan en el núcleo duro de San Vicente (la sede del partido en Sevilla), que haya un acuerdo a última hora como pasó con Sumar en las generales del 23J. Por el momento, la izquierda del sur no ha conseguido un pacto para una plancha electoral de unidad.

La fragmentación de las izquierdas

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Izquierda Unida y Podemos no han firmado ningún acuerdo. IU, la fuerza más potente bajo el paraguas de Por Andalucía, celebra primarias ya este mes de septiembre. Y la coalición, con los partidos que la integren, hará lo mismo en octubre. Fuentes de Izquierda Unida señalan que no van a esperar a Podemos para configurar ese espacio, aunque confían en que se terminen sumando los morados. Esta última formación todavía no ha resuelto la incógnita y existen diferentes sensibilidades en la dirección del sur y en Madrid.

El día 20 de este mes, el espacio de Por Andalucía organizará un acto en Sevilla para ir lanzando también propuestas programáticas que vayan calando entre los electores. Fuentes de IU indican que la sanidad será una de sus principales banderas por el mal estado que se encuentra, pero trasladan que también el frente de la vivienda se ha convertido en un problema transversal para Moreno: “No son manifestaciones de cuatro rojos”.

No irá en esa lista Adelante Andalucía, el partido fundado por Teresa Rodríguez y que tiene como número uno para la papeleta a José Ignacio García, uno de los diputados más activos del Parlamento. Fuentes de la formación explican que concurrirán solos por una cuestión “política de fondo”: “Somos un partido andaluz de obediencia andaluza”. Su opción pasa por ser “la impugnación desde la izquierda” y creen fallidas fórmulas como las de Sumar, ya que, en su opinión, acaban subsumidas en gobiernos con el PSOE. Defienden que son una opción que se está construyendo con un horizonte en el largo plazo y que mantendrán sus dos diputados. Con una obsesión: dar la batalla a Vox entre el electorado joven.

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