Las cuchufletas de Mañueco

Ángel Lozano Heras

Algunos dirían que más que chuflas son fanfarronadas. Y es que el charro Fernández Mañueco ha pillado a todos con el pie cambiado (PSOE, Cs, Podemos y hasta Vox) y ha convocado anticipadamente elecciones autonómicas en Castilla y León para el 13 febrero del 22.

¿Traiciones mutuas entre dos socios (PP y Cs) que mantenían un matrimonio de conveniencia o supervivencia? Pero no, Cs se ha llevado un trompazo por confiar en la hipocresía de Mañueco y en su sonrisa de moderación postiza. Al exvicepresidente Igea, por su parte, le está bien empleado por haberse echado a los brazos de Mañueco, cuando le decían todos sus amigos que no lo hiciera, que no se fiase de un personaje presuntamente corrupto y que no pactara con un PP que olía y huele a podrido. Pero la avaricia del poder político y de sueldos pudo con Cs y con su líder castellanoleonés Paco Igea.

Hubo divorcio político –que ya se veía venir desde el principi­o– entre P. Igea y Mañueco. El presidente en funciones había repetido mil veces que no convocaría anticipadamente los comicios pero al final descolocó a todos los partidos.

Ha prometido –como siempre– cosas que no cumplirá en esta legislatura. Por ejemplo, ya ha anulado la comisión de investigación sobre las miles de muertes de ancianos por la pandemia en residencias.

Y todos pensamos que se quiere escaquear de los juicios que tienen pendientes próximamente él y el PP en Castilla y León. Casos como La Perla Negra: la construcción con sobrecostes de un polígono industrial y su edificio principal que se juzga en marzo.

Presunta financiación irregular del PP de Salamanca durante las primarias que dieron la victoria interna a Fernández Mañueco.

La trama de las eólicas, mordidas a cambio de autorizar construcción de parques eólicos.

Igea: “Mañueco sintió ansiedad por los juicios que le llegarán de corrupción y las primarias, por eso apretó el botón nuclear de las elecciones”.

El PP puede que se quede a las puertas de ganar las elecciones, otra vez, y le harían falta socios, sean Vox, Por Ávila, UPLeonés, o SoriaYa, etc. El caso es que en Vox están muy tranquilos, confiando en sacar más réditos y porcentajes electorales, pero esperan ser necesarios al PP de Mañueco para gobernar o, por qué no, entrar en el Gobierno de la Junta. Todas las encuestas dan a la formación ultra suficientes apoyos como para obtener grupo parlamentario propio, e incluso, podría llegar a la decena de parlamentarios.

Precisamente el dirigente voxero Ortega Smith le recomendó una semana antes que se “deje de esconder y convoque de una vez elecciones”. Ojo al dato, que Smith está pidiendo a gritos pactar con el PP, sin Mañueco o con él. “Vox será determinante, dijo, en el próximo Gobierno de Castilla y León.

El PSOE puede patinar porque, a pesar de los ardientes deseos de Tudanca, el voto socialista puede no ser ni decisivo ni suficiente.

Esta izquierda castellanoleonesa siempre llega tarde y desunida. A mes y medio de los comicios, Podemos-Equo, IU y las otras izquierdas, pues como siempre, no tienen alternativa aún ni equipo ni candidatos. Son un poco –o mucho– ilusos al decir que alcanzarán dos o tres parlamentarios, y llamar a la unión de la izquierda castellanoleonesa. No se acuerdan ya que –hace tres o cuatro años– P. Fernández y su tropa de aquí, con la anuencia de P. Iglesias y P. Echenique, destrozaron la agrupación de Izquierda con los socialistas rebotados, errejonistas, anticapi y demás familia. Las trifulcas, los egos machistas de algunos de sus lideres, y la escabechina política de los Vistalegre I, II y III, y el pacto de los botellines entre P. Iglesias y A. Garzón también dejaron un hueco enorme en el votante de izquierda y/o progresista.

Las medidas controvertidas por el todavía presidente Mañueco, en la gestión pandémica, también han hecho mella en la ciudadanía. Prácticamente una tercera parte de ellos critican las últimas medidas sanitarias de la Junta.

Por nuestra tierra se sospecha que Mañueco tenga alguna información privilegiada de que –antes era el día 29 diciembre, luego se ha aplazado hasta febrero– el Juzgado nº 2 de Salamanca pueda desestimar, en la prueba testifical sobre las primarias, las denuncias contra el supuesto pucherazo de él y otros dirigentes peperos.

O sea, que de lo que está seguro Mañueco es de que no va a haber ninguna resolución hasta después de las elecciones.

De otra manera no se entiende la idiotez de Mañueco convocando elecciones con el apabullante aumento de Covid y con ese lío de juicios que le quedan.

El caso es que Mañueco practica una metapolítica friki. Y su problema es que no tiene certeza alguna de que los ciudadanos castellanoleoneses vayan a creer que esa decisión suya, tan atolondrada, de adelantar los comicios, implique una mejora de su situación socioeconómica y sanitaria. Numerosos colectivos de Castilla y León están más que desengañados de esa forma de gobernar de Mañueco. Y harán todo lo posible para que el PP no acaricie a la extrema derecha de Vox.

Ángel Lozano Heras es socio de infoLibre

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