Elecciones generales anticipadas: una segunda vuelta llena de soberbia y falacias
Hace no llega a un mes se celebraron las elecciones Autonómicas y Municipales en nuestro país y, por desgracia, como se toma todo por parte de la derecha, estas se convirtieron en un plebiscito estatal, en vez de una votación y discusión sobre lo que se había hecho de bueno en las distintas comunidades y municipios. Se quiso, de manera premeditada y con alevosía y creo que interesada y con falta de respeto a la ciudadanía, enfrentar y crear más crispación, pues se transformó en Sanchismo o España. Y el resultado fue un vuelco a la derecha más retrógrada, que ganó, y este resultado provocó rápidamente lo que en realidad para la derecha era la primera parte para derrocar todo lo conseguido: que se convocaran elecciones generales. Y la izquierda, sobre todo esa izquierda que no se define ni se aclara, esa izquierda que cuando hay que tomar decisiones, en vez de unirse cada vez ponemos más comas y más egolatrimos, cayó en la trampa y se va a realizar una segunda vuelta, esta vez: ELECCIONES GENERALES. Y cómo no, volverá a primar el eslogan que tan bien le ha ido a la derecha: SANCHISMO O ESPAÑA. Y esto no es así.
Ni Sánchez es de toda la izquierda, ni España es solo de la derecha. Toda la ciudadanía que vive en este país es España, y el presidente del Gobierno en estos momentos es Sánchez, pero es el presidente de un gobierno, una persona, las decisiones, acertadas o no acertadas , las toma todo el Gobierno y no solo él. Pero está claro que para la derecha retrógrada, para sus acólitos informadores, endemoniar a una persona les ha servido para ganar esta primera parte. Y por eso si se quiere ganar, perdón, si no se quiere retroceder en derechos y libertades, las propuestas falaces y la falta de respeto que la derecha está teniendo, no puede gobernar. Y no puede gobernar porque pretende volver a engañar, pretende volver a hablar de ETA, pretende volver a enfrentar a comunidades y con ellos a la ciudadanía. Y es porque hablar de ETA, hablar de que Cataluña y el País Vasco quieren romper España, les da, como se ha visto, votos. Una ciudadanía que, con todo mis respetos, ha endemoniado a Sánchez, y no se ha parado a pensar, antes de ejercer su voto, que el gobierno formado por el PSOE y Unidas Podemos ha realizado una gran labor y ha propuesto y aprobado leyes que han mejorado derechos y libertades. Cosa que a la derecha no le interesa, pues quiere volver a lo anterior, de ahí que su candidato hable todos los días de derogar.
¿Vamos a permitir que se deroguen leyes sobre la libertad de decidir cómo morir, sobre la recuperación de miles de muertos que todavía están en las cunetas, vilmente asesinados por el genocidio de la dictadura, que la igualdad de género sea un asunto de segunda, que no se dé la importancia que merece a los crímenes machistas, que el medio ambiente sea un asunto de tercera o no se hable de ello, que la educación no sea para todos sino para los que más tienen y la educación pública, la sanidad pública sea discriminada y le den menos recursos? ¿Realmente la ciudadanía quiere eso? ¿Es lo que votó en la primera vuelta? ¿O lo que realmente votó fue caer en la falacia del Sanchismo o España? Cierto es que la izquierda ha cometido errores, que algunas de sus leyes deberían haber sido más concretas, pero ¿qué decimos de la reforma laboral que no para de crear empleo? ¿Qué decimos de medidas que han mejorado la igualdad, la paz social, el bienestar social? ¿Vamos a permitir que todo vuelva a lo anterior y que el camino logrado vuelva atrás solo por hacer caso al eslogan Sanchismo o España?
No nos dejemos manipular. Es cierto que la soberbia de Sánchez anticipando las elecciones, para así intentar aglutinar el voto de la izquierda y mantenerse en el poder, no hace nada bien a la ciudadanía, ni a la democracia, que no quiere el bipartidismo, donde las élites económicas se encuentran tan cómodas. Y más cuando el PSOE defiende la socialdemocracia liberal y el PP, bueno, defendía, una socialdemocracia conservadora. Algunos barones caducos del PSOE deberían estar militando en la derecha conservadora, pues el PP ya no es la derecha conservadora, sino la derecha retrógrada, falaz y creadora de odios y cargada de un falso patriotismo. Su patria son ellos, los demás no formamos parte de la ciudadanía de España para ellos. Cierto es que la izquierda del PSOE, la que no es socialdemocracia, la que ha ayudado y planteado mejoras sociales, que ha cometido errores, pero que sobre todo ha pensado en el progreso y bienestar de la ciudadanía, no lo tiene mucho mejor, puesto que el egolatrismo de algunos dirigentes de Podemos, que no son capaces de hacer autocrítica, que se han alejado completamente de los postulados que les hicieron nacer (como fueron los del 15-M). Y no son capaces de retirarse a tiempo y dejar que otras ilusiones, que otros proyectos más ilusionantes prosperen y puedan facilitar otro gobierno de coalición que haga que el PSOE, en su socialdemocracia, tenga un cariz más de izquierda y menos liberal con postulados económicos conservadores.
El que se abstiene otorga y este no es el momento, hay que decidir, según nuestras opiniones y razonando todo, no con el odio, la crispación y el enfrentamiento, sino buscando el progreso, la concordia y el bienestar
Por desgracia observamos, viendo a Feijóo, que la campaña, esta segunda parte, va a ser igual: enfrentamiento, odio, crispación, y añadido con "derogación", y por desgracia si la izquierda se desmovilizó, el resultado será el mismo que en la primera vuelta, con el peligro que tal vez la derecha retrógrada se convierta en una derecha más agresiva y vengadora, puesto que no aceptó nunca, y ese fue el principio, perder la moción de censura, perder las elecciones a continuación y utilizando las falacias quiere volver a gobernar para, faltando al respeto a la ciudadanía, por utilizar y manipular con falacias su voto, cambiar la democracia y recortar derechos y libertades. Tenemos una segunda oportunidad y la ciudadanía debemos reflexionar y decidir si queremos mejorar, mantener derechos, o volver a lo anterior, y respeto lo que se decidió en las elecciones municipales y autonómicas, pero pienso que allí el voto vino condicionado, porque no se habló de lo que se había hecho, sino que se priorizó el enfrentamiento y sobre todo SÁNCHEZ O ESPAÑA, y eso no es cierto.
Es más, hay saber que el PP, con sus mentiras, va a continuar crispando y que es él y solo él el que miente y falsea y saca noticias falaces y utiliza la democracia y las instituciones para su servicio, ¿o no lo es utilizar la justicia no renovando los cargos judiciales ? ¿O no es mentir divulgar noticias falsas que cuando se demuestra que lo son ni piden perdón? Ya está bien, la ciudadanía merece un respeto; la democracia, y nuestro voto debe ser LIBRE, y no condicionado por las falacias, la egolatría y la soberbia. Y sobre todo el bipartidismo no es la solución, la solución es que la ciudadanía vote con racionalidad y convencida de lo que hace, no porque se le intente manipular y engañar. Después, que el voto decida y al revés de lo que la derecha hizo, yo como votante de izquierda respetaré, aunque no lo comprenda, el resultado, sea cual sea. Eso es democracia, lo demás es falsedad.
Y en eso algunos dirigentes ególatras, soberbios y falaces lo saben utilizar muy bien, con la ayuda sobre todo de periodistas que basan sus argumentaciones en falsedades, manipulaciones y que desinforman en vez de dar una información veraz, clara e imparcial. Hay segunda parte y en nuestro voto LIBRE está la decisión. No nos equivoquemos, lo que hagamos será por cuatro años, y ante todo no nos quedemos en casa. El que se abstiene otorga y este no es el momento, hay que decidir, según nuestras opiniones y razonando todo, no con el odio, la crispación y el enfrentamiento, sino buscando el progreso, la concordia y el bienestar de toda la ciudadanía.
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Ximo Estal Lizondo es socio de infolibre.