En España la ultraderecha retrocede y otras enseñanzas del 23J

Julián Lobete Pastor

Al contrario que en el resto de Europa, en España la ultraderecha retrocede de acuerdo a los resultados de las elecciones del pasado 23 de julio de 2023, y retrocede mucho.

Es una lección para Europa y también para los partidos europeos que siguen la misma estrategia de acercamiento, colaboración y gobiernos compartidos con la ultraderecha, seguida por el Partido Popular español. El resultado en España es que el PP no podrá gobernar con Vox como había decidido en el caso de que fuera necesario. No podrá gobernar sólo, otro objetivo fallido, y tampoco podrá gobernar con Vox. No da buenos resultados aliarse con la extrema derecha.

Las elecciones recientes demuestran que Vox desconoce el país en el que vive. No se ha dado cuenta de que la mayoría social española, incluidas muchas personas que votan al PP, ha aprobado y asimilado conquistas como el matrimonio igualitario, el derecho al aborto y a la eutanasia; que reconoce que la violencia de género y el machismo son todavía lacras a superar; que los toros no son la máxima expresión de la cultura española y que no se pueden prohibir manifestaciones culturales aunque no nos gusten.

No quieren admitir que el cambio climático es una realidad y que las medidas que proponen frente a los problemas de la agricultura y ganadería serán la ruina de estas actividades

No conocen el país plural en el que vivimos porque la única solución que tienen para los problemas territoriales es el garrotazo. Su descalabro es tan grande que hasta en una comunidad autónoma donde gobiernan con el PP, Castilla y León, una comunidad de fuerte raigambre conservadora, han perdido 4 de los 5 diputados que tenían en las Cortes Generales.

Esperemos que estas elecciones sean el principio del fin de la influencia de la ultraderecha en España.

La realidad se ha impuesto frente a un marco ficticio, lo que viene a demostrar que pese a su experiencia en crear marcos, la derecha también se equivoca en este aspecto. Han mentido y engañado tanto que al final se han autoengañado

Los marcos autoengañosos

La lección que debería aprender el PP, aunque no sé hasta qué punto lo harán, es que si quieren gobernar algún día en España, libres de toda colaboración con la ultraderecha, deberán convertirse en lo que nunca han sido, pero sí proclamado, es decir en un partido de centro derecha y liberarse del franquismo sociológico, nunca combatido y sí alentado al menos últimamente.

Pedir la colaboración o la abstención de un partido socialdemócrata, que sigue conservando una similar fuerza en votos a la del PP, desde una partido de derecha, no es viable. Las coaliciones a la alemana son imposibles en España si el PP no cambia.

El PP ha creído dominar el marco de estas elecciones pero no ha sido así. Creer y hacer creer a todo el país, que el triunfo total de la derecha era irreversible, no ha funcionado dados los resultados obtenidos. La realidad se ha impuesto frente a un marco ficticio, lo que viene a demostrar que pese a su experiencia en crear marcos, la derecha también se equivoca en este aspecto. Han mentido y engañado tanto que al final se han autoengañado. Han intentado crear un monstruo, Sanchez, incentivando a los españoles a interesarse por el monstruo, y muchos de ellos han decidido que no sólo no era un monstruo sino que merecía su confianza.

La izquierda tiene mucho que aprender en crear marcos pero ojalá que nunca sean engañosos o ficticios porque éstos no son marcos sino mala propaganda. El trumpismo también tiene un límite.

Los instrumentos demoscópicos y mediáticos de la derecha han contribuido al autoengaño. Tanto adular al que paga para acabar mintiéndole, pero es un problema que deben resolver entre ellos. Como en tantas otras actividades las empresas demoscópicas también deberían pagarse por resultados. A menos aciertos menos honorarios.

Reflexión en la izquierda del PSOE

Sumar no ha tenido los resultados que sus dirigentes esperaban pero sí los suficientes para poder formar una nueva coalición con el PSOE. Conviene reflexionar sobre los datos obtenidos por esta fuerza política.

Cualquier comparación con los resultados de Sumar en 2023 con los de Podemos en 2019, no tiene mucho sentido; además son muy similares: 105.548 votos a favor de Podemos en 2019.

Ni la realidad de 2019 es la misma, ni la situación de Podemos en 2023 es la misma que en 2019. En mayo de 2023, en las elecciones autonómicas, Podemos dejó de tener representación en las Asambleas de Madrid y la Comunidad Valenciana. Dos derrotas que tuvieron consecuencias terribles para la izquierda; la de Madrid posibilitó la mayoría absoluta de Ayuso y la valenciana la desaparición del gobierno progresista en aquella comunidad. No se han oído reflexiones ni autocríticas por aquellos resultados.

En la Comunidad de Madrid, al igual que en la Valenciana los resultados de Sumar no superan la suma de los resultados autonómicos de sus componentes. Así en la Comunidad de Madrid, Sumar ha obtenido 531.958 votos cifra inferior a la suma de los obtenidos por Podemos y Más Madrid en la autonómicas, un total de 774.008 votos. Parte importante de esos votos se han ido al PSOE que en la Comunidad madrileña ha conseguido 963.305 votos, lo que es una diferencia importante de 431.347 votos más para el Psoe que para el partido de Yolanda Diaz.

En mi modesto entender, se impone la prudencia, la cautela y la reflexión en el partido Sumar, al que toda la izquierda quiere ver superando ampliamente al partido de la ultraderecha.

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Julián Lobete Pastor es socio de infoLibre.

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