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¡Están locos estos españoles!

Jesús María Frades Payo

Eso exclamaría asombrado el ingenuote Obélix, valga la cómica ucronía, tras conocer que Iberdrola acaba de enviar una carta a sus clientes franceses (con medio millón aproximadamente es allí la segunda compañía) proponiéndole a los diez mil cuyos contratos acaban este octubre que abandonen la empresa y que se acojan a la tarifa regulada porque, de lo contrario, a partir de octubre verán duplicarse o triplicarse sus facturas. En Francia, diversas razones justifican la diferencia de tarifas, pero algo hará el que EDF sea nacionalizada, por cierto, promesa electoral de Macron, nada sospechoso de izquierdista. ¡Qué desfase de trato con el que recibe la clientela de nuestro país! Aquí es “IberTrola”.

No ha mucho tiempo, Ignacio Sánchez Galán soltó que "solamente los tontos que siguen con la tarifa regulada marcada por el Gobierno pagan ese precio [el del mayorista]”, ayudado de aspavientos con los brazos y cabeceando mientras ostentaba una sonrisa con la que se parecía al Chiquilicuatre, haciendo al final la gesticulación innecesaria del símbolo del paréntesis porque a la par anunciaba de viva voz que lo cerraba. Es ingeniero y no tonto, lo cual no es incompatible, luego sabía que la polémica estaría servida. Pero es fácil que pensase que ese “tontos” de su actuación logorreica no tenía que tomarse al pie de la letra, pues es verdad que su uso no ha de considerarse casi nunca ofensivo, aunque en estos tiempos de tantos tontos eufemismos por remilgos, los timoratos gastan más papel de fumar para cogérselas que los porreros y los fumadores más asfixiados por el impuesto especial a la picadura que por el tabaco. Bueno hubiera sido haber dicho “parecen tontos” o algo así, y mejor cortocircuitar su desatinado monólogo o, cuanto menos, rumiar un poco y dejarlo en soliloquio.

A Galán, como presidente y consejero delegado, le va tan bien como a la empresa, y su sueldo es acorde a lo que se decida, él entre los decisores, que los clientes en eso no tienen vela aunque hubiese impago

Todo el mundo, particulares y autoridades, como a los que el rey manda guardar la ley, al ver que se le cruzaron los cables porque eso no era corriente, sintieron una subida de tensión, por lo que empezaron a saltar chispas. Como muestra de la lista, una de las ministras más cauta, Calviño, lo criticó por la falta de empatía, la ligereza y el tono, y Díaz, más combativa, calificó de vergüenza lo manifestado y le pidió que no se mofase de los necesitados y que rectificase. Poco tardó Galán en ello y enseguida tuiteó “sinceras disculpas en el caso de que alguien se hubiera sentido ofendido por unas frases expresadas de manera coloquial y que no trataban de zaherir a nadie”. Se le volvió a criticar por esto incidiendo en que sí ofendió y que trató de zafarse, pero ya dije lo que va con ese “tontos”, y que además no es, ni mucho menos, donde más gravedad radica en el mensaje. Y tardó también un día su compañía en reorientar la campaña propagandística del precio estable repitiendo idénticas letanías, pero con más estilo por los limpios labios de los publicistas, comparando sus contratos libres con los de tarifa regulada con palabras tales como estabilidad y seguridad junto a ahorro frente a incertidumbre, y vaivenes diarios y a la hora insoportables. Ahí sembró la semilla de la campaña, ese y no otro era el verdadero motivo del comentario, el paréntesis de publicidad gratuita que el presidente de la eléctrica insertaba. Pero ¡ay!, le saltó el magnetotérmico por pasarse de corriente y lo que sembró fue cizaña.

En infoLibre, sin ir más lejos, Javier Martínez nos documentó con rigor acerca de la falsedad de la afirmación de Galán. Ni son tantos los que gozan ya de estar a su diestra ni tantas las ovejas descarriadas que quiere llevar a su redil. Tampoco les regala tanto a los que se cambian, y la bajada de impuestos afecta a todos, no lo olvidemos. Ignora a los millones que tienen la condición de vulnerables porque en su paraíso (fiscal, según lo pinta) no los acoge. Va de verde, y luce una corbata corporativa de tal color, pero llega a tal extremo que se ve obsceno, haciendo un paralelismo con el humor. A ese tocante, la propaganda como apóstol de las renovables no casa mucho con el escandaloso (la ministra Ribera dixit) vaciado de algunos embalses que hizo para girar las turbinas con el agua ya escasa y generar electricidad cobrándola como si hubiese utilizado Moët & Chandon, algo también corriente, pero en sus consejos de Administración. Entonces no importaba que España fuese el único país de Europa con tarifa regulada que cambia cada hora, según él se lamenta. También lo hizo de la “excepción ibérica”, siendo el único que desfila bien mientras que todos los países de la UE que la aprobaron lo hacen mal. La nuclear de Garoña la cerró 7 años antes por no gastar en mejora de condiciones, y desde 2011 era la pionera en beneficios caídos del cielo por estar amortizada. Va a hacer casi un año que dijo que el principal beneficiario de los altos precios era Hacienda por el dióxido de carbono y se quejó de cargas injustificadas sobre tecnologías no emisoras, pero no de sus ganancias. En octubre, con vehemencia, asustó avisando de “intervencionismo terrorífico” y amenazó con parar las inversiones para la descarbonización, mientras que sorprendía diciendo que la subida del gas era coyuntural y no se debía al dióxido de carbono. Diría que “habló por las coyunturas” según la locución.

A Galán, como presidente y consejero delegado, le va tan bien como a la empresa, y su sueldo es acorde a lo que se decida, él entre los decisores, que los clientes en eso no tienen vela aunque hubiese impago. Hace unos días El Confidencial publicó que los 14 del Consejo de Administración ganan más que el Presidente del Gobierno. Hay presidentes autonómicos que también cobran más; incluso los secretarios de Estado también disfrutan de mejores sueldos. Pero es que la cifra resulta escalofriante pues es superior a lo que gana Pedro Sánchez al año pero ganada al día: más de 89.000 € ¡por día! Sabemos que los accionistas lo aprueban pero también que no se muerde la mano del que te da de comer. El día 21 Javier Guzmán publicó en Infolibre un buen artículo en el que contaba las discrepancias de los accionistas, de las que señaló que el 24,3% de los de Iberdrola no vota Sí al informe de las retribuciones de los directivos del 2021. Esta “rebelión” es de destacar por significativa, pero no está de más recordar que no es una cooperativa donde cada socio es un voto, sino que cada acción, no cada accionista, es la que manda.

Y él y la empresa solo entienden las leyes de Ohm, Kirchhoff, Ampère, etc. pero verán que son inexorables las que se aprueben para que paguen los impuestos que, en justicia, deben devolver a la sociedad. No somos tontos. Tenemos luces.

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Jesús María Frades Payo es socio de infoLibre

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