Librepensadores
El nacionalismo español
Poco o nada se ha puesto en un texto como objeto de estudio el nacionalismo español. Quizá porque nunca se consideró que existía como tal o porque no se consintió nunca que se hablara del mismo. Muchos autores han visto prohibido hacer películas sobre el tema o también programas de humor en tv, sobre sus excesos, como se ha hecho con el vasquismo o el catalanismo exagerado en sus propias comunidades, por lo que es uno de los grandes tabús de nuestra democracia. Y todo ello porque el franquismo copó durante muchos años todas las instituciones, incluidos todos los medios de comunicación de este país, para que no se hablara de una realidad que es necesario explicar porque quizá ese nacionalismo es el culpable de que la situación de España no tenga salida a los muchos problemas derivados en una clase de sociedad que vive aún con demasiadas hipotecas de una Guerra Civil que nunca debió ocurrir pero que todavía, por desgracia, convivimos con ella o con sus daños que nunca se olvidan. Y es que demasiados año de posguerra, nada menos que 35 con Franco en el poder, habrían sobrado para poder hacer un país más actual, y ahora no desbordar un tiempo nuevo en donde hay que actualizar el país, queramos o no, aunque existen demasiadas personas que no lo admiten y prefieren vivir en la sombra de aquel nacionalismo caduco y cutre que no consiente, además, que exista otra forma de entender el país, que no es provincial como se refleja en Madrid cada día más con ese madrileñismo inventado hace bien poco, sino un conjunto de distintas maneras de componer una nación, como todas las del mundo. Porque solo en las dictaduras como aquella se comprendería un nacionalismo de pensamiento único y como en verdad ocurrió hasta el año 75 del siglo pasado. Aquí hoy y ahora hay muchas personas que siguen pensando en esa manera de componer una nación, algo imposible para entender por cualquier ser humano de inteligencia media.
Para esta forma de pensar, los nacionalistas españoles radicales, casi todos integrados en la derecha de PP/VOX , han hecho necesario y han vivido y viven de tener siempre enemigos. Siempre, desde el franquismo de posguerra se vivió de ellos, apoyándose en todos los que querían “romper España” que es un texto repetido continuamente de manera obsesiva por todos ellos en cualquier momento para demostrarnos a todos que ellos son los auténticos españoles y que tienen que defendernos de esos enemigos. Para ello, se desentienden de muchos catalanes y vascos, algunos gallegos también, que conciben una España plural y que, es cierto que en algunos casos se quieren ir de España. Pero que tampoco incluyen en esa España que ellos idealizan a gente de izquierdas, a homosexuales, etc., porque la lista es enorme si hacemos caso de aquel militar que quería liquidar a 26 millones de españoles. Pero el problema es que ahora esa manera de pensamiento se ha renovado, después de la mal llamada transición, seguimos igual o similar...
He visto en esta época gente que manifestaba su odio el oír a un catalán o vasco hablar en su idioma materno. A mí, me han llamado proetarras por defender un país plural en las redes sociales y que no había condenado a ETA. Contare una anécdota personal y real que es tonta pero explica lo que pasa. Un amigo ya fallecido y afiliado al PP y muy forofo de esa ideología, me pidió hace un par de años donde podía ir a comer en San Sebastián porque iba a pasar por allí y no lo conocía. Obviamente, le dije que en cualquier lugar se come bien en esa ciudad. A la vuelta me dijo que le había gustado mucho la ciudad y que se había llevado una sorpresa porque mucha gente hablaba español. Esto es auténtico y explica qué idea de país tenemos tan poco real entre esas gentes que aplauden ese nacionalismo.
España es un país por el que han pasado todas las culturas y etnias de la historia, como los vándalos, suevos, godos, musulmanes, fenicios, etc. Con lo que deberíamos ser un pueblo mas abierto a los que no piensan igual. Y ahora, con la llegada de VOX, amparado por el trumpismo más populista pero con malos deseos para Europa, nos encontramos con la verdad de una derecha que solo piensa en su bandera y que en Madrid tiene su gran poder, cosa que fácil de entender. En la capital, se centró el poder de Franco en toda la posguerra apoyado por gente afín o vencedora del conflicto del 36-39 que ocupaban todas las instituciones porque en ellas, en aquellos años, no entro nadie que fuera “enemigo” del franquismo. Hoy vivimos con aquellos o sus descendientes que muchos siguen teniendo la simpatía de aquel régimen, del que nunca se habla lo que hizo en la posguerra, donde continuaron castigos enormes de cárcel e incluso de sentencias de muerte, a aquellos que se consideraban rojos y cuando ya no había guerra. No he conocido mantener esa tragedia después del conflicto de aquellos tres años donde muchos lo justifican, pero encuentro una falta enorme el no hablar de esos años del 39 al 75, nada menos en donde vivimos asaetados por una amenaza continúa velada pero real de los que pensaban como ahora vemos a muchos que son nostálgicos de aquello y que les gustaría mantener la amenaza en el día de hoy. Y que si lo observamos mantienen un poder a través de las instituciones donde están ejerciendo una fuerza a través de ellas para impedir cualquier avance social. Lo vemos hoy, en donde la judicatura esta de parte y ayuda a ello. Yo lo llamo Movimiento Nacional 2.0.
Y a todo esto llegamos a la actualidad con un Gobierno asociado a la verdadera izquierda y la necesidad de romper esa España ultranacionalista que tapó toda la corrupción que ahora nos dejan ver al tener acceso a más información y gracias a periodistas de calidad y no sujetos al poder del propietario. Se destapa la basura y empiezan los excesos verbales con el temor de la derecha que salte toda la información que andaba oculta. Y a todo esto llega Yolanda Díaz. Una persona con carisma, educación y sabiendo lo que dice con razonamientos en su justa medida. Y les da miedo a los de la banderita porque nada menos que es comunista. Horror. Pero resulta que ni el comunismo es el de Lenin ni el fascismo es el de Hitler. Los hornos crematorios o los fusilamientos ya no venden en estos tiempos donde se liquida la gente de otra forma. Y temen su carisma para lo que usan toda clase de artificios y frases demasiado cutres. Hay congresistas que hablan continuamente de ella refiriéndose a su ideología comunista, tratando de convencer a ignorantes o gente muy mayor, que un comunista es un peligro de llegar a otra guerra civil. Quizá porque ellos parece que si la deseasen. Y el Gobierno actual se enfrenta a una oposición españolista incluido el derechismo más forofo económico también y a un fuego amigo de algunos viejos del PSOE que eran mas españolistas que socialistas y que ellos incluso no lo sabían hasta ahora. Y ese Gobierno trata de actualizar el país a los de nuestro entorno con democracias avanzadas. Porque Felipe Gonzalez tuvo muchos aciertos, pero un miedo enorme a enfrentarse a aquellos poderes de entonces, cosa que no critico y comprendo porque había que conocer aquello, pero ese miedo dejo que todo siguiera igual y que el nacionalismo español siguiera potenciándose hasta llegar a lo que hoy vemos en Madrid principalmente en su lucha contra una España plural.
Donde llegaremos no lo sabemos. Sánchez tiene una gran resistencia que es su mejor valor para la actual situación, pero es muy duro enfrentarse al no a todo y a unos jueces asimilados a esa ideología nacionalista que creo una corrupción terrible que ahora se va destapando, con sentencias inexplicables que hacen dudar de una Justicia con mayúsculas. Porque corrupción no es solo meter la mano en la caja y el colaboracionismo con taparla también lo es. Y en ello han colaborado todos los gobiernos hasta ahora. Por eso, Sánchez lo tiene muy difícil a no ser que existan apoyos externos que le ayuden a limpiar este desastre que puede destrozar el futuro de una España con tantas hipotecas económicas, culturales, etc. Y una oposición que, al no tener nada que ofrecer en el aspecto social porque se niegan a cualquier avance, solo les queda ese españolismo rancio que aun compra mucha gente agradecida a lo que fue aquel franquismo y ahora sus descendientes también está en ello sin esperar que un día comprendan que asi no podemos avanzar. Quizá es lo que quieren.
César Moya Villasante es socio de infoLibre