"No me llames extranjero"

“No me llames extranjero, si en el amor de una madre tuvimos la misma luz en el canto y en el beso con que nos sueñan iguales, las madres contra su pecho”. Rafael Amor.

Nadie sabe cómo fue pero pudieron encontrar un pequeño féretro blanco, en el mismo centro del infierno del odio, el frío, el hambre, para poder enterrar en silencio y pena infinita, el cuerpo inerme de un niño, un bebé, para poder enterrarlo bajo la tierra húmeda, dura y helada, en un bosque de la frontera entre Polonia y Bielorrusia, de un niño “extranjero”, tal vez sirio, tal vez iraquí, un “extranjero” odiado por ser eso mismo, “extranjero”, habiendo sido un “chiquito” que tal vez haya muerto ¿de frío, de hambre, de tristeza…?, tan lejos de su hogar que tuvo que abandonar, él, tan pequeño, su familia tan desesperada.

“Y me llamas extranjero porque me trajo un camino, porque nací en otro pueblo, porque conozco otros mares y zarpé un día de otro puerto, si siempre quedan iguales, en el adiós, los pañuelos”. Rafael Amor.

Quienes siembran cizaña, odio y mala saña, perdidos en medio de su pavor cobarde, frente a las miradas de quien escapan por no dejarse sorprender, frente a los cancerberos de sus migajas, guardadas a cal y canto, desde su pequeña catadura… amoral, dueños de sus enquistadas conciencias miserables y perversas.

Fomentando la insolidaridad y el egoísmo en nombre de su maldita patria, de su maldito dios, de su maldita inhumanidad.

“No me llames extranjero, traemos el mismo grito, el mismo cansancio viejo que viene arrastrando el hombre, desde el fondo de los tiempos, cuando no existían fronteras, antes que vinieran ellos, los que dividen y matan, los que roban, los que mienten, los que venden nuestros sueños, los que inventaron un día, esta palabra, extranjero”. Rafael Amor.

Desde el principio de la envidia y la codicia, desde el mismo origen, cuando se levantaron cercas, puertas y cancelas, y hubo quienes acuñaron la riqueza que era, que había sido, patrimonio de todos, en el ocaso que fue el inicio de todo, antes de haber inventado la enemistad, el miedo y el odio, cuando aprendieron los más afortunados a ser más infelices poseyendo la sal y la tierra que había sido de todas y todos. `Porque se han apoderado del patrimonio que es de todos y todas. Porque solo saben odiar, levantar la voz, parapetarse tras sus trincheras infestadas de maldad.

“No me llames extranjero, mírame bien a los ojos, mucho más del odio, del egoísmo y el miedo…”. Rafael Amor.

Mientras legiones de malnacidos se arman, aúllan y arremeten contra los desheredados de la tierra… mientras otros levantamos la mirada al cielo, nuestras manos abiertas y desnudas, nuestros pechos heridos por quienes cayeron en el camino… y “no teníamos, entretanto, más que el amor”, para apenas poder guarecernos bajo el abrigo de la solidaridad humana.

Y no podrán con nosotros porque la vida nos la da el camino, la resistencia, la fraternidad, la razón de ser quienes somos: humanos.

“Fallecen 31 personas en el canal de la Mancha intentando llegar a Reino Unido”.

“Más de 40.000 migrantes han desaparecido en el mundo, contabilizados, desde 2014”.

Antonio García Gómez es socio de infoLibre

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