Libprensadores
El PP, una empresa
Con lo que está ocurriendo en este país, quiero dar mi opinión personal sobre el Partido Popular, desde el punto de vista de estar ya en la tercera edad avanzada y de haber vivido mi vida profesional entre personas que en su mayor parte eran votantes del PP. Hago esta consideración por si alguien cree que mis comentarios son partidistas, que en parte es así, pero sobre todo por el conocimiento de sus valores y pensamientos.
Estoy convencido que el PP es una organización empresarial con el ideario de cualquier empresa que nace para ganar dinero. Quizá no podamos entroncar sus principios de organización en esa base pero, al menos, está dedicado al apoyo a grandes empresas y poderes económicos, que le reportan a su vez su agradecimiento en términos dinerarios.
Durante el franquismo se crearon los mimbres de esas siglas posteriores, pues no olvidemos que el partido nace de una guerra civil dividida entre “nacionales”, que eran los que habían defendido el nacionalismo español en contra de los que ya existían en la periferia, y los republicanos que disponían de otra bandera distinta. Puede que de ahí venga la falta de amor de mucha gente hacia la bandera tricolor por, quizá, no sentirse representados por ella. De ahí también la continua referencia que hacen a la “España unida” bajo un criterio de pensamiento único que les reporta muchos, muchísimos votos. Porque siendo empresa necesitan los votos para mantenerse en el sistema político actual porque la unión de la política con la empresa, siendo del mismo grupo, reporta pingües beneficios, como vemos a diario.
En la gobernación del periodo Aznar ya se vio que lo único importante era el negocio que podía emanar de los fondos europeos, que fue el origen de toda la corrupción actual. Aznar tuvo que hacer algo de política porque tenía más conciencia que el actual Rajoy y, sin tener mayoría absoluta, no podía más que negociar para poder gobernar. Y formó un conglomerado con Pujol del que sabemos ahora los resultados. En su segundo periodo, ya con la mayoría absoluta solo tenía que mantener el nivel de negocio empresarial, creado en la primera legislatura, sin necesidad de pactar tanto, aunque conservó apoyos de los que estaban en la misma idea.
Veamos el caso Rajoy. Este presidente ha sido feliz durante su mayoría absoluta porque era lo que entendía él como gobernar. Sin dar cuentas a nadie y dirigiendo todos sus pasos hacia lo que considera su gente. La que detenta poder económico sin explicar nada a la sociedad amparado por mucha gente votante que piensa que no tiene por qué explicar nada, sino actuar. O sea, como cualquier mal empresario propicio al pelotazo. Ahora en la actual posición se debate en un terreno que no conoce, que es el de negociar. Es una persona con características muy particulares y negado para dirigir un partido político, y con más cualidades de mal empresario. Es misántropo, dictador en su fondo y con unas formas demasiado apartadas de lo que debe ser la política. Pero lo malo es que toda su gente actúa aplaudiendo esta postura de desprecio a la sociedad con lo que para moverse en un mundo de más partidos le es casi imposible por incapacidad intelectual. No se figura que gobierne otro que no sea él porque está convencido de haber sacado a España de la crisis. Jamás habla de otras cosas porque no le interesan. Eso de la educación, sanidad, etc, es algo que cuesta dinero y en una empresa hay que ganar cada día más.
Esa forma de actuar ha hecho que la corrupción se haya disparado, porque es incapaz de actuar contra un corrupto, ya que ese concepto para él no existe. Al no actuar, sus segundos consideraban su impunidad, como de hecho ha sido así. La política le ha servido para hacer leyes en donde la judicatura y los medios de comunicación que le pudieran incordiar, pudieran ser comprados o presionados para sus negocios con los poderes económicos y los lobbies. Además está apoyado por Merkel que tiene los mismos principios y valores, que no son más que los económicos. Porque Europa es una unión de naciones, como quizá habría que definir a España para mejorar interferencias entre nacionalismos, en donde solo se habla de dinero. Cuando existe un problema real como es la migración todos salen corriendo porque tienen prisa. Es el mundo que vivimos en donde se mueven como pez en el agua estas organizaciones que se denominan partidos políticos sin serlo. Porque la política no puede existir en un mundo en donde el dinero puede barrer cualquier circunstancia, cualquier trabajo profesional o cualquier cosa que les estorbe a esos poderes. Por eso entiendo que el PP no es más que una organización tapadera de ayuda a grandes poderes financieros, con sus formatos diferentes, pero que nada hace bajo un argumento político.
Como dato final hay que saber que el PP, mientras no ha gobernado oficialmente, también negoció con empresas, gobernando en la sombra. Porque éstas actuaban y apoyaban a ese partido y no a la izquierda, exceptuando algún caso puntual, porque sabían que con aquellos se labraban el futuro para cuando ocuparan su puesto de verdad.
Todo lo que aquí expongo es por conocer bien el pensamiento de la gente que les apoya. Hubo algunos que hasta me llegaron a comentar que no entendían por qué tenía que votar todo el mundo si no estaban preparados para ello. Eso explica que Rajoy aumente sus votos y la corrupción no cueste nada porque muchos de sus votantes, obviamente no todos, sino aquellos que se mueven en el mismo “ideario”, le votarán felices como auténticos feligreses, calificativo que le escuché hace años a Pepe Sacristán y que suscribo. __________________
César Moya Villasante es socio de infoLibre