‘Queer’, pero de verdad

Mónica Sánchez Blanco

La ley trans es la nueva ley del aborto. Parece que el recurso de inconstitucionalidad  presentado por el Partido Popular conducirá a una larga deliberación. En el punto de mira están la modificación genital en menores de entre 12 y 16 años y los cambios de sexo en el Registro Civil a partir de los 16. Es decir, artículos referentes a la autodeterminación de género. 

La autodeterminación de género da libertad a cada persona para definir su identidad de género. Con independencia del sexo que se le asignó al nacer en función de sus características sexuales, será tratada por los poderes públicos y la sociedad según su voluntad. No es de extrañar que este concepto haya dificultado la tramitación de la ley desde sus inicios. Internacionalmente no deja de avivar el debate sobre los derechos de las personas trans, en gran parte del espectro político. 

Quien quiera promover una legislación más inclusiva, debe primero entender verdaderamente la práctica queer. Relacionarse con personas trans, escucharlas…

“No quiero que un hombre entre al baño de mujeres y vea cómo me peino”, me decía una simpatizante de las ideas del feminismo crítico de género. Sentía que perdería la intimidad que se daba entre mujeres, las “cosas que se hacen con mujeres y no con hombres”. 

Lo que le faltaba comprender, como a muchos de los que critican la autodeterminación de género y sus cimientos, la teoría queer, es la liberación que realmente supondría entender el género como una actuación, según como lo describe Judith Butler en 1988. La posibilidad de subvertir una cadena tan pesada como la del género y los comportamientos adscritos a él. Es más, la mirada queer no tiene que limitarse al género, puede servir para romper otras estructuras dañinas. 

La izquierda es famosa por tejer teorías. Teorías resistentes como las telas de araña, pero poco flexibles en comparación con las obras de este animal. Si se quiere pasar de conocer a entender las teorías de la izquierda, hay que experimentarlas. Esto es más o menos fácil cuando se piensa en el análisis marxista, ya que la mayoría de la población pertenece a la clase trabajadora, que trata a diario con personas que formen parte de ella. Tampoco tiene mayor misterio adentrarse en las causas que mueven las reivindicaciones del feminismo y otros movimientos sociales. Sin embargo, la relación con personas trans es menos común, lo que impide que a veces se vea cuán simples son las causas de sus reivindicaciones, y lo inofensivo para las personas cis que es ponerlas en práctica. 

Quien quiera promover una legislación más inclusiva, debe primero entender verdaderamente la práctica queer. Relacionarse con personas trans, escucharlas … ¿Qué te parece empezar por asistir a un drag show el próximo sábado?

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Mónica Sánchez Blanco es socia de infoLibre.

Mónica Sánchez Blanco

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