Tambores lejanos...

Antonio García Gómez

O no tan lejanos, música de fondo, por ejemplo ¿Wagner? Misiles con armamento real, lanzados por China cayendo sobre el mar que rodea a Taiwán, barcos de la Armada china surcando el mar de la isla en cuestión… La antigua colonia portuguesa Formosa de “hermosa”, la Taiwán moderna, solicitada, disputada.

En medio de la incertidumbre generalizada, el infierno incendiando el mundo cada vez con mayor cercanía. Amagando hasta hacer sangre, sin un futuro, a la vista, venturoso y esperanzador, dando muestras de fortaleza y estupidez inhumanas…

Taiwán es el primer productor de semiconductores y microchips del mundo. Taiwán llegó a ser “China”, según la denominaron los occidentales frente al territorio ignoto, continental, inabarcable, hasta que llegó “la China de Mao”, la República comunista china, y entonces ya Taiwán sólo quedó en poco más que un territorio de “tierras raras” muy apetecibles por los unos y los otros, y poco más, codiciada la vieja Formosa, reclamada por la China todopoderosa.

Hace ya bastantes años que vi la película de 55 días en Pekín que rememoraba, muy libremente, por cierto, la revolución de los bóxers, a principios del s. XX, contra el colonialismo occidental, de cuando China sólo era un gigante que algún día despertaría… Y vaya si ha llegado a despertarse.

En medio de la incertidumbre generalizada, el infierno incendiando el mundo cada vez con mayor cercanía. Amagando hasta hacer sangre, sin un futuro, a la vista, venturoso y esperanzador, dando muestras de fortaleza y estupidez inhumanas…

Hasta hoy cuando ya es el gran gigante amenazador, desarrollado, dentro de una sociedad encorsetada pero muy activa industrialmente, con una economía expansiva y demoledoramente ambiciosa, capaz de haber emergido a 800 millones de sus habitantes de pobres siervos a clase media. Estabulada bajo un régimen autárquico frente al otro gran gigante, EEUU, y su poderío armamentístico echándose un pulso ahora mismo, tras la visita de Nancy Pelosi a Taiwán y Corea, contra China, como si fuera a dejarse someter, y que ya ha contestado con otra impresionante demostración militar, a ver quién “chufla” más fuerte.

Y así, haciendo equilibrios, desacoples modernos, peligrosos y amenazadores, camino de ¿otra guerra fría?, candente donde los dos imperios en lid decidan, hacia el marasmo que nos augura esta aldea global en la que se han agudizado las tensiones y las desigualdades.

Recién salidos de la escasez de suministros, en tiempos de pandemia, aún no hemos caído en la cuenta del poderío inmenso chino, el mismo que ya apunta todopoderoso, frente a un resto del mundo cada vez más dependiente… Entretenidos, trágicamente, con la guerra de Rusia invadiendo Ucrania, cuando Rusia sólo representa un 1,2% del PIB mundial, frente al 12% de China, con la India a la espera de su tiempo hegemónico,  con Europa, vieja y viviendo de añejos oropeles, intentando sobrevivir en medio de tanta marejada estúpida y peligrosa, con EEUU, probablemente, dando los últimos coletazos… Tal vez todos camino de una conflagración que nos hunda  más y más, desacompasadamente, en dirección al desastre que ya se anuncia aunque no se quiera ver.  

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Antonio García Gómez es socio de infoLibre

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