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‘Liderazgo situacional’, una habilidad para mejorar la gestión de equipos
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El liderazgo es una de las principales habilidades dentro de una empresa, pues permite dirigir equipos de forma efectiva y adaptativa. Según el Foro Económico Mundial, el liderazgo y la influencia social están entre las principales destrezas que los empleadores creen que crecerán en importancia en los próximos años, junto a relacionadas con la autogestión, como el aprendizaje activo, la resistencia, la tolerancia al estrés y la flexibilidad.
Para Banco Santander, las habilidades transversales, conocidas como soft skills, pueden marcar la diferencia en un proceso de selección de personal. A través de su portal ‘Becas Santander’ (www.becas-santander.com), donde recopila las numerosas convocatorias de ayudas para estudios, ofrece diversos contenidos gratuitos para potenciar la formación. Entre ellos podemos encontrar las claves principales de teoría del liderazgo situacional. Esta teoría, de Paul Hersey y Ken Blanchard, es un enfoque de dirección que permite adaptar el estilo de liderazgo en función de las características de cada situación. Es decir, tiene en cuenta tanto las habilidades más destacadas del líder como las necesidades del equipo o del proyecto, así como cualquier otro factor influyente.
Entre los estilos del liderazgo situacional, destaca el Liderazgo directivo, que se aplica cuando los empleados no disponen de la experiencia, autonomía o madurez necesaria para afrontar una tarea. Cuando esto sucede, el líder debe marcar de forma clara y contundente cuáles son los pasos que se deben seguir para alcanzar los objetivos. También deberá ejercer una constante supervisión para que el equipo encuentre el camino correcto.
El siguiente nivel es el Liderazgo supervisor, una fase que se aplica cuando los trabajadores ya disponen de cierta experiencia y madurez, y el líder puede empezar a dejar un poco de lado su responsabilidad para delegarla en sus empleados. Sin embargo, estos todavía necesitan supervisión. En este sentido, los trabajadores tienen una mayor libertad para proponer o mejorar. Pero, a la hora de decidir, siempre deberán seguir las instrucciones de su superior. En el caso del líder, tendrá en cuenta la opinión de su equipo e incentivará los buenos resultados para favorecer el aprendizaje.
El tercer nivel se denomina Liderazgo asesor. En este caso, los empleados deben tener un alto grado de experiencia y madurez. Todos comparten responsabilidades y toman decisiones de manera conjunta. El líder puede centrarse en su parte del trabajo, pero también en mantener la motivación del equipo, el cual dispone de una gran autonomía. La comunicación debe ser muy activa, con el fin de tratar de comprender sus necesidades y mostrarles apoyo en todo momento.
En el último escalón está el Liderazgo delegador, donde los empleados disponen de una libertad casi total, pues su amplia experiencia permite al líder delegar totalmente e, incluso, desatender un gran número de tareas y decisiones para centrarse únicamente en las que son realmente importantes. Como el equipo de trabajo no necesita supervisión y tiene una gran iniciativa, el líder se dedica a observar y supervisar a cierta distancia. Además, tiene total confianza en sus subordinados. Este es el nivel máximo y más eficaz de la teoría del liderazgo situacional.
La teoría de Hersey y Blanchard ofrece importantes ventajas a la hora de mejorar la comunicación y el intercambio de ideas, sobre todo, en los niveles más altos; promover equipos más resolutivos e independientes; y aumentar la motivación, satisfacción y rendimiento de los empleados. También crea un entorno laboral positivo, donde todos quieren trabajar, y que funciona con fluidez. Hay un fomento de la innovación y creatividad, y una atracción y retención de talento. El liderazgo situacional puede ser muy efectivo a la hora de dirigir equipos, pues desarrolla la capacidad de adaptarse a los cambios, así como de ser flexible, empático y disponer de habilidades de comunicación.
Becas de formación
La formación en temas de liderazgo es clave para seguir fortaleciendo esta habilidad. Banco Santander cuenta con distintos cursos y becas destinados a este fin. Por ejemplo, hasta el 28 de junio está abierta la convocatoria de las becas Santander Scholarships | Negotiation Programme - LSE, con 125 plazas para participar de este programa intensivo online, diseñado para mejorar las habilidades de negociación, tener un rol más influyente, persuasivo e impactante en funciones de liderazgo, y avanzar en la carrera profesional. Se desarrolla de la mano de London School of Economics And Political Science. Los participantes tendrán sesiones en vivo altamente interactivas, contenido inmersivo y acceso a una red diversa de futuros líderes de todo el mundo.
El aprendizaje es flexible y sigue seis módulos, a través de los cuales obtendrán un conjunto de herramientas de técnicas probadas que pueden usar en cualquier negociación y la confianza para hacerlo de manera efectiva. Además de comprender y potenciar su estilo personal de negociación, aprendieran a analizar, planificar y gestionar negociaciones con éxito; y explorarán las estrategias para resolver conflictos y fortalecer las relaciones comerciales. Uno de los puntos más interesantes de esta formación es la oportunidad de interactuar entre compañeros y facilitadores de aprendizaje a través de foros semanales.
Cabe resaltar que el grupo financiero, a través de Santander Universidades, impulsa el proceso formativo de los jóvenes a nivel mundial desde hace más de 26 años. Desde entonces ha destinado más de 2.200 millones de euros y ha apoyado a más de 790.000 estudiantes, profesionales y proyectos emprendedores a través de acuerdos con cerca de 1.000 universidades e instituciones de 15 países. Esto se traduce en más de un millón de becas para ayudar a las personas a mejorar sus perspectivas de carrera, de las que más de 265.000 becas se concedieron el año pasado.