Así trabaja Banco Santander por la diversidad, la equidad y la inclusión

“En el mundo hay más de 8.000 millones de personas, el mismo número de formas únicas e irrepetibles de ser, entender, sentir y expresarse. En Santander promovemos un entorno diverso e inclusivo, basado en el principio de igualdad de oportunidades y no discriminación, reflejo de nuestra presencia geográfica global. La cultura corporativa del grupo se nutre de valores compartidos, estándares éticos y normas, y está guiada por nuestro código de conducta”. La entidad financiera explica así su compromiso en materia de banca responsable con la diversidad, la equidad y la inclusión (DE&I). Un compromiso que no es un brindis al sol, sino que se concreta en directrices y objetivos estrechamente vinculados a la visión estratégica del banco y que se trasladan al ambiente laboral.

“Construimos un entorno de trabajo en el que cada persona pueda ser ella misma. Cada una representa la pluralidad social en la que vivimos. Consideramos que la diversidad, equidad e inclusión es una cuestión fundamental y está estrechamente vinculada a la visión estratégica de la compañía. Nos centramos en áreas en las que, como grupo, nuestra actividad puede ayudar a las personas y a las empresas a prosperar”. Así, el banco impulsa la equidad de género e igualdad salarial, el respeto a la comunidad LGTBI+, la diversidad étnica y cultural, y las oportunidades para las personas con discapacidad. 

Y no se trata solo de políticas y cuotas, como aseguraba Ana Botín, presidenta de Banco Santander, en un artículo de Linkedin, “sino de un cambio completo de cómo las personas operan, contratan y promueven a su gente para integrar la diversidad en la cultura de una organización”. Una buena prueba de cómo se aplica esta forma de trabajar internamente es que los empleados dan una puntuación de 8,8 sobre diez a la implicación el banco en esta materia. 

Más mujeres en la alta dirección 

El banco trabaja desde hace tiempo para acabar con el techo de cristal, esa barrera invisible que encuentra el talento femenino para acceder a las altas esferas de las organizaciones. De hecho, dar acceso a las mujeres a los puestos de alta dirección es uno de los objetivos detallados en su agenda de banca responsable. Si en 2018 las mujeres ocupaban el 20,5% de los cargos directivos del grupo financiero, ahora ya suponen el 29,1%. Un dato ya tan próximo al objetivo anunciado para 2025 -un mínimo del 30%-, que la entidad ha decidido dar un paso más allá y aumentarlo hasta el 35%. También está más cerca la desaparición total de la brecha salarial —ya de sólo un 1%—, y en el Consejo de Administración las mujeres representan el 40%. 

“Aseguramos una representación equilibrada de género en todos los procesos de contratación y promoción, en los programas de aprendizaje y desarrollo y en los planes de sucesión de la alta dirección”, destaca el banco. En el total del grupo, el 54% de los profesionales son mujeres.

Por toda esta labor, Santander ocupa un año más el primer puesto del sector financiero mundial en el Índice de Igualdad de Género de Bloomberg (Bloomberg Gender-Equality Index 2023), que reconoce la excelencia y el compromiso de las organizaciones en materia de igualdad.

Abrazar las diferencias

“Crecemos como empresa cuanto más abracemos nuestras diferencias y podemos ayudar a la sociedad a lograr objetivos comunes”, señalan desde el banco. El grupo reconoce y apoya todo tipo de diversidad, tanto visible (sexo, identidad de género, raza, edad, discapacidades visibles, etc.) como invisible (experiencia personal y profesional, educación, religión, valores y creencias, discapacidades invisibles, orientación sexual, personalidad, etc.). 

La cultura corporativa, denominada desde 2015 The Santander Way, se nutre de valores compartidos, estándares éticos y normas, y está basada en un Código general de conducta. Así mismo, todos los procesos y operaciones del grupo se llevan a cabo conforme a directrices adecuadas en materia de banca responsable para integrar las normas y criterios ESG —ambiental, social y de gobernanza— y alinearse con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas. Actuar bajo esos principios es la clave. 

Para mejorar la sensibilización y concienciación en materia LGTBI+, cuenta desde 2015 con la Red Embrace formada por más de 5.000 integrantes entre personas del colectivo y aliados. En España lanzó el año pasado una encuesta anónima para diagnosticar necesidades y expectativas, y poner en marcha acciones de sensibilización, comunicación inclusiva y protocolo de atención a este grupo. Y para subrayar la importancia de la diversidad cultural, desarrolla programas concretos en los países donde opera. Por ejemplo, en Reino Unido participa en Solaris, un programa externo para mujeres ejecutivas negras.

Además, tiene una estrategia específica para la inclusión de las personas con discapacidad, con redes en Argentina, Brasil, México, España, Reino Unido y Estados Unidos donde se comparten ideas, se identifican necesidades y áreas de mejora, y se promueve la escucha activa con el fin de acabar con los estereotipos y prejuicios que dificultan la inclusión. En este sentido, el acceso al empleo y la educación son dos de los principales obstáculos para las personas con discapacidad. Para contribuir a cambiar esta situación, Santander cuenta con la Fundación Universia como aliada principal. Asimismo, el grupo forma parte de Valuable 500, un movimiento que sitúa la discapacidad en la agenda del liderazgo empresarial y trabaja para lograr la plena accesibilidad.

“La diversidad, equidad e inclusión son prioridades para atraer, desarrollar y retener al mejor talento y conseguir mejores resultados de forma sostenible, contribuyendo a un mejor futuro para todos. Hacer de Santander el lugar en el que ser nosotros mismos, es nuestra forma única de contribuir más y mejor al progreso de las personas y empresas en todo el mundo”.