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Bilderberg: ¿majadería o Gran Hermano mundial?
El Club Bilderberg celebra desde este jueves en Copenhague (Dinamarca) su reunión anual, la número 62, a la que están invitados el ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo, y la reina Sofía. La cita, que concluye este domingo, reunirá a más de un centenar de invitados de 22 países, entre los que también figuran el director general de Caixabank, Juan María Nin, y el presidente de Prisa, Juan Luis Cebrian.
Entre los temas que abordarán este año los miembros del exclusivo grupo figuran cuestiones como la sostenibilidad de la recuperación económica, la evolución de la demografía, la privacidad en las redes, la crisis en Ucrania y el futuro de Europa y China. Sin embargo, tanto el contenido de las reuniones como las conclusiones del foro son privadas: no se hace público ningún tipo de contenido y los medios de comunicación no tienen acceso.
Creado en los años 50, el Club Bilderberg está considerado como uno de los foros con mayor poder del mundo y ha suscitado una amplia rumorología y todo tipo de teorías conspiratorias. También toda una biblioteca, a la que estos días se une Perdidos, ¿quién maneja los hilos del poder?, de la periodista y escritora Cristina Martín Jiménez, una de las primeras autoras en abordar los secretos del club a una serie de cuatro volúmenes.
Un foro muy especial
"Sus 60 años de antigüedad y la naturaleza de las personas invitadas son lo que hacen diferente al Club Bilderberg", explica Martín en una conversación con infoLibre. "Los miembros actúan estratégicamente para intentar cambiar el rumbo de los acontecimientos, e incluso pueden llegar a crear y planificar eventos", añade.
Sobre el secretismo que rodea todas las actividades del grupo, Martín dice que está directamente relacionado con el propio origen de Bilderberg: "Se creó en plena Guerra Fría, cuando nadie se fiaba de nadie y había agentes dobles, cuando para poder celebrar reuniones donde hablar libremente sobre el enemigo a batir, el comunismo, era imprescindible el secreto, algo que se ha mantenido".
¿Pero, quién está en Bilderberg y cuáles son sus objetivos? "Asisten la realeza europea, los servicios secretos, académicos influyentes, magnates de los medios de comunicación, empresarios de la industria del entretenimiento, la OTAN, el Banco Mundial, representantes de la ONU y el FMI...", enumera. Todo, para "hacer y deshacer a espaldas de las democracias" y servir a los intereses de sus miembros. "El poder –concluye la autora– está en Bilderberg".
Crisis planificada
La escritora sostiene que, por ejemplo, los miembros del selecto club están tras el diseño la actual crisis mundial: "En la reunión de 2006, en Canadá, se dijo lo que iba a ocurrir: se avecinaba una crisis financiera y económica, que iba a hacer subir el precio de las hipotecas y que afectaría especialmente a jóvenes y personas sin trabajo fijo tanto en Estados Unidos como en Europa".
A partir de entonces, la crisis se habría convertido para el club y sus miembros en "el enemigo a batir" y en "un instrumento para cambiar leyes y crear en la población estrés psicológico": "La crisis –insiste– puede poner y quitar presidentes. En España, por ejemplo, nos ha gobernado la troika, formada por tres instituciones dirigidas por soldados de Bilderberg".
Martín también asegura que los asistentes a las reuniones aspiran a instaurar una suerte de gobierno global y a debilitar todo aquello que pueda alentar movimientos de protesta: "El conocimiento, la cultura, la información... –ejemplifica–. Ellos quieren que no pensemos y temen las protestas ciudadanas, que califican como excesos de democracia".
Escenario de guerra
Así, describe en las páginas de su libro lo que califica de tercera Guerra Mundial, un proceso en tres fases: "Hay muchos tipos de guerra y esta crisis no es sino una guerra más. Nos están atacando", afirma. "Primero destruyen la educación y la cultura, después estalla una crisis económica global y, si hiciera falta, está preparada la tercera crisis global clásica. Tras ella, podría llegar un nuevo gobierno mundial".
"La gente me pregunta qué hacer ante esta realidad, y yo les digo que, si queremos democracia tendremos que luchar por la democracia. Los bilderbergs, los poderosos, no te van a regalar nada: te van a quitar lo tuyo para imponer su gobierno global".