Cultura

Los cines comerciales confían en los taquillazos veraniegos mientras los independientes fían la recuperación al otoño

Jornada de puertas abiertas en los Cines Embajadores, que empiezan a funcionar este verano en Madrid.

“Lo importante será lo que ocurra en el primer semestre de 2021”, decían a principios de año los responsables de salas de cine, sobre la salud del sector que, como los demás espectáculos públicos, se ha visto muy afectado por la pandemia. Sería clave, decían, ver cómo reaccionaba el público entre febrero y mayo, o a las películas encumbradas por los Oscar, entre otras. Y el público ha reaccionado tibiamente. Tras unos meses de febrero y marzo preocupantes, con medio millón de euros de recaudación por fin de semana, el panorama mejoró a finales de marzo y ha vuelto a estancarse en mayo. Ahora, los exhibidores se dividen en dos estados de ánimo que tienen mucho que ver con su tipo de público: los multicines comerciales cruzan los dedos por un verano de blockbusters estadounidenses y españoles, mientras las salas independientes empiezan su temporada baja hasta el otoño con la caja bajo mínimos.

“Estamos preocupados”, dice Octavio Alzola, director de programación y marketing de los cines Renoir, con salas en Madrid, Barcelona y Guadalajara. La campaña de los Oscar ha sido “decepcionante” en general, admite, aunque a ellos sí les hayan funcionado “bastante bien”. Nomadland y Una joven prometedora caen ya en taquilla rozando respectivamente los dos millones y un millón de euros. La primera se encuentra además disponible en streaming (Disney+), como Judas y el mesías negro (Movistar+), Soul (Disney+), La madre del blues (Netflix) o Fragmentos de una mujer (Netflix). Más allá de los premios de Hollywood, “la mayoría de las películas en el tipo de cine que nosotros trabajamos, cine independiente en versión original, no ha ido demasiado bien”, lamenta Alzola. Los motivos parecen estar claros: la ola de contagios tras las vacaciones redujo la asistencia y cerró salasen algunas comunidades, cosa que ha lastrado el posible empujón primaveral.

Esto ha sido así para todos, pero la llegada del verano se vive de manera distinta si hablamos de salas grandes o pequeñas. En las independientes —que aportan alrededor de un 10% de la taquilla total pero sostienen a las distribuidoras independientes y, con ellas, buena parte de la producción española—, a partir de junio empieza un periodo valle. “Ahora estamos funcionando a un 50% de lo normal, mientras que en los meses pasados hemos estado en un 30%”, explica Ramiro Ledo, responsable de los cines Duplex en Ferrol. Espera que ese porcentaje vuelva a caer, y prevé que no revertirán la decisión tomada hace dos meses, cuando decidieron empezar a abrir solo de jueves a domingo. “Los veranos suelen ser muy flojos para los cines independientes. Aunque no sé qué va a pasar este año, la verdad, porque es todo muy incierto”, dice. En Duplex, la vista está puesta en otoño, gran momento para el cine de autor por el arranque de los grandes festivales, que llegará además con la campaña de vacunación avanzada. ¿Hasta entonces? “Resistir”.

A la espera de las superproducciones

Otro espíritu se respira en los grandes cines comerciales, de los que depende la mayor parte de la taquilla. En los últimos años, el verano ha dado alguna alegría: en 2019, agosto fue el tercer mejor mes del año en recaudación, aunque en 2018 las mayores recaudaciones estuvieron concentradas en primavera, diciembre y septiembre. En cualquier caso, Borja de Benito, portavoz de la Federación de Cines de España (FECE) se muestra tremendamente optimista. “El bache que estábamos viviendo en mayo ya contábamos con él. Pero termina entre el 4 y 25 de junio. A partir de aquí, tenemos blockbusters a nivel internacional cada semana”, celebra. Piensa en que el estreno de Godzilla vs. Kong ha superado los 6 millones de euros, y que a lo largo de los próximos dos meses llegan Expediente Warren, Un lugar tranquilo 2, Operación Camarón, Fast & Furious 9, ¡A todo tren! o Peter Rabbit 2

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“La planificación de estrenos no se ha cumplido y eso ha hecho que todo se vaya retrasando. Pero la previsión que tenemos para el verano es buena, y de aquí a un plazo de mes o mes y medio vamos a empezar a ver, no números prepandemia, pero sí mejores números”, aventura De Benito. En la recuperación de esas grandes producciones internacionales que parecen regresar a la cartelera ha sido clave tanto el avance en la campaña de vacunación en Estados Unidos, donde la mitad de la población tiene ya al menos la primera dosis, como la progresiva apertura del ocio en Europa, con el regreso a la actividad de Reino Unido o Francia. “Si Europa está abierta”, dice el portavoz de la federación, “el calendario de estrenos va a volver a animarse. Y lo que sabemos es que cuando hay buenas películas en cartelera, la gente va al cine”. Eso sí, quienes valoran no muy positivamente la campaña de los Oscar cuestionan esta afirmación.

Pero no todos las salas con vocación comercial se muestran igual de optimistas. Algunos temen que la reanudación de la movilidad entre comunidades autónomas, acompañada del buen tiempo y la recomendación sanitaria de evitar espacios cerrados, vaya en contra también de los multicines. “Las ciudades se están vaciando y más que se van a vaciar, porque todo el mundo va a aprovechar la reapertura y la vacunación para volver al pueblo, ver a su familia o irse de vacaciones”, dice la responsable de una sala de Madrid que prefiere no dar su nombre. “No estoy segura de que entre todas las actividades que se van a poder hacer, la gente elija el cine después de tanto tiempo encerrados y pegados a la tele, porque además mucha gente sigue teniendo miedo a venir. Esto va a cambiar con la vacunación, pero todavía queda”, lamenta.

Ninguno de los entrevistados cree, pese a todo, que se vaya a producir un gran número de cierres definitivos. “Los cines están en modo resistencia, pero la herramienta de los ERTE ha sido fundamental para evitarlos porque se ha ido ajustando a nivel operativo”, apunta Borja de Benito. A esta ayuda general hay que añadir las convocadas por el Ministerio para sufragar los costes extra para ajustarse a las medidas sanitarias, y aquellas aportadas por comunidades autónomas o ayuntamientos. En estas últimas, Ramiro Ledo lamenta ver grandes diferencias territoriales: “Cataluña acaba de sacar otro paquete para compensar pérdidas, en Galicia por fin se convocó hace un mes una ayuda, pero no para compensar la bajada de asistencia sino para ayudar a la programación”. De todas formas, apunta De Benito, los plazos de la administración avanzan mucho más despacio que las necesidades de liquidez de las salas: “Cuando antes lleguen, mejor. Pero lo que queremos es que se recupere el mercado”.

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