La portada de mañana
Ver
El Gobierno sacará adelante el plan de reparación para víctimas de abusos con o sin la Iglesia

Obituario

En memoria de Iris M. Zavala, intelectual y mujer de fuste

La escritora puertorriqueña Iris M. Zavala.

Matías Escalera Cordero

Ha muerto, en Madrid, Iris M. Zavala (Ponce, Puerto Rico, 1936), una de las últimas intelectuales irreductibles. A la mayoría, quizás, no les diga mucho el nombre de este ser menudo y vital, de origen puertorriqueño y española de adopción, ciudadana rebelde del mundo, profesora en varias universidades europeas y norteamericanas, en México y, finalmente, en la Pompeu Fabra, de Barcelona, y en la de Mallorca; pero para aquellos de mi generación que entraron en la crítica de la literatura española, en castellano, con el mítico manual de la Historia social de la literatura española, firmado por ella y por otros dos gigantes de nuestra crítica literaria del siglo XX, Carlos Blanco Aguinaga y Julio Rodríguez Puértolas; o para aquellos atentos a una novela densa y exigente, con títulos como Kiliagonía, Nocturna, mas no funesta o Percanta que me amurasteKiliagoníaNocturna, mas no funestaPercanta que me amuraste, su nombre sí resonará con ecos de respeto y admiración.

Su labor crítica ha sido enorme y riquísima desde los años sesenta, cuando en la Salamanca en donde se doctoró, publicó sus primeros trabajos en torno a Unamuno, hasta imbuirse de un corpus teórico vertebrado por el materialismo histórico, que la lleva constituir la triada de autores de la mencionada Historia social de la literatura española, aparecida en Castalia en 1979. Pasando por sus diversos centros de interés intelectual, las obras de Bajtin y Lacan, las trampas de la postmodernidad, el feminismo, el erotismo como realidad compleja y libre, el colonialismo en sus diversas vertientes socioculturales, etc.

En mi recuerdo, siempre permanecerá como ese ser vital y rebelde que, sentada en los sillones de la Residencia de Estudiantes, no dejaba de ilustrarme con sus comentarios tan agudos e intencionados sobre nuestro pasado y nuestro presente literario; o como quien me guio en la aplicación práctica de las ideas de fuerza más productivas de la obra bajtiniana en mis estudios, en ese momento, del Libro de Buen Amor, del Arcipreste de Hita. O, luego, resistiéndose a mis indicaciones, pero comprendiendo, al fin, el sentido de las mismas, en la "pelea epistolar" que mantuvimos, por su endemoniado estilo, a veces; a propósito del hermoso y profundísimo artículo suyo, titulado "La injuria, la palabra poética, la realidad: Lacan y la vuelta a la metáfora", para el libro colectivo La (re)conquista de la realidad, que tuve el honor de coordinar en 2007, para Tierradenadie Ediciones.

En fin, con ella se ha ido una de las grandes de verdad, sin tonterías ni abalorios. Nos ha dejado en este mundo que ya no resiste el peso y la densidad del verdadero pensamiento; en estos días extraños de muertes en soledad, de estupor y de confinamientos. Quizás, su partida, sea todo un símbolo de lo que perdemos; en realidad, de lo que, desgraciadamente, perdimos hace tiempo ya.

Julio Rodríguez Puértolas o la literatura como diálogo con el mundo y la historia

Julio Rodríguez Puértolas o la literatura como diálogo con el mundo y la historia

Aquellos que no la conocían harán muy bien en buscar su legado. No hace mucho, en septiembre de 2017, tuve que despedir a mi maestro Julio Rodríguez Puértolas y, en 2013, se fue Carlos Blanco Aguinaga; con la muerte de Iris M. Zavala, este 10 de abril de 2020, se han ido tres referentes de ese mundo que nos ha dejado, que nos está dejando. Si quieren hacerse una idea de la enorme pérdida que arrastramos con sus muertes y sus olvidos, búsquenlos, léanlos.

_____

Matias Escalera Cordero es escritor. Su útimo libro, Matias Escalera CorderoRecortes de un corazón herido: por la esperanza (Huerga y Fierro, 2019).

Más sobre este tema
stats