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Crisis del coronavirus

La seguridad puede a las ganas y los museos y bibliotecas ya en fase 1 esperarán: "Se trata de abrir bien"

El Museo del Prado, vacío, durante su clausura por la crisis sanitaria del coronavirus.

Después de las librerías, llegan las bibliotecas y los museos, los siguientes centros culturales en sumarse a la desescalada. O no. Según el BOE publicado el sábado, el Gobierno permite el regreso de las bibliotecas y museos durante la fase 1, con algunos condicionantes (como que las primeras pongan en cuarentena los libros entre préstamo y préstamo o que los segundos reduzcan su aforo a un tercio). Pero el lunes, primer día de la nueva fase para aproximadamente la mitad de los españoles, la mayoría de las bibliotecas continuaban cerradas y los grandes museos seguían sin tener intención de abrir sus puertas a corto plazo. La normativa establecida en el BOE debe, además, pasar ahora a las administraciones autonómicas y locales, a quienes pertenece la mayor parte de las bibliotecas y un buen número de museos. 

Las bibliotecas municipales de Sevilla, por ejemplo, una de las provincias que pasaban desde este lunes a la nueva fase de la desesclada, lo dejaban claro en redes sociales: "La Red Municipal de Bibliotecas de Sevilla permanecerá cerrada al público en los primeros días de la Fase I para la desinfección y adecuación de sus instalaciones". Algo similar indicaban las bibliotecas municipales de Zaragoza, otra de las provincias que entraban ya en fase 1. El Gobierno ha establecido que estos centros pueden abrir, pero solo para préstamo y lectura en sala, y siempre que se mantenga la distancia de seguridad. Las bibliotecas tendrán que desinfectar sus espacios, instalar mamparas donde sea necesario —los mostradores de atención al público, por ejemplo— y, además, disponer de espacio libre para depositar los ejemplares en cuarentena. El BOE ordena que entre que un lector devuelve un libro y otro lo toma prestado deben mediar 14 días, periodo durante el cual las obras tendrán que permanecer "en un lugar apartado y separadas entre sí" para evitar que los libros sirvan de vehículo para el virus. 

"Nosotros mismos no sabemos cuándo vamos a volver", dice un trabajador de una biblioteca municipal sevillana. Para reincorporarse, los empleados públicos deberán seguir un protocolo que ayuntamientos y comunidades autónomas no han podido elaborar aún, debido a la tardanza de las directrices del Gobierno. Y luego está la cuestión de los espacios: "Las bibliotecas normalmente tienen ya problemas para acomodar los fondos", dice este trabajador, "y la verdad es que no sé dónde vamos a meter los libros en cuarentena ni de dónde van a sacar el material [en el BOE se dicta que los centros deberán "disponer de carros suficientes para su traslado"]. Algunas bibliotecas del centro tienen espacios muy estrechos y tendremos que pensar cómo respetar la distancia de seguridad". Todavía no hay fecha para la reapertura de estos espacios municipales en la ciudad. 

Tomarse "el tiempo necesario"

Y tampoco la tiene la Junta de Andalucía, que cuenta con su propia red de archivos y bibliotecas, y es también responsable de museos como el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, situado en Sevilla, que técnicamente podría estar abierto desde este lunes, pero que permanece cerrado sin fecha de reapertura. "Los centros de la Junta se están preparando", dice un portavoz de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico, "la idea es que vuelvan todos a la vez". Lo primero es que finalice la reincorporación de los trabajadores públicos, un proceso acordado con los sindicatos que se llevará a cabo paulatinamente y que empezará el 18 de mayo. Paralelamente, tendrá que llevarse a cabo la adecuación de los espacios a las normas de Sanidad. "Esta semana no creo que abramos, la semana que viene quizás, pero tampoco es seguro", indica este portavoz. Además, dentro de la Comunidad Autónoma dos provincias, Granada y Málaga, siguen aún en fase 0.

Los territorios que todavía no han entrado en esa nueva fase, y que tendrán por tanto más tiempo para analizar y adaptar la orden del Gobierno, tampoco garantizan que vayan a abrir sus bibliotecas en cuando les permitan pasar a la fase 1. En Madrid capital, la dirección general de Bibliotecas, Archivos y Museos trabaja para desarrollar sus protocolos, que "no están aún establecidos ni cerrados", y un portavoz del Ayuntamiento advierte de que la reapertura de sus centros "estará condicionada a la entrada en la fase que lo permita, pero eso no supondrá, en ningún caso, que vayan a hacerlo en ese mismo momento, sino que se tomará el tiempo necesario para garantizar la seguridad de trabajadores e usuarios". Una cosa es que la ley permita abrir desde el primer día de la fase 1 y otra cosa es que puedan cumplirse de inmediato los requisitos establecidos. 

La mayor parte de los grandes museos españoles están situados en territorios que continúan, por ahora, en la fase 0. Es el caso del Museo del Prado, el Reina Sofía o el Thyssen, en Madrid, y del CCCB o el Macba en Barcelona, pero también del Institut Valencià d'Art Modern (València), el Museo Nacional de Escultura (Valladolid), el Musac (León) o el Museo Picasso (Málaga). Euskadi es, por su parte, un caso particular. Allí se encuentra el Guggenheim, pero también el Bellas Artes de Bilbao o el Azkuna Zentroa, en esta misma ciudad, y, en teoría, podrían haber abierto el lunes, al pasar esta Comunidad a la fase 1. Sin embargo, el Gobierno vasco ha endurecido las medidas del Ejecutivo y no permite aún la apertura de museos y bibliotecas. En el Azkuna, de hecho, creen que no abrirán hasta junio: el centro interdisciplinar cuenta con salas de exposiciones, cines, biblioteca y hasta una piscina, y deberá haber establecido los protocolos correspondientes a todas esas áreas, u optar por abrirlas por partes. 

Apertura simultánea en Barcelona

Los grandes museos españoles no reabrirán sus puertas hasta junio

Los grandes museos españoles no reabrirán sus puertas hasta junio

Tampoco está asegurado que los grandes museos puedan abrir en cuanto se dé paso, en sus territorios, a la fase 1. En Barcelona, los seis principales centros de la ciudad —Fundació Joan Miró, Museu Picasso, Macba, Museu Nacional d'Art de Catalunya, Fundació Antoni Tàpies y CCCB— trabajan para abrir simultáneamente: "Creemos que es un gesto que subraya la aportación de la cultura y los museos a la ciudadanía y a las ciudades, y que suma valor de conjunto a nuestras instituciones", dicen desde el Macba. Esto significa que, antes de la reapertura, todos los centros tendrán que haberse adaptado a los criterios de Sanidad, algo que seguramente no pueda producirse, de manera inmediata, en cuanto la provincia alcance la fase 1. Entre los mandatos del Gobierno está la redacción de aforo a un tercio, pero también la instalación de vinilos en el suelo para marcar la distancia de seguridad, la supresión del servicio de consigna, lo que conllevará un cambio en las medidas de seguridad, o el establecimiento de un protocolo de desinfección regular de los espacios y superficies. 

En el Museo del Prado tampoco creen que pudieran abrir sus puertas en cuanto Madrid pase a la fase 1. "El propio protocolo de cambio de fase establece una serie de condiciones y requisitos que hay que cumplir para poder abrir, por lo que es inviable que ese mismo día se abra a la visita al público", dicen desde la pinacoteca, dependiente del Ministerio de Cultura. "Hay ya un equipo de personas trabajando para acelerar al máximo este proceso, pero no se trata tanto de abrir pronto como de abrir bien". Igual de cautos se muestran en el Museo Reina Sofía, también dependiente del Gobierno central y también en Madrid: "No hay aún una fecha concreta definida", dicen, y probablemente no se pueda contar con regresar antes de principios de junio. "Va a depender de las recomendaciones de las autoridades sanitarias y del Ministerio de Cultura, con quien estamos en permanente contacto. Hoy en día, instalados en la fase 0, es precipitado hablar de fecha de apertura", insisten.

Y no es que el cierre haya sido fácil. El Reina Sofía prevé una caída en los ingresos propios de 7 millones de euros, teniendo en cuenta tanto la taquilla como el alquiler de espacios o la venta de publicaciones —las normas de Sanidad, por cierto, no permiten reanudar la actividad de cafeterías o tiendas de museos tampoco en fase 1—. Para 2018, el centro tenía unas previsiones de ingresos, entre recursos propios y transferencias del Estado, de 39,5 millones. El Macba baraja pérdidas de 1,5 millones de euros, aunque se muestran esperanzados en que durante el verano crezca el número de visitantes locales, que ya suponen casi la mitad de su público. En el Prado no se atreven a dar estimaciones de pérdidas, pero sí señalan que "la venta de entradas es la primera fuente de ingresos del museo [en 2019, 21 millones de euros]" y que habrá que "construir un nuevo escenario presupuestario basado en la nueva realidad, que dibuja unas semanas en las que no hay movimiento entre provincias y unos meses sin visitantes extranjeros".

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