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Moreno trabaja en los 'bises' de los Grammys: quiere volver a pagar la fiesta más cara de la música latina en 2025

Los presentadores Danna Paola, Paz Vega, Sebastián Yatra y Roselyn Sánchez, durante la gala de entrega de los Latin Grammy 2023.

¿Le parece que todo en torno a los Grammys Latinos en Sevilla ha sido hiperbólico y gravoso (casi 30 millones de euros públicos) pero que usted no sabe de qué va esto y tiene dudas sobre el retorno de la cosa?

Pues todavía puede ir a más. Esa, al menos, es la intención formulada por la Junta de Andalucía, máxima pagadora de la fiesta a razón de 23 millones, un 80% de los cuales son Fondos Europeos (Feder) que tienen por objetivo, en su diseño, "contribuir a reducir las diferencias entre los niveles de desarrollo de las regiones europeas y mejorar el nivel de vida en las regiones menos favorecidas".

El resto de la factura, hasta los 30 millones aproximadamente, por servir de sede para la 24ª edición de los Latin Grammys, en la que ha sido la primera vez que estos premios salen de Estados Unidos, corresponde al desembolso de los cinco que ha hecho, desde las arcas municipales, el Ayuntamiento de Sevilla.

La cuenta también contempla el millón y medio que ha dispuesto RTVE para la retransmisión de la ceremonia y para el montaje del plató al aire libre a los pies de la Torre del Oro que ha acogido la emisión de varios especiales de la cadena a lo largo de una semana repleta de actos y fiestas a modo de prolegómenos de la gran gala celebrada en Sevilla.

Así, decimos, a su llegada a la alfombra roja en el Palacio de Ferias y Congresos de Sevilla (FIBES), el presidente andaluz Juan Manuel Moreno Bonilla celebró, pajarita mediante ante los micrófonos de Efe y Europa Press, el éxito de la organización y aspiró a acoger la edición en 2025: “Los americanos saben hacer bien las cosas y la organización de la Academia [Latina de Artes y Ciencias de la Grabación] es fabulosa pero Andalucía y Sevilla estamos acostumbrados a los eventos, lo sabemos hacer con talento y con alegría y prueba de ello es que están muy contentos, todo el mundo me felicita y alguno de los americanos me dicen que incluso se van a comprar una casa aquí, que se han quedado enamorados de una ciudad y una tierra que es maravillosa. Es verdad que el año que viene la gala vuelve a Estados Unidos y ya la Academia lo ha trasladado, pero en 2025 tienen intención de salir, competimos ya con otras ciudades porque ya se ha abierto el melón y vamos a intentar por todos los medios que en la edición de 2025 pudiéramos traerla de nuevo a Andalucía. Desde luego, por gestión no va a quedar. Creo que el retorno para Andalucía y para España es muy amplio, estamos hablando no sólo en términos económicos, sino en términos de proyección y en términos de marca”.

¿Cómo se calcula ese retorno?

Eso mismo se preguntaba, en las horas previas a la gala, el parlamentario de Adelante Andalucía José Ignacio García desde la tribuna de la cámara autonómica durante el debate de enmiendas a la totalidad del presupuesto andaluz para 2024, en una intervención en la que ya asumía su condición de aguafiestas de la noche.

“Gastar 22 millones de euros de fondos europeos en que los Grammys se celebren en Andalucía me genera algunas dudas, porque con este tipo de eventos siempre se hace un cálculo muy gracioso: vamos a recibir unos 50 millones de retorno de lo gastado gracias a que se celebran en Sevilla. ¿Cómo se hace ese cálculo? -preguntó a los diputados andaluces el parlamentario de izquierdas- Muchas veces se dice “vamos a calcular cuánto costaría en publicidad la serie de minutos que va a salir la palabra Sevilla en las televisiones, eso lo cuantificamos y así se cifraría ese supuesto retorno”.

Andalucía, es innegable, estuvo presente durante la gala y desde el inicio y no sólo porque una de sus presentadoras fuera la sevillana Paz Vega y porque la velada coincidiera con el Día Internacional del Flamenco. Sino porque fue referida en distintos discursos y en algunos vídeos.

Por ejemplo, Antonio Banderas, distinguido con el Premio Presidencia de la Academia Latina, hizo, una vez más, como hace cuando está al otro lado del charco y como hace siempre que se le pide (ahí está la hemeroteca como prueba de su innegable vocación de andaluz universal), de embajador de la marca Andalucía y tiró de los clásicos.

“Bienvenidos a España, bienvenidos a Sevilla, bienvenidos a mi querida Andalucía. Ha sido un acierto pensar en esta tierra, que es fértil para la creación artística. Es la tierra de Federico García Lorca, de Machado, de Velázquez y Pablo Picasso y de nuestro querido Paco de Lucía, entre otros. Andalucía es un pentagrama en el que se puede escribir la canción de tu vida”. Ovación cerrada del auditorio.

¿Cómo se puede medir el valor de estas palabras pronunciadas por uno de los actores más conocidos del orbe hollywodiense ante una audiencia televisiva de unos 100 millones de personas en todo el mundo al que se suma el incalculable número de personas que han visto y verán este discurso en todas las redes sociales que existan?

No hay estudio que pueda calcular con rigor de qué cifra estamos hablando. ¿Pero ha de hacerse esta campaña con dinero público?

Esta fue otras de las dudas que añadió el parlamentario José Ignacio García al respecto de los cálculos con los que las administraciones públicas respaldan la llegada de este tipo de eventos y argumentan lo conveniente de su factura en términos de inversión futura.

“Dudo que esa inversión que hemos hecho en los Grammys sirva para eso que dicen los propios fondos europeos en su teoría: que es la transformación económica, salir de la dependencia, ser mucho más estable en el crecimiento, tengo serias dudas de que esto vaya a servir para generar empleo de calidad”.

La lectura al respecto de esta gran gala, en la que triunfaron sobre todo las mujeres de la música latina –Shakira, Karol G y Julieta Venegas, con permiso de la Niña Pastori, que fue la primera en recoger su galardón con todo el acento de la Isla en sus palabras- va, como casi todo en la vida, por barrios.

Y quien dice barrios, dice sectores

Empecemos: el sector político, al menos de las instituciones promotoras, está henchido de orgullo ante semejante evento. A la reacción del presidente de la Junta de Andalucía cabe añadir la de su consejero de Turismo, Cultura y Deporte, Arturo Bernal, un experto en gestión de marca desde sus años como director general de Turismo de la Costa del Sol en la diputación de Málaga. “El sueño de que Andalucía y Sevilla organizaran un evento de la trascendencia mundial de los Latin Grammys ya es una realidad (…) Esto no acaba aquí ya estamos pensando en nuevos retos”.

También está contentísimo el alcalde de la ciudad anfitriona, Sevilla. Apenas unas horas después de la ceremonia, José Luis Sanz hizo balance y dio las gracias a la Junta de Andalucía por “negociar” la llegada de los Latin Grammys: “Sevilla durante toda una semana ha sido capital mundial de la música; anoche millones de personas estuvieron pendientes de una ciudad que se llama Sevilla”. ¿Eso qué ha conseguido?, se autopreguntaba el alcalde en un audio remitido por la prensa a los medios: “Ha conseguido que anoche millones de personas en todo el mundo se quedaran con ganas de conocer una ciudad que a lo mejor no conocen y que incluso muchos pensaran que Sevilla es una ciudad magnífica para invertir”.

Ante los micrófonos de Canal Sur Radio, esta misma semana el alcalde ya avanzó que va a “intentar” que en los próximos años la gala vuelva a la capital andaluza.

Para respaldar ese intento, el alcalde hizo, a fin de cuentas, una de las cosas que mejor saben hacer los sevillanos: presumir de ciudad (y con razón, sí, sí). “¿Cómo va a ser lo mismo recibir a los nominados en una cena de gala en los Reales Alcázares que rodeados de máquinas tragaperras?”, sostuvo José Luis Sanz en referencia a la última gala de los Grammys, que se celebró en la ciudad de Las Vegas.

Comparaba el escenario de fondo con la gran recepción de artistas brindada por el Ayuntamiento en el patio de la Montería del Palacio amurallado que ha contemplado, a lo largo de los siglos, la historia de España y que es, todavía hoy, residencia oficial de la familia real.

“¿Dónde se van a llevar el año que viene la gala para que no les apedreen los nominados?”. Más allá de las bromas, formuladas por quien es conocido por su manifiesta seriedad en público, el alcalde está haciendo valer estos días con los responsables de la Academia Latina de la Música, en concreto con Manuel Abud, CEO de la institución, y con todos los interlocutores que encuentra en su camino, que Sevilla (así, a nivel general) se ha volcado en dar la bienvenida a todas esas estrellas de la música latina invitadas que desde hace más de una semana se han dejado ver por las calles de la ciudad (aunque poco, a decir de muchos fans) y por todas esas fiestas privadas en salas más exclusivas de la ciudad en las que se han agasajado a los nominados a los Grammys, un éxito seguro sin sevillanos.

Las redes sociales son testigo estos días del anecdotario propio que propicia un evento así: Rosalía ha firmado autógrafos a las puertas del Hotel Alfonso XIII y ha recibido estampitas de la Macarena, el rapero Ozuna ha rezado a los pies del Cristo de la Buena Muerte de la iglesia Omnium Sanctorum, en la mismísima calle Feria que retrató Chaves Nogales en su célebre biografía de Juan Belmonte, y Manuel Carrasco y Camilo sacaron sus guitarras y cantaron para sus fans en la avenida de la Constitución para mayor disfrute de sus seguidores.

Seguidores locales, fans venidos de fuera, artistas y sus séquitos, equipos técnicos de la gala y todos sus eventos paralelos… No hay duda, en Sevilla se ha hecho negocio y ha sonado mucho la caja.

El cálculo que hace Sanz de esta operación es que “el impacto económico que ha tenido los Latin Grammys en Sevilla está en torno a los 100 millones de euros y millones de personas pensando que pueden invertir en una ciudad como ésta”.

Si bien es un misterio los mimbres con los que se ha hecho estas cuentas, pero al parecer al munícipe le cuadran.

Y también a algunos sectores de la ciudad: a los clásicos beneficiarios, el hostelero y el hotelero (lleno total en los 11 hoteles de cinco estrellas de la ciudad), se han sumado en esta cita el diverso sector de la logística de eventos, que va desde los equipos de producción, las empresas de catering, de seguridad, de instalación y un sinfín de negocios relacionados con la imagen (peluquerías, maquillajes, manicura y un larguísimo etcétera que se han encargado de que las estrellas de la música latina hayan lucido bellas y rutilantes).

Ha habido negocio, claro que sí, muchísimo por ejemplo para las empresas de VTC y, en concreto, para la multinacional Uber, que ha sido patrocinador oficial de los premios.

Y por eso se ha quejado, y mucho, el gremio del taxi. Los taxistas sevillanos han mostrado su “descontento” con la organización que ha supuesto, han argüido, “la paralización” de este sector, ya que, según advierten, “el servicio público del taxi ha sido apartado”. “Está siendo una semana nefasta para nuestras recaudaciones”. "Aquí ha venido un patrocinador, ha puesto el dinero, ha puesto los millones, pero también ha puesto las condiciones y, sin reparo, el Ayuntamiento se ha plegado a todas y cada una de esas condiciones", ha criticado David Capelo, el presidente de la Federación de taxis de Andalucía y de Sevilla.

Este mismo sector alerta que estos días los precios en los hoteles “se han disparado”, algo que tiene “un efecto disuasorio tremendo” en el turismo nacional y habitual de la ciudad de Sevilla. Esta podría ser, en negativo, una de las consecuencias futuras de los Grammys.

Para los sectores que no han visto un duro y para todos los vecinos afectados por los cortes de tráfico e incluso multas por retirada de vehículos para la instalación de los dispositivos de seguridad, el alcalde ha pedido “perdón por las molestias que haya podido organizar este evento mundial” pero, ha declarado en lo que podría interpretarse como un cuento de la lechera versión Latin Gammys, “tenemos que ser comprensivos, porque esto no trae sólo turismo, sino inversiones y mejora de la calidad de vida futura de los sevillanos”.

¿De qué sevillanos habla? En la ciudad con el triste récord de tener seis de los quince barrios más pobres de España a los que apenas llegan migajas de los Fondos Feder en cada reparto de presupuesto anual, la respuesta a esta pregunta da para otro artículo.

Las mejores imágenes de la gala de los Latin Grammy en Sevilla

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De momento, lo que hay firmado por parte del Gobierno andaluz de Juanma Moreno es acoger hasta 2025 una serie de conciertos por distintas ciudades andaluces de los llamados Latin Sessions.

Lo bien que se vive aquí y lo bien que se come. India Martínez.

Andalucía es un pentagrama en el que se puede escribir la canción de tu vida.

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