sequía

La cosecha de aceite de oliva ya no la salva ni la lluvia: el precio seguirá en niveles récord

Tres personas trabajan en la explotación de un olivar.

La lluvia no mejorará el panorama del aceite de oliva, que esta semana ha alcanzado un precio de origen récord superior a los 6 euros. Es la conclusión de los propios productores, que lamentan que ha vuelto a pasar lo mismo que en la cosecha anterior: el calor ha quemado la flor del olivo y la cosecha se ha perdido, aunque luego el tiempo se haya vuelto más benévolo. “Lo normal es que después de una cosecha mala venga una buena. Estamos ante un escenario sin precedentes: nunca ha habido tan poco aceite de oliva en relación al consumo”, explica a infoLibre Juan Luis Ávila, responsable del sector del olivar de la organización agraria COAG.

El Ministerio de Agricultura está cerrando ahora las cifras definitivas de la campaña 2022/2023, que se terminó de recoger a principios de este año, y lleva una producción acumulada de 661.500 toneladas, frente a 1.476.000 que aproximadamente había por las mismas fechas del año anterior. Según las estimaciones del sector a principios de año, la cosecha terminaría con 780.000 toneladas, frente a casi los 1,5 millones recogidos en la temporada 2021/2022. Es decir, una caída de casi la mitad de un año para otro.

La de 2023/2024, que es la que está floreciendo ahora, no va por mejor camino. Ha vuelto a ocurrir lo mismo que el año pasado, el calor ha quemado la cosecha y ha impedido que se desarrolle el fruto. “Podría compararse con un precedente similar, en las cosechas del año 1995. Pero el consumo de aceite de oliva era mucho más reducido.  La diferencia entre la producción y el consumo ahora mismo es exagerada”, señala el portavoz de COAG.

El precio seguirá por las nubes y los clientes españoles “huyen”

El grave problema de oferta que presenta el olivar español, sumado a la insólita escalada de los precios energéticos, ha multiplicado el precio del aceite de oliva que, en origen, ya está de media en más de seis euros. “Es muy difícil que el consumidor acepte estos precios”, explica a infoLibre Rafael Pico, director de Asoliva, la asociación que reúne a las empresas exportadoras del mencionado aceite. 

El ministro de Agricultura, Luis Planas, durante una feria internacional de aceite de oliva que se celebró en Jaén a mediados de mayo, afirmó que esperaba que no se produjera una “ruptura de stock”. Esto quiere decir que el Gobierno espera que la actual producción satisfaga la demanda, tanto nacional como internacional, del aceite de oliva. El ministro, por lo tanto, se consideró “optimista”. 

Sí, con matices”, advierte el portavoz de los exportadores de aceite de oliva. “El matiz es muy importante: las exportaciones se han reducido un 40% en volumen en lo que llevamos de año. El consumo interior, un 30%. ¿Va a haber aceite de oliva? Sí. Pero porque el precio de origen hace que sea difícil venderlo. Es el precio el que va a regular la oferta y la demanda: si este fuera otro, sí habría desabastecimiento”, explica Pico. 

El portavoz de los exportadores ve un claro riesgo para la industria española del aceite de oliva: los consumidores se van y la fidelidad se pierde. “En el mercado nacional, el aceite de girasol es el claro competidor. Pero en los mercados internacionales hay muchos más: el aceite de girasol, pero también el de canola, el de soja, el de maíz… Es cierto que son mucho menos beneficiosos para la salud, pero son mucho más baratos”, explica Pico. 

No queda ahí: también hay competidores para España en la producción del aceite de oliva. “Países como Túnez, Turquía, Siria o Marruecos producen aceite de oliva a precios más bajos. Es preocupante. España produce el 50% del aceite de oliva. Por eso cuando hay sequía, esta tiene una repercusión en el mercado mundial. Pero no hay que olvidar que hay competidores y no se debe enseñar a los países importadores de aceite de oliva que hay otros caminos que pueden recorrer”, explica el portavoz de Asoliva, en referencia a que la situación puede alimentar la competencia de los productores españoles.

Pese al elevado precio del aceite de oliva, los agricultores lamentan que los costes de producción siguen estando por encima de lo que ganan. En datos difundidos en diciembre, los agricultores de COAG estiman que el coste de producción de un kilo de aceite de oliva virgen extra les cuesta 8 euros.

La lluvia no cambiará (apenas) la situación

La lluvia le ha dado trabajo a Rafael Pico, que explica que sus clientes internacionales ya saben que en España está lloviendo y ya se están interesando por el aceite: “Ayer tuvimos una reunión con un cliente de EEUU. Como han visto que ha empezado a llover, nos han preguntado, porque prácticamente pueden pensar que el aceite ya está en la botella y de camino a EEUU, y nada más lejos de la realidad. Las primeras botellas de esta cosecha saldrán en diciembre o enero”, explica. 

El 80% del campo español ya está "asfixiado" por la sequía

El 80% del campo español ya está "asfixiado" por la sequía

El portavoz de los exportadores cree que si las precipitaciones tienen algún efecto beneficioso, empezaría a notarse a finales de año. “Pero no veo, de todas formas, que haya un cambio de circunstancias para que haya una variación de precio”, añade. Los productores ven un posible beneficio residual, que no cambiará las grandes cifras: “Esto va a tener una repercusión en las zonas donde la aceituna se desarrolla muy tardía, en la sierra, pero ahí se produce un volumen muy pequeño”, explica Juan Luis Ávila, de COAG.

El Ministerio de Agricultura, ante la consulta de infoLibre, considera que es imposible hacer una estimación del impacto de las lluvias de estos días en las cosechas del olivar. Fuentes gubernamentales aplauden que por fin esté lloviendo, y coinciden con el análisis de los agricultores: será beneficiosa en algunas zonas aún está en proceso de floración, pero en otras ya esa etapa ha quedado atrás. 

El portavoz de COAG lamenta la mala suerte de empalmar dos temporadas de olas de sequía y calor en el peor momento de la cosecha. “El olivo es una cosecha que parte de cero. Cuando un año da poco fruto, al año siguiente da bastante. Si hubieran caído en Jaén apenas 60 o 70 litros en marzo o abril, solo esa cantidad hubiera sido suficiente. No esperábamos otra cosecha tan mala. Si pasas por Jaén, ve al campo y mira la aceituna que hay”, lamenta Ávila.  

Más sobre este tema
stats