las lagunas de la recuperación

El pinchazo del turismo propicia la mayor destrucción de empleo en un primer trimestre desde 2014

El aumento del paro hasta marzo se debe al pinchazo del turismo.

El primer trimestre de 2018 ha resultado más desfavorable de lo que suelen ser siempre los arranques de cada año en términos de empleo. Se han perdido 124.100 empleos respecto a diciembre de 2017 y el paro ha crecido en 29.400 personas, según los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA). La diferencia entre una cifra y otra se explica porque, además, la población activa –el número de mayores de 16 y menores de 65 años en disposición de trabajar– se ha reducido en 94.700 personas. El recorte del número de ocupados casi duplica el registrado en los dos últimos años y es el mayor en un primer trimestre desde 2014, mientras que el aumento de los parados es el más intenso en un primer trimestre desde 2013. La caída del número de activos también es la de mayor volumen desde 2015.

Las cifras confirman que la creación de empleo se ralentiza. El número de ocupados ha crecido un 2,36% respecto al mismo trimestre del año anterior, mientras que las tasas de variación anual de los tres trimestres anteriores alcanzaron el 2,8%, 2,82% y 2,65%. El ritmo, por tanto, ha caído casi cinco décimas en un año.

La culpa de esta pérdida de brío hay que echársela al pinchazo del motor de la economía y empleo en España, el turismoel turismo. El sector servicios ha eliminado 110.500 empleos de enero a marzo. Y de ellos, 96.000 corresponden a la hostelería: tres de cada cuatro de los puestos de trabajo destruidos. Es el mayor recorte que ha sufrido la ocupación en esta rama de actividad desde 2009. Los tres primeros meses del año corresponden a la temporada baja del turismo, cuando el empleo se reduce al mínimo hasta que llega la Semana Santa. En 2018, el calendario la ha incluido en el mes de marzo, pero el esperable tirón de actividad –y ocupación– no se ha producido. Ya el año pasado se destruyeron en la hostelería 80.800 puestos de trabajo en el primer trimestre, pero la Semana Santa cayó entonces en abril. La pérdida de empleos durante los primeros trimestres de 2014 a 2016 no superó en ninguno de ellos las 45.300 personas. Es decir, este año la caída ha duplicado esos descensos.

La misma imagen revelan las cifras de paro. De los 91.300 nuevos desempleados del primer trimestre, 89.000 corresponden a la hostelería. El año pasado el paro en esta rama de actividad sólo creció en 58.900 personas. La sangría de empleo de la hostelería se suma a la del comercio –26.900 parados más–, con aumentos menores en industria –8.600 más–, agricultura –7.600– y construcción –6.300–, pero se ha compensado, en parte, con la reducción en el número de quienes buscan su primer empleo –46.900 menos– y quienes han encontrado uno tras pasar más de un año sin trabajo –37.400–.

Otro dato que confirma el fiasco laboral del turismo hasta marzo es la distribución geográfica del paro y la pérdida de ocupación. Baleares, comunidad turística por excelencia, encabeza la destrucción del empleo, con un descenso del 6,08% en el número de ocupados. Le siguen Castilla-La Mancha, con un 2,74%, y Murcia, con un 2,23%; es decir, las islas casi triplican la merma de empleo de sus inmediatos perseguidores. El archipiélago balear también lidera el aumento del paro, que ha subido nada menos que un 37,3% en el primer trimestre. En 2017, el desempleo creció mucho menos, un 20,34%. La segunda comunidad en que más subió el desempleo este año fue Navarra, con un 8,92%, cuatro veces menos que Baleares.

En términos absolutos, las islas han destruido este primer trimestre 31.600 empleos, casi el doble que el año pasado, 16.700, cuando la Semana Santa cayó fuera del periodo analizado. De hecho, Baleares no registraba una caída de tal volumen en el empleo desde 2014, cuando perdió 36.300 ocupados. Este año sólo la Comunidad Valenciana supera al archipiélago, con 38.200 ocupados menos, aunque porcentualmente su aumento es mucho menor, el 1,87%.

España pierde 821.600 activos desde 2012

La tercera variable adversa este primer trimestre ha sido la tasa de actividad, que baja hasta el 58,46%, la menor desde el segundo trimestre de 2006. Desde que alcanzó su máximo, en el tercer trimestre de 2012, el 60,55%, el número de activos ha disminuido en 821.600 personas. Las comunidades autónomas que más activos han perdido en el último trimestre han sido Cantabria (-1,98%), Castilla-La Mancha (-1,57%) y la Comunidad Valenciana (-1,44%). En términos absolutos, no obstante, Comunidad Valenciana y Cataluña encabezan el descenso, con 35.200 y 33.500 activos menos. En Madrid y Andalucía, por el contrario, crecen quienes están disponibles para el trabajo: 11.600 más en la primera y 11.300 más en la segunda.

La tasa de actividad española queda muy lejos de la sueca (65%), la holandesa (64,1%), la británica (62,9%) o la alemana (60,9%). Y según las previsiones del Instituto Nacional de Estadística (INE) va a seguir bajando en los próximos años, hasta quedarse en un 53,84% en 2029, casi cinco puntos porcentuales menos que en la actualidad.

Iván Murray: "La turistización es la muerte de la ciudad"

Iván Murray: "La turistización es la muerte de la ciudad"

El envejecimiento de la población, así como el desánimo de los trabajadores en una crisis inusualmente larga y una recuperación titubeante explican el recorte de la población activa. De hecho, los parados de larga duración –un factor de riesgo para el desánimo laboral– representan la mitad de los desempleados. Tras el pinchazo de este primer trimestre, la tasa de paro ha aumentado en España hasta el 16,74%, dos décimas más que en diciembre. Ya es el segundo trimestre consecutivo en que crece. De los 3,79 millones de desempleados que mide la EPA, 1,88 millones llevan más de un año sin trabajo. A su vez, el 72% de ellos superan los dos años en el paro, son desempleados de muy larga duración. Y su número es el que más está costando reducir: sólo han encontrado empleo 1.700 en estos tres meses.

También se ha recortado en el comienzo del año la tasa de temporalidad, seis décimas, hasta quedarse en el 26,1%. La reducción se debe a que un total de 128.900 trabajadores con contrato temporal perdieron su trabajo, mientras que sólo 1.400 con contrato indefinido fueron despedidos. Igualmente se ha cebado el recorte de empleo en los trabajadores a jornada completo: 133.100 menos en tres meses. Aun así, aumenta el porcentaje de los empleados a tiempo parcial, hasta el 14,91%.

Tampoco ha mejorado de enero a marzo la situación de los hogares con todos sus miembros en paro, que han crecido en 31.300. Hay 1,24 millones de familias donde todos sus integrantes están sin trabajo, el triple de los que había en 2007. Además, 608.600 hogares carecen de ingresos procedentes de un salario, una pensión o una prestación por desempleo.

Más sobre este tema
stats