El riesgo sistémico ante la recesión no está en la banca, sino en los sectores más opacos de los mercados

Asistentes a un evento sobre criptomonedas en Madrid, en agosto de 2022, lanzan billetes al aire.

Esta vez, las mayores preocupaciones no están en la banca. Ante un potencial escenario económico más crudo que el que esperan los organismos internacionales, el Banco Central Europeo cree que los bancos están lo suficientemente preparados para poder hacer frente a una sequía de liquidez o ante una nueva oleada de morosidad, similar a la que sucedió tras la crisis financiera. “Los bancos europeos tienen mucho más capital y liquidez que en la crisis de 2009 y 2010. Es una situación, sin duda, mucho mejor”, expresó el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, este lunes, durante un desayuno informativo. De Guindos, sin embargo, sí ve en otros sectores lo que se conoce como “riesgos sistémicos” para una economía, como los llamados hedge funds o las criptomonedas.

“Riesgo sistémico es que algo sea lo suficientemente grande como para que el problema trascienda. Que haya un problema con una entidad y que el problema se contagie a otras partes del sistema financiero”, explica Luis Garvía, director del Máster de Riesgos Financieros de la Universidad Pontificia Comillas-ICADE. 

En respuesta a la crisis financiera, el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea –el organismo mundial que vela por la actuación prudente de los bancos– tejió el mercado regulador conocido como Basilea III. Este marco obliga a las entidades financieras a reforzar sus reservas de capital para hacer frente a posibles crisis de liquidez o retiradas masivas de efectivo. 

“Lo que dice De Guindos es que la banca ha hecho los deberes. Está mejor preparada que otros sectores. En 2008, después de que la Reserva Federal dejara caer a Lehman Brothers, Islandia quebró a los dos meses”, explica el profesor Garvía. Tras la caída del gigante financiero, se cerró el crédito global y los bancos islandeses, que estaban muy endeudados, quebraron. “Hasta 2013 se sintió la onda expansiva en Europa. Por eso se tomaron las decisiones de Basilea III. Los bancos están mejor preparados hoy para hacer frente a un problema asociado a la morosidad”, explica el profesor.  

El analista financiero Javier Santacruz, consultado por infoLibre, coincide con el profesor: “Es cierto que la banca está mejor”, explica, y añade: “La presión regulatoria ha hecho que los bancos duplicaran su nivel de capital, respecto a lo que había antes de 2008. Todos los ratios están muchísimo mejor, incluyendo liquidez, endeudamiento, solvencia… Son colchones anticíclicos”.

El peso de los mercados financieros aumenta en Europa

Las reglas de Basilea han contribuido a dibujar un panorama diferente en la financiación de las empresas en Europa. Históricamente, han coexistido dos modelos financieros: el anglosajón y el continental. Uno de los factores que los distingue es a quién recurren las empresas mayoritariamente para financiarse. En el primero, predominante en EEUU, los mercados financieros suponen la principal fuente. Las empresas, cuando necesitan buscar fondos para invertir, emiten deuda a corto o largo plazo para financiarse. En el segundo, el que más peso ha tenido históricamente en Europa, las empresas recurren a los bancos.

Las normas de Basilea han limitado la capacidad de los bancos para dar préstamos de manera “indiscriminada”, dado que ahora se exige una mayor responsabilidad y garantías de que el prestatario está en condiciones de devolver el crédito facilitado. Es uno de los factores que ha provocado un mayor acercamiento de las empresas a los mercados financieros, como vía alternativa de financiación, desdibujando las fronteras entre el modelo anglosajón y continental. 

“Vemos que en los últimos años el sector financiero no bancario ha ganado mucho peso. Antes era del 70% [bancos] y 30% [sistema financiero], y hemos acercado hacia el 60% y el 40%. EEUU es una economía mucho más versada en mercados de capitales”, explicaba este lunes el propio De Guindos. “Antes de 2008, el mercado de capitales tenía un papel testimonial en la financiación de las empresas europeas, al revés que en EEUU. No ha llegado a darse la vuelta, pero sí que ha aumentado mucho su peso", añade el analista Santacruz. 

Los ‘hedge funds’: fondos de inversión con menos limitaciones 

Dentro de los mercados financieros hay activos con un perfil de riesgo muy diferente. Los fondos de inversión deben cumplir unas estrictas normas para compensar riesgos y son supervisados permanentemente, por lo que, por ejemplo, no pueden invertir en criptomonedas. No obstante, los llamados hedge funds, “fondos de cobertura”, escapan a estas normas. Son fondos que, en búsqueda de una rentabilidad mayor, asumen un riesgo mucho más alto que los fondos de inversión tradicionales, propiciados por unas limitaciones legales menores. 

Estos fondos recurren a derivados financieros en sus operaciones. Así lo explica Luis García, experto en riesgos financieros: “Por ejemplo, yo te pido dinero, pero tú no te fías de mí. Entonces recurrimos a una tercera persona, que hace de aval. El dinero de la persona que me avala no sale de su balance, pero está cubriendo un riesgo. Ese instrumento de cobertura me permite a mí obtener tu dinero, aunque el riesgo lo asume un tercero. Cuando esto se multiplica, y empiezo a hacer muchas coberturas, pierdo de vista el dinero real que hay en los balances. Todo se vuelve opaco. En este sentido, si uno es profesional no tiene por qué haber problemas. Pero si alguien es un poco pirata, pueden pasar cosas graves sin que lo podamos prever. Si es algo demasiado grande, puede haber riesgo sistémico sin que nos enteremos”, añade. 

Los hedge funds manejan masivamente estos derivados financieros. El profesor Garvía estima que se mueven alrededor de 400 billones de dólares en derivados, una cifra cuatro veces mayor al PIB mundial. “Son fondos sin apenas regulación”, explica Garvía. “Pueden invertir su capital básicamente en lo que quieran. Hubo un hedge fund llamado Long-Term Capital Management (LTCM) que gestionaba una cantidad enorme de dinero, gestionado por distintos Premios Nobel. Y quebró. Le pilló una crisis asociada a Rusia y supuso un agujero gordo en la economía. Son fondos que tienen un alto riesgo y también una relativa opacidad”, explica el profesor. 

En este sentido, el analista Javier Santacruz no lo considera un riesgo especialmente relevante: "Lo que sí veo es que obviamente las pérdidas que se están produciendo en 2022 son astronómicas. Pero no creo que exista un riesgo sistémico para la economía derivado de los hedge funds".

El criptomundo no tiene suficiente peso para desestabilizar al mercado

Si algún activo está estrechamente relacionado con la noción de riesgo, son las criptomonedas. Las últimas noticias sobre FTX, la plataforma de intercambio en la que aparentemente se incubó un fraude multimillonario, han empezado a provocar un efecto salida del sector, ante la posibilidad de que contagie a otras plataformas.

Los organismos europeos van avanzando a marchas forzadas para regular un sector que está fuera de la vista de los supervisores. Es una iniciativa que se espera que prospere en las próximas semanas. No obstante, esto no solucionará el problema. “Europa no puede sola”, admitió este lunes De Guindos. “Tiene que ser global. Porque si no, nos encontraremos alguna plataforma que funcione en Bahamas, que está fuera de lo que es la regulación de Europa y EEUU, que puede jugar con el arbitraje de regulación”, advertía el vicepresidente del BCE.

No obstante, según los expertos consultados, el mercado de las criptomonedas no debería suponer mayor riesgo más allá de las propias personas y empresas que hayan especulado con ellos. “El volumen de las criptomonedas no tiene un volumen lo suficientemente grande como para contagiar al sector financiero en caso de debacle”, explica Luis Garvía. “Es un mercado valorados en unos 200.000 millones de dólares, es decir, 0,2 billones. El PIB mundial es de 96 billones”, añade el profesor. Javier Santacruz coincide: "El mundo de las criptomonedas, además, está muy aislado del resto de actividades financieras y de los fondos de inversión. Por el cumplimiento normativo, los bancos europeos no pueden invertir en bitcoin, por ejemplo", señala.

Este analista asume estos posibles riesgos, tanto el de los hedge funds como el de las criptomonedas, advertidos por Luis de Guindos, con serenidad: "Sinceramente, creo que De Guindos se calla aposta un dato. No puede haber un riesgo sistémico en la economía europea mientras haya un exceso de liquidez de 4,5 billones de euros. Lagarde ya ha empezado a decir que va a retirar liquidez a partir de febrero [como parte del programa del BCE para reducir la inflación]... Pero mientras exista esa liquidez sobrante no hay riesgo sistémico", remacha el analista.

Más sobre este tema
stats