IGUALDAD

"¡Quitad vuestras sucias manos de los niños!": así tergiversa la derecha las palabras de Irene Montero

Manifestantes convocadas por Hazte Oír se concentran para pedir la dimisión de Irene Montero.

La Comisión de Igualdad en el Congreso celebraba este miércoles su vigésimo tercera sesión. Sobre la mesa, los principales asuntos de la agenda feminista: reforma del aborto, permisos iguales e intransferibles, violencia machista, prostitución… y educación sexual. El transcurso de la sesión se sucedió sin grandes estridencias y sin ninguna previsión especialmente llamativa. Nada fuera de lo habitual. Esa aparente normalidad se resquebrajó cuando un extracto de la intervención de la ministra Irene Montero fue a parar a las redes sociales y a manos de la derecha. Unas declaraciones en las que la mirada reaccionaria ve incitación a la pederastia han prendido una mecha de odio contra la ministra, peticiones de dimisión y hasta una querella.

Para empezar, un poco de contexto. Irene Montero se dirige a Lourdes Méndez Monasterio, diputada de Vox, para responder a las críticas en torno a la reforma del aborto, especialmente duras en lo que respecta a las menores de dieciséis y diecisiete años. En su réplica, la ministra recuerda que la ley no solamente garantiza derechos reproductivos para las menores, sino también una educación sexual garantista, "un derecho de los niños y las niñas, independientemente de quienes sean sus familias". Así, añade la líder morada, "todos los niños, las niñas, les niñes de este país tienen derecho a conocer su propio cuerpo, a saber que ningún adulto tiene derecho a tocar su cuerpo si ellos no quieren y que eso es una forma de violencia". Tienen derecho, completaba Montero, "a conocer que pueden amar o tener relaciones sexuales con quien les dé la gana, basadas eso sí en el consentimiento. Y eso son derechos que tienen reconocidos".

La derecha ha retorcido estas palabras hasta llegar a una conclusión cuanto menos sorprendente: Irene Montero, dicen, hace apología de la pederastia. "Irene Montero debe dimitir inmediatamente tras las barbaridades que vertió ayer, en nombre del Gobierno de España, sobre relaciones sexuales entre niños y adultos. Es una temeridad que en manos de esta gente esté la protección de los hijos de los españoles", sentenció el diputado Edmundo Bal. Lo completó Inés  Arrimadas, al añadir que "pasan las horas e Irene Montero sigue sin rectificar estas intolerables palabras. Alguien así no puede ser ministra del Gobierno de España. Un motivo más para ser cesada". El conservador Rafael Hernando lo tachó de "bochornoso" y aseveró que la titular de Igualdad "induce el delito entre niños y menores".

Pero ha sido Vox quien se ha llevado el oro. El partido de Santiago Abascal anunció este viernes la presentación de una querella ante el Tribunal Supremo contra la ministra. El motivo, alegan, un presunto delito de corrupción de menores. "Es urgente que esta señora dimita o sea cesada. Y que cierre ese ministerio totalitario al salir. ¡Quitad vuestras sucias manos de los niños!", lanzó Santiago Abascal.

Irene Montero afirmó este jueves sentir "vergüenza" ante "la campaña de la extrema derecha". En los pasillos del Congreso, zanjó la polémica: "Contra mí que digan lo que quieran, pero la educación sexual es un derecho de los niños, las niñas y los adolescentes de nuestro país".

¿Qué dicen los organismos internacionales sobre la educación sexual? La Unesco considera que "una educación en sexualidad de calidad incluye una educación sobre los derechos humanos, la sexualidad humana, la igualdad de género, la pubertad, las relaciones sexuales y la salud reproductiva", e indica que su propósito es "dotar a la infancia, a la adolescencia y a la juventud de conocimientos basados en datos empíricos, habilidades, actitudes y valores que les empoderarán para disfrutar de salud, bienestar y dignidad", además de "entablar relaciones sociales y sexuales basadas en el respeto". La ONG Save the Children, por su parte, destaca que "la educación es una forma de empoderamiento para niñas, niños y adolescentes", por lo que reclama una educación afectivo-sexual basada en "el consentimiento, la autonomía del cuerpo y el desarrollo de las emociones, de la comunicación y de relaciones igualitarias que superen las estructuras de género desigualitarias, así como la heteronorma".

¿Tiene esto alguna relación con la pederastia? No. Pero el discurso que lo vincula no es, en realidad, novedoso. Lo saben bien los colectivos LGTBI, señalados por la extrema derecha por, supuestamente, fomentar la "pedofilia y la zoofilia" a través de sus talleres de educación en diversidad. Así lo ha afirmado en diversas ocasiones la diputada ultra Rocío Monasterio, y en junio del año pasado un vocal de Vox en el madrileño distrito de La Latina preguntó al grupo de Más Madrid si estaba a favor de "las prácticas sexuales con menores" y si defendía "la pedofilia", haciendo referencia a un bulo que ligaba al colectivo LGTBI con prácticas delictivas. 

El machismo en Afganistán

No es la primera vez que la derecha mediática y política hace un ejercicio de papiroflexia con las palabras de la ministra de Igualdad. Ocurrió también en septiembre del pasado año, a cuenta de la situación de las mujeres en Afganistán tras el asalto talibán al poder. En una entrevista emitida en Radiocable, con Fernando Berlín al frente, la ministra afirmó que "todas las culturas y todas las religiones tienen formas, con diferentes niveles de dureza de esa violencia, de oprimir a las mujeres". Sus palabras fueron interpretadas por algunos sectores como una osada comparación entre la equidad de género en Afganistán y España. Ciudadanos llegó a registrar una proposición no de ley exigiendo una reprobación de la ministra.

El partido naranja consideraba "inconcebible" que la titular de Igualdad "comparara en una entrevista la situación crítica a la que se enfrentan las mujeres y niñas afganas con la situación en España, uno de los mejores países del mundo para ser mujer". A su juicio, "querer comparar dos realidades tan opuestas no sólo es un insulto a la inteligencia, sino también una banalización del horror que están viviendo actualmente las mujeres y niñas que, desgraciadamente, no hayan podido salir de Afganistán".

¿Qué fue exactamente lo que dijo Irene Montero? En primer lugar, hay que destacar la pregunta del entrevistador. Berlín recordaba durante la conversación que "una de las primeras medidas" de los talibanes fue la "segregación por sexos", una situación en la que algunas voces ven "paralelismos con algunos vestigios del pasado en España, salvando todas las distancias". Entonces preguntó: "¿Estamos lejos del fundamentalismo en España?".

Es entonces cuando la ministra subrayó que "todas las culturas y todas las religiones" tienen formas de "oprimir a las mujeres y disciplinar sus cuerpos". En España, completó, existen "tasas todavía intolerables de asesinatos machistas", pero también feminicidios fuera del marco de la pareja o expareja y "tasas increíbles de violaciones y violencias sexuales que están normalizadas". En su proposición no de ley, la propia formación naranja aseveraba que "aún hay mucho camino para garantizar la igualdad efectiva" en suelo español.

El propio Fernando Berlín aclaró, en un vídeo publicado en redes sociales tras la entrevista, que "quien encuentre" en las palabras de Irene Montero "una equiparación" entre lo que se vive en España y en Afganistán "está desviando el tiro".

Madres protectoras y "animar al secuestro"

La defensa a ultranza de la ministra de las denominadas madres protectoras también ha dado pie a malinterpretaciones sesgadas y graves acusaciones. Así ocurrió tras el indulto parcial concedido a María Sevilla, expresidenta de la organización Infancia Libre, a finales de mayo. Entonces, la presentadora del programa Espejo Público, Susanna Griso, afirmó que Irene Montero "está animando a las madres protectoras a que secuestren a sus hijos".

La conductora del matinal no fue la única en sugerirlo. Irene Montero siempre se ha referido a casos como el de María Salmerón, Juana Rivas, María Sevilla o Irene Costumero como "madres protectoras" que están "defendiéndose a sí mismas y a sus hijos e hijas de la violencia machista", pero en ningún caso ha hecho una defensa de delitos como la sustracción de menores.

El consejero de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid, Enrique López, llegó a afirmar durante una sesión de control que Montero "justifica delitos graves" como los secuestros. A la pregunta del diputado de Vox Pablo Gutiérrez sobre la atención a víctimas de secuestros de menores, el responsable madrileño se refirió directamente a la titular de Igualdad y subrayó que "no se pueden justificar graves delitos y no se pueden conceder indultos injustos porque parece que un padre y una madre pueden hacer lo que les dé la gana con sus hijos".

A finales de 2021, la ONU reconoció su preocupación ante los numerosos casos de madres que denuncian la violencia de género y sexual que han sufrido tanto ellas como sus hijos por parte de sus parejas. En un comunicado, el organismo internacional exigía a España "hacer más" para reforzar la protección de los niños en el sistema judicial, donde percibió un "patrón estructural" que deja a las víctimas desamparadas.

El falso silencio sobre la valla de Melilla

También los dardos van dirigidos a Irene Montero cuando no se trata de asuntos estrictamente propios de su departamento. El pasado verano, medios de comunicación y líderes políticos criticaron el "silencio" de Irene Montero en torno a una crisis humanitaria y política: el salto a la valla de Melilla en el que más de una treintena de personas migrantes perdieron la vida. 

Montero sí se refirió a aquel episodio, y de hecho fue clara: pidió una "investigación independiente" de lo sucedido. Algunos medios, no obstante, decidieron omitirlo. El vídeo que corrió por redes sociales y que usaron algunos espacios informativos obviaba estas declaraciones y solo mostraba a la ministra dirigiéndose a los medios para afirmar que "siempre van a conocer" su opinión.

Aquel corte audiovisual dejaba fuera la parte más noticiable de las declaraciones. "Los hechos que hemos visto son insoportables, son tremendamente dolorosos y por eso tiene que esclarecerse lo que ha ocurrido a través de una investigación independiente. Además, deberíamos utilizar nuestros servicios consulares para dar apoyo a las familias de los fallecidos". Cadenas como Telecinco, Antena3 y Onda Cero reprodujeron la manipulación. La polémica cobró tal dimensión, que uno de los programas que dieron pie al bulo se vio obligada a rectificar y emitir las declaraciones completas. 

El polémico viaje a EEUU

No solo se han falseado reiteradamente las palabras de Irene Montero, sino que también se ha puesto en cuestión la legitimidad de su ministerio. Ocurrió este verano en torno a uno de los puntos en la agenda del departamento: un viaje a Estados Unidos "para reforzar la agenda feminista y los derechos reproductivos de las mujeres", una tarea especialmente simbólica tras la regresión en materia reproductiva en suelo estadounidente.

Una vez fue anunciado el viaje, las redes sociales no tardaron en hacerse eco. Y en difundir que no se trataba de un acto oficial: "Desde la Moncloa se confirma que el viaje de Irene Montero no es oficial", expresaron algunos usuarios con miles de interacciones

Pero la crítica no vino solo de perfiles anónimos. La propia presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, afirmaba que cuando su gobierno viaja "lleva una agenda política", en alusión al viaje que hizo ella y su equipo a Nueva York en septiembre de 2021. Ayuso insinuaba de esta manera que el Ministerio de Igualdad no llevaba bajo el brazo ningún tipo de agenda.

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Lo cierto es que el viaje sí era oficial y el departamento sí contaba con una agenda política, hecha pública por el propio Gobierno. En ella, se trazaban los distintos encuentros institucionales previstos para la cita, entre los que se encontraban reuniones con representantes de la Casa Blanca, ONU Mujeres o el Centro de Derechos Reproductivos.

Algunos medios abordaron el asunto haciendo gala de términos despectivos contra Montero y su equipo, a quienes algunas cabeceras refirieron como su "pandilla", su "séquito" o simplemente sus "amigas". El ultra Jorge Buxadé fue un paso más allá y tildó el acto de una "fiesta de pijamas" del ministerio. "Parece más un fin de curso que realmente trabajar por España", completó la conservadora Cuca Gamarra.

En medio del aluvión de críticas, la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Sima Bahous, publicaba un tuit en el que celebraba la reunión y elogiaba "los avances en los que España es pionera para la igualdad de género".

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