Los 27 pretenden agilizar las deportaciones de irregulares tras los atentados en Francia y Bélgica

Los ministros de Interior de la Unión Europea abordan este jueves los avances en la negociación del Pacto de Migración y Asilo en una semana marcada por dos atentados terroristas en Francia y Bélgica que han llevado a varias capitales a poner el foco del debate en la necesidad de agilizar las deportaciones de migrantes en situación irregular sin derecho a asilo en la Unión Europea, en especial de aquellos con antecedentes.

A su llegada a una reunión a 27 en Luxemburgo, la ministra belga de Interior, Annelies Verlinden, y el titular de Justicia sueco, Gunnar Strommer, han evocado el atentado del pasado lunes en Bruselas en el que un tunecino que llevaba años en situación irregular en Bélgica asesinó a dos ciudadanos suecos en nombre del Estado Islámico, ha recogido Europa Press.

A juicio de Verlinden es momento de dar un "impulso" a la agilización de las deportaciones y de unir a los países de la UE en una "única voz fuerte" para negociar con los países de origen o tránsito que faciliten estos retornos ya que, a su juicio, ningún país de la UE tiene el peso suficiente para hacerlo por sí solo.

El sueco Strommer, por su parte, ha pedido "aprender las lecciones" que dejan el atentado de Bruselas, después de que se haya constatado que el asaltante llegó a la UE de manera irregular en 2011 a través de Italia y que años más tarde fue expulsado de Suecia. Ya en Bélgica, las autoridades ignoraron los avisos de un servicio de inteligencia extranjero sobre los antecedentes de esta persona y tampoco valoraron como peligroso un informe sobre su radicalización en 2016, aunque en 2020 le denegaron el derecho de asilo y dictaron una orden de expulsión que no llegó a llevarse a cabo.

En este contexto, el ministro de Interior francés, Gerald Darmanin, ha apuntado que la amenaza terrorista en la UE ya no proviene tanto de grupos organizados como de "personas que están en nuestro territorio, a menudo de nacionalidad extranjera, y que se autoradicalizan en Internet o en contacto con asociaciones encubiertas de caridad".

Por ello, el político galo ha insistido en la necesidad de sacar adelante la reforma de la política común de migración y asilo que tiene entre sus claves el refuerzo de las fronteras, registrar a quienes llegan de manera irregular y agilizar las expulsiones de quienes suponen una amenaza para el bloque.

También ha criticado la "ingenuidad" de instituciones europeas y algunos países socios a la hora de hacer frente a lo que ha descrito como "ecosistema de atmósfera yihadista" en donde estructuras, asociaciones o lugares de culto sirven de plataformas para la "radicalización" de personas.

Cooperación con terceros

Del lado de la Comisión Europea, su vicepresidente encargado de migración, Margaritis Schinas, y la comisaria de Interior, Ylva Johansson, también han advertido de la necesidad de que los países de la Unión Europea sean "más eficaces" en los procesos de retorno, al tiempo que han señalado a la Eurocámara por no haber fijado aún su posición sobre ese expediente, último cuyas negociaciones quedan por abrir dentro del marco del Pacto de Migración y Asilo.

"Esperamos que el Parlamento Europeo presente una posición que permita proceder a los retornos expeditivos para quienes tienen antecedentes que deben ser retornados sin un periodo de notificación voluntaria", ha dicho Schinas al respecto.

El vicepresidente comunitario ha concedido que la Unión Europea cuenta ya con reglas comunes en materia de deportaciones pero ha dicho que están "anticuadas" por lo que Bruselas propone modificaciones dentro del Pacto.

La comisaria, por su parte, ha defendido que las cifras de retornos de migrantes irregulares a los países de origen o tránsito apuntan a que se está cumpliendo de manera más efectiva pero "queda por hacer" y ha advertido de que es dentro del funcionamiento de la UE en donde deben darse avances porque no todas las dificultades se deben a las relaciones con terceros.

"Es especialmente importante que aquellos individuos que puedan ser una amenaza para la seguridad sean retornados inmediatamente", ha remachado la socialista sueca, quien ha apuntado la necesidad de cubrir ciertos vacíos dentro de los procesos dentro de la UE y ser más expeditivos.

Johansson ha añadido que los procesos de deportación "funcionan ahora con muchos países" y ha destacado el papel que para ello ha jugado los cambios en el código de visados y que ahora permite a Bruselas amenazar con endurecer los requisitos de visado a los países que "no cooperen suficientemente" con la devolución de migrantes rechazados por la UE.

A su vez, el ministro de Interior español y presidente de turno del Consejo, Fernando Grande-Marlaska, ha recordado que desde hace años España insiste en la importancia de la dimensión exterior a la hora de hacer frente a la presión migratoria, si bien recalca que se debe abordar desde la perspectiva de una "cooperación transversal" con los países de origen y tránsito.

"La dimensión exterior no es imponer retornos sin cooperación, es cooperar con ellos para prevenir salidas y retornar también a las personas en situación irregular", ha concluido el ministro.

Examinan si la guerra en Oriente Próximo plantea un riesgo de "radicalización"

Los ministros también examinarán este jueves si la violencia en Oriente Próximo puede tener como consecuencia un aumento de la "radicalización y la polarización" en los países de la Unión Europea que plantee un riesgo para la seguridad nacional.

"Nos preocupa la radicalización, la polarización, en un contexto de violencia en Oriente Próximo", ha apuntado el ministro español de Interior y presidente de turno del Consejo, Fernando Grande-Marlaska, a su llegada a la reunión a 27 que se celebra en Luxemburgo.

El asunto fue incluido en el orden del día por España después de que al recrudecimiento del conflicto en Oriente Próximo, con 1.400 muertos en Israel y cerca de 3.500 en la Franja de Gaza, le siguieran el asesinato en Francia de un profesor y en Bruselas de dos ciudadanos suecos en sendos ataques terroristas.

Según ha indicado Grande-Marlaska, los 27 quieren analizar las "posibles consecuencias dentro de la seguridad interior" de la Unión Europea, incluidas las hipótesis de que la "tensión" y en ausencia de un alto al fuego en la región de Oriente Próximo puedan "impulsar polarizaciones" dentro del espacio comunitario y favorecer los "delitos de odio".

El ministro, que ha subrayado que los países de la Unión Europea ya "trabajan duramente en prevenir" este tipo de situaciones, también ha querido expresar las condolencias por "todas las víctimas", llamar al cese de la violencia y subrayar la proteger a la población civil y aplicar el Derecho humanitario internacional.

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A su llegada a la reunión en Luxemburgo, el vicepresidente de la Comisión Europea responsable de migración, Margaritis Schinas, ha aclarado que el análisis tendrá en cuenta "múltiples consecuencias" de la crisis. En este sentido, el político conservador ha querido dejar claro que entre las variables a tener en cuenta está tanto la "protección" de las comunidades judías en la UE como la actuación para evitar "la generalización de un clima de islamofobia que no tiene espacio en la sociedad (europea)".

Fuentes diplomáticas de otro Estado miembro confirmaron la víspera de la reunión de ministros en Luxemburgo la preocupación por el "impacto" que pueda tener, si bien advirtió de que el foco no sólo está puesto en la eventual amenaza de acciones yihadistas sino "del lado de extremistas de la ultraderecha" en Europa que difundido amenazas en las redes sociales.

No se esperan conclusiones concretas del debate de los ministros de Interior, ya que fue incluido como punto informal en el almuerzo del Consejo que se reúne mensualmente, pero sí una oportunidad de iniciar una discusión que permita conocer las medidas que está tomando cada socio y compartir los riesgos que contemplan cada uno.

Los ministros de Interior de la Unión Europea abordan este jueves los avances en la negociación del Pacto de Migración y Asilo en una semana marcada por dos atentados terroristas en Francia y Bélgica que han llevado a varias capitales a poner el foco del debate en la necesidad de agilizar las deportaciones de migrantes en situación irregular sin derecho a asilo en la Unión Europea, en especial de aquellos con antecedentes.

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