Un tren de combustible descarriló el pasado viernes 3 de febrero en el estado de Ohio, Estados Unidos. Según informan medios como The Guardian, el ferrocarril arrastraba decenas de depósitos de combustible, entre los que se encuentra el cloruro de vinilo. La exposición a esta sustancia está relacionada con el riesgo de padecer cáncer además de ser altamente inflamable.
¿Cómo ocurrió el accidente?
Sobre las nueve de la noche del 3 de febrero el tres, operado por la empresa Norfolk Southern, descarriló en East Palestine, Ohio, un pueblo de unos 4.700 habitantes a unas 50 millas al noroeste de Pittsburgh, según recoge The New York Times. El periódico estadounidense explica que "alrededor de 50 de los 150 vagones del tren se salieron de las vías en su ruta desde Madison, Ill., hasta Conway, Pensilvania".
El incendio que se produjo tras el accidente y la posibilidad de que se produjera una explosión en algunos vagones hizo que las autoridades estadounidenses decidieran liberar el lunes 6 "de forma controlada" los materiales tóxicos, según informa AP. La quema del cloruro de vinilo provocó una columna de humo que ha enviado fosgeno y cloruro de hidrógeno al aire. El fosgeno es un gas altamente tóxico que puede causar vómitos y problemas respiratorios y se usó como arma en la Primera Guerra Mundial, según explica el medio estadounidense.
Toda una localidad desplazada por riesgo de intoxicación
Esta quema controlada ha obligado a evacuar a los residentes de East Palestine, cerca de la frontera con Pensilvania, según informa Europa Press.
La población no corre peligro por las llamas sino por los gases tóxicos expulsados por el incendio, aunque la Agencia Federal para la Protección del Medio Ambiente está vigilando la calidad del aire para constatar que no es necesario elevar el nivel de alarma. A ello hay que añadir que todas las viviendas en un radio de un kilómetro del lugar del descarrilamiento han recibido orden inmediata de evacuación.
El incidente no ha dejado víctimas pero sí ha desatado una operación de emergencia en la localidad de East Palestine, según ha informado el alcalde de la ciudad, Trent Conaway, en rueda de prensa recogida por CNN. Se estima que la inmensa nube de partículas tóxicas podría haber afectado a la salud de los residentes en un radio de 48 kilómetros.
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte se encuentra investigando actualmente la causa del accidente, pero aun no se ha hecho pública ninguna conclusión.
¿Ha afectado al medio ambiente?
El pasado 10 de febreo la Agencia de Protección Ambiental (EPA por sus siglas en inglés) publicó un informe en el que recogía que unos 20 vagones del tren transportaban materiales peligrosos. "Se sabe que los productos químicos, incluidos el cloruro de vinilo, el acrilato de butilo, el acrilato de etilhexilo y el éter monobutílico de etilenglicol, han sido y continúan siendo liberados al aire, la superficie del suelo y las aguas superficiales".
La EPA continúa a este martes 13 de febrero realizando "evaluaciones de aire" de la zona afectada las 24 horas del día. Han revisado un total de 291 hogares —en los que no han detectado cloruro de vinilo o cloruro de hidrógeno, gases tóxicos que pueden provocar problemas respiratorios—, pero aun "quedan 181 viviendas por examinar".
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Por otro lado, la empresa American Water aseguró el 12 de febrero que "no había detectado ningún cambio en el agua en su toma del rio Ohio", según recoge The New York Times.
Un periodista detenido
Las redes sociales han denunciado el silencio que ha rodeado a esta catástrofe, en la que se inlcuye la detención de un periodista que cubría el descarrilamiento. La cadena de televisión NewsNation se hizo eco del arresto en sus redes sociales, donde se puede apreciar como el corresponsal Evan Lambert es detenido.
Lambert fue liberado cinco horas tras su detención. El gobernador de Ohio Mike DeWine explicó durante una rueda de prensa que no autorizó el arresto del periodista, recalcando que los profesionales tienen derecho a reflejar lo que se está viviendo en Ohio.
Un tren de combustible descarriló el pasado viernes 3 de febrero en el estado de Ohio, Estados Unidos. Según informan medios como The Guardian, el ferrocarril arrastraba decenas de depósitos de combustible, entre los que se encuentra el cloruro de vinilo. La exposición a esta sustancia está relacionada con el riesgo de padecer cáncer además de ser altamente inflamable.