La muerte en directo de un streamer en Francia ha puesto el foco sobre la plataforma Kick, en la que se venían produciendo y publicando los abusos físicos y verbales sobre Jean Pormanove (JP) que han terminado con el peor desenlace posible.
Son varios los factores que han hecho posible la tragedia. En primer lugar, los espectadores de los directos que, con su presencia y en ocasiones sus donativos, validaban y jaleaban la espiral destructiva, y en cuyo papel cómplice ahondaba esta semana el medio francés Mediapart, socio editorial de infoLibre.
En segundo lugar, la falta de regulación de la plataforma Kick, conocida precisamente por su laxitud a la hora de moderar contenidos, que le ha permitido posicionarse como alternativa a otros sitios como Twitch, mucho más restrictivos con sus normas de comunidad.
El imperio australiano de juego y 'streaming'
Kick pertenece a un conglomerado empresarial australiano del que también es parte el casino online Stake, una web de juego con criptomonedas con licencia en la isla caribeña de Curazao. Stake es inaccesible desde España puesto que no está registrado como operador de juego, pero tiene una fuerte presencia en Europa con grandes contratos de patrocinio deportivo como el club inglés Everton o el equipo de Fórmula 1 Sauber. Según Forbes, el casino tuvo unos ingresos de 2.600 millones de dólares en 2023.
A pesar de que el logo de Stake está en la camiseta del Everton, el segundo equipo de fútbol más importante de Liverpool, el casino perdió el pasado febrero su licencia para operar en el Reino Unido tras una revisión de sus prácticas por parte de la Comisión de Juego. Entre las causas de la suspensión estaban la posibilidad de apostar en la web usando criptomonedas, una práctica prohibida en el Reino Unido, o una agresiva campaña de marketing con una actriz porno como protagonista.
Además, la relación entre el casino y el Everton ha tenido más baches, como cuando el club solicitó a su patrocinador que retirara el escudo del equipo y las imágenes de sus jugadores de una campaña en la que ofrecía diez dólares de regalo a quien apostara más de 5.000 en una sola semana.
Las prácticas publicitarias de Stake han protagonizado más polémicas recientemente. En X, la red social de Elon Musk, el logo del casino ha empezado a aparecer en incontables publicaciones virales sin aparente relación con la empresa ni con el sector del juego, a pesar de que las normas internas de la plataforma prohíben tanto la publicidad encubierta como la de casinos radicados fuera de Estados Unidos.
Stake y Kick son propiedad de dos socios: el australiano Ed Craven, el milmillonario más joven del país y su 34ª mayor fortuna, y el estadounidense Bijan Tehrani. Poseen un patrimonio estimado de 1.300 millones de dólares cada uno, según Forbes.
Crónica de una muerte anunciada
Mediapart ya había alertado hace más de ocho meses sobre el canal Jeanpormanove que, amparado en la falta de moderación por parte de Kick, albergaba abusos y humillaciones al streamer ahora fallecido y a otra persona con problemas mentales.
Ante las preguntas del medio francés, ni la plataforma ni el Ministerio de Asuntos Digitales llevaron a cabo ninguna acción, aunque la Fiscalía de Niza abrió en diciembre una investigación que sigue en curso. Ahora, con la muerte de Jean, la Ministra de Asuntos Digitales ha declarado a Mediapart que se ha puesto en contacto con Kick para discutir las normas de seguridad y moderación de su plataforma.
En España también tenemos nuestro propio Jean Pormanove, y en este caso tanto las autoridades como Kick aún están a tiempo de hacer algo antes de que sea demasiado tarde. Simón Pérez, el extertuliano y economista caído en desgracia tras viralizarse un vídeo con su pareja recomendando hipotecas a tipo fijo aparentemente bajo el efecto de las drogas, subsiste ahora humillándose en Kick a cambio de pequeñas donaciones.
Delante de la cámara y lleno de tatuajes que se ha ido haciendo a lo largo de los últimos años a cambio de dinero, Pérez consume habitualmente hachís, cocaína o crack, dependiendo de las cantidades que le hayan facilitado sus seguidores. El pasado julio anunció que ingresaría en un centro de desintoxicación, pero poco después volvió a los directos, y desde entonces ha sufrido episodios de desmayos y alucinaciones.
Las normas de Kick no hacen ninguna referencia al consumo de drogas en el contenido que se publica en la plataforma, por lo que parece improbable que la plataforma intervenga en el caso de Simón Pérez. Más aún teniendo en cuenta que la violencia y el acoso sí que están explícitamente prohibidos, lo cual no sirvió para impedir la muerte de JP.
La muerte en directo de un streamer en Francia ha puesto el foco sobre la plataforma Kick, en la que se venían produciendo y publicando los abusos físicos y verbales sobre Jean Pormanove (JP) que han terminado con el peor desenlace posible.