Las dos comunidades más castigadas por la sequía son las que más campos de golf concentran

Real Club de Golf Las Brisas, en Málaga.

La Junta de Andalucía dio en abril el visto bueno a la declaración de impacto ambiental para un complejo de lujo con campos de golf junto a la reserva de Doñana, un sinsentido, según los ecologistas, en un enclave que sufre como ninguno la sequía. Sin embargo, la Consejería de Medioambiente de la región gobernada por el PP no ve contradicción en que se levante una urbanización que consume más agua que los 7.000 vecinos de Trebujena, el municipio gaditano donde se ubicará, y mientras los agricultores de la zona sufren restricciones de riego. 

"En esta zona se cultiva la mayor parte de la verdura de Cádiz y pretenden que la depuradora que se construya se utilice para abastecer al complejo en lugar de garantizar el agua a los agricultores, es un plan que no tiene recorrido", afirma Juan Clavero, miembro de Ecologistas en Acción en Cádiz. 

El proyecto no saldrá finalmente adelante porque la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir ya ha anunciado que lo vetará esta semana, pero sirve de ejemplo como una política que durante décadas se ha desarrollado a lo largo de la Costa del Sol. Andalucía es la comunidad con más campos de golf de España, con 88 clubes de grandes dimensiones y muchos otros más pequeños que funcionan a pleno rendimiento, pese a que la mayor parte de la región está en fase de alerta o emergencia por sequía. La siguiente autonomía por número de campos es Cataluña, con 35 centros de 9 hoyos o más, y otros tantos de menor tamaño, pese a que esta región también se encuentra en situación crítica, con 495 poblaciones con restricciones de uso agua. 

No se sabe con claridad cuánta agua consume un campo de golf, ya que los representantes de este deporte insisten en que varía mucho según el tamaño del club y la zona de España donde se ubique, aunque hay un consenso en que un campo con 18 hoyos consume alrededor de 300.000 metros cúbicos al año, el equivalente a una población de 6.000 personas. De esta clase hay 227 instalaciones en España, lo que se corresponde al consumo de 1,36 millones de españoles. A esto habría que sumar otros 41 campos todavía más grandes que hay en el país, de hasta 60 hoyos, y decenas más de centros de entrenamiento. 

"Es impresionante cómo se ha desarrollado el mundo del golf en zonas como Málaga con un déficit hídrico tan grande y donde al mismo tiempo vemos centenares de hectáreas que necesitan un riego constante", opina Julio Barea, portavoz de Greenpeace. "Y no es solo el consumo de agua, es que construir un campo significa arrasar el ecosistema y sustituirlo por un césped sin biodiversidad", añade. 

Las grandes asociaciones de este deporte reconocen que están ahora bajo el escrutinio público debido a la sequía que asola la península, pero defienden que ellos emplean agua regenerada procedente de depuradoras que no interesa a nadie más, y que de otra forma acabaría en el mar, según explica Luis Nigorra, presidente de la Asociación Española de Campos de Golf. 

"Tratamos de ser lo más responsable que podemos y de verdad creo que si no usásemos esa agua la tiraríamos. Si lo que buscan es destruir un sector económico, adelante, pero estaríamos engañando a la gente", argumenta. La llamada agua gris también se emplea para regar jardines, limpiar las ciudades o incluso en la agricultura —como ocurre en Almería—, pero según defiende Nigorra, si desapareciesen los campos de golf nadie consumiría ese excedente porque hay superávit. 

El 80% del campo español ya está "asfixiado" por la sequía

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El argumento de que los campos de golf emplean aguas regeneradas proviene de un estudio que publicaron en 2019 las principales asociaciones deportivas, incluida la Federación Española, basado en una encuesta a 408 clubes del país, de los que respondieron 238, el 58%. De quienes contestaron, apenas el 57% de los campos de más de 18 hoyos empleaban agua reciclada, por lo que cientos de hectáreas de césped de golf se siguen regando con agua dulce, según reconoce el informe. El porcentaje aumenta hasta el 76% en los que tienen menos de 18 hoyos, mientras que otro informe que citan en el sector elaborado por la Universidad de Málaga calcula que el 81% de los campos de la Costa del Sol se riegan con aguas regeneradas. 

La situación dramática en la que se encuentran las reservas de agua en Andalucía provocó que el mes pasado el partido Adelante Andalucía pidiese en el parlamento autonómico un cierre temporal de estos centros deportivos. "Creemos que es una medida básica en el contexto actual porque tenemos una cuarta parte de los campos que hay en España. No tiene sentido que vivamos con miedo a que nos corten el agua en verano o que los agricultores no puedan trabajar mientras se riega todo ese césped", argumenta José Ignacio García, el diputado al frente de la propuesta, que volvió a hacer este jueves en el parlamento con poco éxito. 

Otro pilar que abandera el sector del golf es su aportación económica y defienden que "es el cultivo más rentable que hay", con entre 35 y 40 euros por cada metro cúbico de agua que gasta en Andalucía, si se tiene en cuenta también el turismo que atrae. Esa cifra la comparan con los cuatro o cinco euros por metro cúbico que se saca de rentabilidad en la agricultura, según defiende la Federación Andaluza de Golf. También aseguran que en la última década han llevado a cabo inversiones para modernizar el riego y en los campos más modernos solo se riega las zonas por las que pasa habitualmente la bola y se plantan variedades de césped que consumen la mitad de agua que en el pasado.

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