El sector eólico descarta los molinos de viento en el mar antes de 2030 si el Gobierno no mueve ficha este verano

La eólica marina lleva años a punto de aterrizar en España, pero la realidad es que el calendario avanza y todavía no se ha construido ni un solo molino comercial en el país. Los promotores de estos parques van más allá y descartan directamente que vaya a haber un solo aerogenerador flotante funcionando en 2030, según afirma Juan Virgilio, director general de la Asociación Empresarial Eólica (AEE). 

"Evidentemente no llegamos a 2030, el objetivo del Gobierno es imposible. Tendríamos que haber celebrado la primera subasta este año para empezar a generar algo en 2030 o 2031, pero con el calendario actual nos vamos fácilmente a 2032", subraya el portavoz del sector a infoLibre.

No obstante, matiza hay una posibilidad todavía de cumplir con la agenda si el Ministerio de Transición Ecológica da el siguiente paso administrativo "este verano, en las próximas semanas" y publica la consulta pública previa de la orden ministerial que recoge las bases de la primera subasta eólica de marina.

Virgilio explica que esta urgencia tiene que ver con la multitud de pasos que tiene que dar el Ejecutivo antes de ponerse a levantar el primer molino. Una vez que finalice la consulta previa, el Gobierno elaborará la orden de la subasta y después la sacará de nuevo a consulta pública antes de aprobarla definitivamente. A continuación, convocará una mesa social de las partes afectadas en el territorio donde se construyan los molinos y cuando estén todos conformes se podrá en marcha la subasta. Una vez adjudicada, los promotores empezarán a construir los parques. 

"El compromiso del Gobierno era celebrar este año la primera subasta, pero me imagino que con el apagón han tenido que posponerlo. Si no empezamos con todo esto en las próximas semanas, es difícil que la primera subasta sea antes de abril o mayo de 2026", añade el director de la AEE.

El Gobierno se comprometió en la Hoja de Ruta de la Eólica Marina de 2021 a construir entre 1.000 y 3.000 megavatios (MW) de potencia de eólica marina antes de 2030, pero la meta se ha ido diluyendo. En febrero de 2023, el Gobierno publicó los primeros Planes de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM), un mapa que delimita su construcción a 19 parcelas marinas ubicadas en Galicia, Asturias, Girona, Menorca, Canarias y dos pequeñas áreas de la costa andaluza. En septiembre de 2024 sacó el real decreto para regular su construcción.

La ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen, también prometió el pasado febrero que en 2025 se celebraría la primera subasta de esta tecnología, aunque los expertos discrepan.

Si los molinos que se instalarán en los próximos años tendrán una media de 15 MW de potencia, habría que levantar unos 200 en toda la costa española para alcanzar la horquilla alta del objetivo: 3.000 MW. El propio Gobierno reconoce que el mejor lugar para empezar sería Canarias, porque generar ahora electricidad es mucho más caro que en la península y sería más atractivo instalar estos aerogeneradores.

Sergio Fernández, experto del sector eólico y autor de la newsletter Windletter, señala que en este momento la tecnología es demasiado cara y habría que subvencionarla para que saliera rentable levantar molinos en las aguas de la península. "La eólica marina no es una tecnología madura, por eso todos los parques europeos son muy pequeños, de menos de 100 MW. Quizás por eso el Gobierno está yendo tan despacio, para no tirarse a la piscina", apunta.

De hecho, este sobrecoste obliga a desarrollar los primeros molinos mediante un sistema de subastas. Cuando una parcela salga a puja, las compañías pondrán un precio a la electricidad que generen allí, y cobrarán esa cantidad durante los siguientes 20 años si ganan la subasta. Juan Virgilio opina que las ofertas en España superarán los 100 €/MWh, aunque también hay criterios ambientales, sociales y territoriales que contarán a la hora de la adjudicación. Si se compara con el precio medio del mercado eléctrico en 2024 (76,30 €/MWh), estaría alrededor de un 25% por encima.

La pugna contra ecologistas y pescadores

Si el proceso administrativo ya está siendo tedioso, en los próximos años también se endurecerá la oposición de los ecologistas, conservacionistas y pescadores a estos proyectos eólicos. Durante la elaboración de los POEM, estas organizaciones ya fueron muy beligerantes para garantizar que ni el medioambiente ni la economía costera salen mal parados.

Los ecologistas alertan del grave impacto que estas infraestructuras pueden tener sobre la biodiversidad marina y, especialmente, sobre las aves migratorias, muchas de las cuales atraviesan rutas que coinciden con las zonas previstas para instalar aerogeneradores. Los conservacionistas advierten también del riesgo que suponen para hábitats protegidos y ecosistemas frágiles como los fondos marinos, cuyas alteraciones pueden ser irreversibles. Por su parte, los pescadores temen que la implantación de parques eólicos interfiera con las rutas de pesca tradicionales y degrade caladeros esenciales para su subsistencia

Paulo Lago, técnico del Programa Marino de SEO/BirdLife en Galicia, comenta que su organización está muy disgustada con el proceso que se ha llevado a cabo hasta ahora y advierte de que van a pelear cada parque que se intente construir en los próximos años. "Desde el principio hemos presionado para que haya un enfoque ambiental sobre las aves marinas y creemos que hasta ahora se ha ignorado. Es cierto que el Gobierno ha dejado las parcelas fuera de zonas protegidas, pero sí que hemos demostrado que invaden zonas de paso de especies protegidas", explica.

La eólica marina lleva años a punto de aterrizar en España, pero la realidad es que el calendario avanza y todavía no se ha construido ni un solo molino comercial en el país. Los promotores de estos parques van más allá y descartan directamente que vaya a haber un solo aerogenerador flotante funcionando en 2030, según afirma Juan Virgilio, director general de la Asociación Empresarial Eólica (AEE).