Corrupción

Las derivas de los exjefes de Policía de la Francia de Sarkozy

Amenazan de muerte al juez que ha imputado a Nicolas Sarkozy

Policías que ocuparon cargos de responsabilidad en la Francia de Sarkozy siguen trabajando mano a mano y aparentemente que no les resulta sencillo dejar atrás viejos hábitos, aprendidos cuando trabajaban para la República. Al menos eso se deduce de las últimas actuaciones judiciales que sacuden el mundo de la Policía. El pasado 26 de septiembre, Bernard Squarcini, antiguo máximo responsable de la Dirección Central de los Servicios de Inteligencia (DCRI, actual DGSI, por sus siglas en francés), permaneció detenido en los locales de la Inspección General de la Policía Nacional, en el marco de una investigación judicial por “violación del secreto de instrucción”, “obstrucción de la investigación”, “revelación de secreto”, “violación del secreto profesional” y “tráfico de influencias”. Según RTL, el hombre que estuvo al frente de la Policía Judicial de París, Christian Flaesch, está acusado de los mismos delitos.

El primero, conocido por el sobrenombre de Le Squale, fue destituido al día siguiente de la victoria electoral de François Hollande. Bernard Squarcini, una persona muy cercana a Sarkozy, se pasó al sector privado tras fundar su propia empresa de inteligencia económica, de nombre Kyrnos.

En cuanto al segundo, Christian Flaesch, cesó en el cargo en diciembre de 2013, tras conocerse que había telefoneado a Brice Hortefeux (Los Republicanos) para informarle de que tendría que declarar con relación a la investigación, revelada por Mediapart, de la financiación libia de la campaña presidencial de Sarkozy. Meses después, Christian Flaesch, se convertía en director de seguridad del grupo hotelero Accor.

Otras personas próximas a Bernard Squarcini y que ocuparon cargos en el Gobierno de Sarkozy también están en el punto de mira de los investigadores: un expolicía de los Servicios de Inteligencia (especialista en Córcega y actualmente destinado en la DGSI) y un alto cargo del grupo LVMH, exmagistrado miembro del gabinete de Claude Guéant en el Ministerio del Interior. Michel Gaudin, actual director de gabinete de Nicolas Sarkozy y exprefecto de Policía de París, también fue llamado a declarar tras un registro domiciliario.

Según Le Monde, todos ellos prestaron declaración con relación al hallazgo de un informe “perdido en los archivos judiciales”. El 26 de junio de 2013, en tres páginas de la División Nacional de Investigaciones Financieras y Fiscales se da cuenta de las escuchas telefónicas a Bernard Squarcini, llevadas a cabo entre marzo y abril de 2013 en el marco de una investigación sobre Ziad Takieddine (detenido a su regreso de Libia, en marzo de 2011, con 1,5 millones en metálico que no había declarado). Hizo falta que “el juicio de Takieddine por incumplimiento de sus obligaciones declarativas se celebrase en París en mayo para que reapareciese el famoso informe”, publica el diario, que asegura que Squarcini “utilizó su red de contactos en la Policía en beneficio propio, los de las empresas para las que trabajaba, así como las de su familia política”.

Las escuchas recogen conversaciones entre Bernard Squarcini y varios interlocutores sobre diferentes temas. Con Michel Gaudin (en abril de 2013) habla de las confesiones de Jérôme Cahuzac, a raíz de las revelaciones de Mediapart sobre la cuenta no declarada de Suiza. El ex responsable de seguridad de Interior presuntamente prometió al jefe de gabinete –del entonces retirado de la política– Nicolas Sarkozy que trataría de conseguir información sobre el caso Cahuzac en la Dirección Central de la Policía Judicial. Y el día en que Squarcini envía un mail al despacho del expresidente de la República para concertar una cita, llamaba también a una colaboradora del grupo LVMH y le pregunta si la información sobre el caso le interesa al gigante del lujo, cliente de su empresa de inteligencia económica Kyrnos. La oficina de Bernard Squarcini se encuentra radicada en dependencias de LVMH en los Campos Elíseos, dado que el jefe del contraespionaje oficialmente colabora con la firma en la lucha contra la falsificación.

El 28 de marzo de 2013, siempre según el mismo informe, Bernard Squarcini habla con un responsable de LVMH encargado de la seguridad. ¿De qué? De las investigaciones del juez Jean-Michel Gentil en el caso Bettencourtcaso Bettencourt que parecen preocupar a la empresa del lujo. Según Le Monde, el responsable de LVMH informa al expolicía de que han vuelto a relacionar a una persona en el caso de Burdeos; precisa que es porque ha “impedido la promoción del juez Gentil”. Según el informe que resume las escuchas de Squarcini, puede tratarse de Patrick Ouart, exasesor de Justicia de Sarkozy, ahora abogado del grupo LVMH, después de haber sido asesor jurídico del grupo.

En el contencioso judicial que enfrenta a Hermès y a LVMH, Bernard Squarcini acudió a Christian Flaesch, entonces responsable de la Policía Judicial de París. Este último le proporcionó información, vía sms, sobre determinados aspectos elementos que figuran en la denuncia de Hermès. También daba cumplida cuenta de que no se habían producido avances en la investigación que llevaba a cabo su departamento.

En abril de 2016, el domicilio y la oficina de Bernard Squarcini fueron registrados en varias ocasiones. La investigación sigue abierta. La Justicia trata de dirimir el papel exacto que desempeñó Squale y su empresa con la tabacalera Phillip Morris. Los investigadores se preguntan si influyó, en beneficio de su cliente, en las acciones llevadas a cabo por la Policía de Marsella en la lucha contra el contrabando de cigarrillos.

Según publicaba Mediapart en febrero, 32 personas del entorno de Sarkozy están imputadas o han sido condenadas por Anticorrupción en una docena de casos político financieros diferentes. Basten como ejemplo las causas contra el exministro del Interior Claude Guéant, condenado junto con el exprefecto de Policía Michel Gaudin en el caso de las primas en especie del Ministerio del Interior y ahora imputado en el caso Gadafi. El último en vérselas con la Justicia es el prefecto Alain Gardère, ex director adjunto del gabinete de Guéant, imputado el 21 de enero por “corrupción pasiva”, “toma ilegal de intereses”, “encubrimiento de abuso de bienes sociales”, “malversación de fondos públicos”, “abuso de autoridad”. Este policía todopoderoso de Sarkozy está en el punto de mira por su vinculación con algunos cargos electos, pero también y sobre todo por su relación con altos cargos en compañías privadas y por los favores devueltos a algunos de sus excolegas.

Sarkozy permanece en detención preventiva por la financiación libia de las elecciones que le llevaron al Elíseo

Sarkozy permanece en detención preventiva por la financiación libia de las elecciones que le llevaron al Elíseo

____________Traducción: Mariola Moreno

Leer el texto en francés:

Más sobre este tema
stats