La canciller alemana,
Angela Merkel, fue recibida con
silbidos, abucheos y gritos de protesta por grupos de ultraderecha durante un mitin en la ciudad de Quedlinburg, situada a unos 200 kilómetros al suroeste de Berlín, en un acto electoral celebrado con motivo de las elecciones generales del próximo 24 de septiembre, informa Europa Press.
Los detractores de la mandataria portaban carteles del
partido de tintes xenófobos Alternativa para Alemania (AfD), así como pancartas en las que se podían leer mensajes como "Merkel debe irse" o la frase "Gracias Merkel" acompañada de pintadas que simulaban manchas de sangre.
Merkel, lejos de hacer caso omiso a la protesta, aprovechó su intervención ante unas 3.000 personas congregadas en la plaza de la localidad para
responder a los manifestantes.
"Algunos creen que los problemas de la gente en Alemania
se pueden solucionar y vencer con gritos. No soy de ese tipo de personas y creo que la mayor parte de la gente que está hoy aquí tampoco", manifestó.
A menos de un mes de la gran cita con las urnas en Alemania, la Unión Cristianodemócrata (CDU) que preside Angela Merkel continúa
situándose en las encuestas como la formación vencedora.
El último sondeo publicado por el diario
Frankfurter Allgemeine Zeitung, da a la CDU de Merkel un
39,5% de la intención de voto. En segundo lugar se sitúa el Partido Socialdemócrata (SPD) con un
24,5%.
La tercera posición amenaza con ser la más reñida, pues se la disputan Los Verdes, La Izquierda, el Partido Liberal (FDP) y AfD, que
oscilan entre un 7 y un 9%.
AfD, una formación islamófoba, logró con su discurso provocador entrar en
13 parlamentos regionales en Alemania a pesar de que su fundación data tan solo de 2013. La llegada masiva a Alemania de inmigrantes de Oriente Próximo y de África en 2015 sirvió de impulso a este partido que en algunos momentos llegó a alcanzar hasta un
16% de intención de voto a nivel nacional.