El ministro de Medio Ambiente de Francia,
François de Rugy,
número dos de Macron, ha presentado este martes su dimisión tras la publicación de
una serie de informaciones acerca de sus supuestos gastos en cenas privadas con cargo al erario público y los trabajos de renovación en su residencia oficial.
De Rugy ha publicado un comunicado en su cuenta en la red social Facebook en el que ha criticado
los "ataques" contra él a través de "fotografías robadas y rumores", antes de anunciar una demanda por difamación contra Mediapart, socio editorial de
infoLibre, por publicar las citadas informaciones.
Asimismo, ha dado las gracias al presidente, Emmanuel Macron, y el primer ministro, Edouard Philippe, por
la "confianza" en él que demostraron al nombrarle ministro de Medio Ambiente. "Les repito mi fidelidad", ha añadido.
Las informaciones de Mediapart se centran en varias cenas supuestamente
pagadas con fondos públicos cuando era presidente de la Asamblea Nacional, entre junio de 2017 y septiembre de 2018, y los trabajos de renovación de su apartamento ministerial. Su explicación de que esas veladas se ajustaban a las funciones propias de su cargo no convencieron a una opinión pública escandalizada por el lujo de los menús, en el que se servía langosta y botellas de vino valoradas en 500 euros.
La presión en su contra creció al conocerse el elevado costo público de la renovación del apartamento privado en el que vive en el ministerio: se gastó
63.000 euros en cambiar la pintura, las moquetas, el parqué y los baños e instaló un gran vestidor de casi 17.000 euros.
A De Rugy también se le reprochó haber alquilado en Nantes una casa que, por sus condiciones preferenciales, sólo podía ser ocupada por personas con bajas rentas, y haber celebrado además una cena con lobistas del mundo de la energía, que él habría pedido que no figurara en su agenda oficial.
De Rugy fue nombrado ministro en septiembre de 2018 en sustitución de
Nicolas Hulot, quien presentó su dimisión alegando la falta de avances que a su juicio se han logrado en esta materia en el año que lleva en el cargo.
Leída esa noticia parece evidente que la «desertización» tanto ecológica como política ya no empieza desde los Pirineos hacia África, sino que los ha atravesado hacia el N, avanzando por toda Europa, por la Europa de los mercaderes. Osasuna!
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