La situación en el PP

Presión en el PP para montar una gestora en Madrid tras siete años de escándalos de corrupción

Presión en el PP para montar una gestora en Madridtras siete años de escándalos de corrupción

La dirección nacional del Partido Popular sabía que la operación Púnica iba a darles todavía grandes dolores de cabeza. Pero lo que no se esperaban en Génova es que las novedades en la investigación de este escándalo de corrupción que salpica a la formación que a nivel regional preside Esperanza Aguirre iban a producirse a la vez que el PP de Valencia vive otro incendio de nombre operación Taula. En este caso, como en el de Madrid, también está en el punto de mira la gestión de otro peso pesado en las filas conservadoras: la exalcaldesa de Valencia Rita Barberá.

Precisamente hacia la Comunidad Valenciana dirigen ahora la mirada gran parte de los cargos conservadores consultados por infoLibre. Hace un par de semanas, la presidenta del PP regional, Isabel Bonig, pidió permiso a Génova para disolver el PP local de Valencia e instaurar una gestora. "¿No sería bueno hacer lo mismo en Madrid? La situación de descontrol, de que la cosa se nos va de las manos es terrible", señala un diputado del partido de Rajoy con escaño en la Asamblea de Madrid.

"Quizá fue un error esperar a que a principios o mediados de este año se celebre el congreso regional para el que se espera una renovación de caras y una limpieza total de vínculos con la corrupción", analiza un exdiputado. No pasa inadvertido que las novedades sobre la investigación de la Púnica llegan a un día de que Rajoy se reúna con Pedro Sánchez (PSOE) en el marco de las conversaciones para el debate de investidura. Y el mismo día que el presidente del Gobierno en funciones, que sigue empeñado en que debe ser él quien continúe en la Moncloa, lanzase una oferta de cinco pactos para una gran coalición. Uno de ellos es contra la corrupción. Y, una vez más, su discurso se caía a pedazos.

Al mismo tiempo que se agita este debate en la derecha, surge otro paralelo: el de por qué Rajoy no ha actuado antes. El de por qué ha permitido que la estructura de poder en el PP de Madrid se mantuviese "casi intacta" desde que en el mes de febrero de 2009 estallara el caso Gürtel. Siete años en los que se han acumulado los escándalos.

La caída del 'aguirrismo'

Han caído muchos nombres, todos ellos del núcleo de máxima confianza de la presidenta del PP de Madrid: Jesús Sepúlveda, Alberto López Viejo, Alfonso Bosch Tejedor, Benjamín Martín Vasco, Guillermo Ortega, Francisco Granados, Lucía Figar, Salvador Victoria... Pero ahí siguen la propia Aguirre e Ignacio González. Pese a que éste fue apartado de las listas autonómicas por Rajoy, que escogió a Cristina CifuentesCristina Cifuentes, el expresidente de la Comunidad de Madrid sigue siendo secretario general del partido.

Nadie ha movido a González. Ni el caso de la compra de su ático en Estepona (Málaga). Y si han intentado moverlo no lo han logrado, lo que permite hacerse una idea del férreo control que todavía mantiene la lideresa en la primera planta de Génova, 13. Es ahí donde se ubica el cuartel general de los conservadores madrileños. Y donde en la tarde de este jueves entraban agentes de la Guardia Civil para revisar el ordenador de Beltrán Gutiérrez, el exgerente del partido. Otro de los hombres del círculo de la presidenta en el punto de mira.

El equipo de Rajoy marca distancias

De momento, el jefe de los conservadores se mueve en aguas pantanosas en todo lo que tiene que ver con la corrupción. Y es que por un lado asegura que ya no va a pasar "ninguna" y días después da luz verde para que el Senado blinde a Barberá asegurando su aforamiento como vocal en la Diputación Permanente del Senado. ¿Y en el caso de Aguirre? Habrá que esperar a su reacción de este viernes tras la reunión con Pedro Sánchez. Pero, de momento, la consigna de la dirección nacional después de que la Guardia Civil se pasara por el despacho de Beltrán Gutiérrez fue la de derivar cualquier tipo de responsabilidad hacia el PP de Madrid.

La propia Aguirre salió a dar explicaciones para que no tuviera que darlas Rajoy, que a las 20.00 horas acudía a un acto del diario Abc“Que yo sepa no ha habido financiación ilegal del PP de Madrid”, espetó a los periodistas.

Un asunto delicado

Para la dirección nacional del PP el hecho de dar luz verde a una gestora en Madrid es un asunto muy delicado. "Madrid no es como la ciudad de Valencia. El PP de Madrid tiene una estructura mucho más compleja", señala un parlamentario que conoce muy bien la vida interna del partido. 

Además, abrir cualquier tipo de proceso regional deja al descubierto a Rajoy ante un eventual escenario de celebración de nuevas elecciones. ¿Por qué? Si Rajoy se ciñe a sus deseos cuando habla en público, su intención sería repetir como candidato. Para ello no sería necesaria la convocatoria de un congreso nacional y por este motivo se han aplazado todos los cónclaves regionales hasta que no se celebre el nacional. Aunque el poder de Aguirre tras perder en poder institucional no es ni la sombra de lo que era en 2008, el presidente del PP no olvida que uno de los focos de oposición a que él fuera elegido presidente nacional en ese año estuvo en Madrid.

Mientras, en el PP de Madrid restaban peso a la visita de la Guardia Civil señalando que no era la primera vez y subrayaban que estaban dispuestos a colaborar con la Justicia en todo. Sin conocer al detalle la investigación, en el entorno de Aguirre señalaban que podría estar investigándose la financiación de la campaña de las autonómicas de 2011. ¿Y quién fue el jefe de campaña? Francisco Granados, exsecretario general del PP de Madrid, ahora en prisión.

El eterno debate de la gestora en Madrid

En las filas del PP de Madrid, y especialmente a su presidenta, la palabra "gestora" les es muy familiar. Desde el estallido de la Gürtel la han temido en varias ocasiones. Pero Aguirre siempre salió ganando y todo se quedó en meros amagos. Concretamente, en los últimos años, la dirección nacional del partido ha barajado esta posibilidad en, al menos, dos ocasiones.

La primera vez tuvo lugar en septiembre de 2012. Esperanza Aguirre anunció que se retiraba de la primera línea de la política por motivos personales y que dejaba el Gobierno en manos de su mano derecha, Ignacio González. Fuentes conocedoras de lo que pasó puertas adentro del partido por estas fechas aseguran que horas después del anuncio, la secretaria general María Dolores de Cospedal llamó a la lideresa para exigirle un paso atrás en el partido, que cediese la presidencia. Para Rajoy era una oportunidad de oro para ubicar en la correosa dirección regional a alguien de su confianza.

La idea que Génova intentó trasladar por aquellas fechas a Aguirre fue la de que era ilógico que ella siguiera al frente del partido cuando la tradición del PP establece que los presidentes regionales sean los presidentes o los candidatos a la presidencia de las comunidades autónomas. Aguirre dijo no. Y se anotó un tanto porque ganó a Rajoy.

Este mismo argumento fue resucitado por Cospedal en el momento en el que el partido estaba elaborando las listas a las municipales y autonómicas del pasado mayo. Por orden de Rajoy, la secretaria general de los conservadores ofreció a Aguirre la candidatura al Ayuntamiento de Madrid. Pero había truco.

Un pacto fallido por perder la Alcaldía

Dirigentes del PP creen insostenible la situación del partido en Madrid y piden una gestora a Rajoy

El acuerdo era el siguiente: si era cabeza de lista, tenía que dejar el partido en manos de una gestora. Y otra vez ganó Aguirre: fue candidata y no hubo gestora de por medio. Tan sólo un pacto consistente en que si llegaba a la Alcaldía de Madrid daría el paso atrás en el siguiente congreso del partido.

Transcurridas las elecciones, Aguirre ganó, pero no le salieron las cuentas para ser alcaldesa. Y ahí sigue, de presidenta del PP de Madrid con Ignacio González como secretario general. En el PP regional afirman que el expresidente de la Comunidad de Madrid sí acude a reuniones internas. A lo que no acude es a actos de partido.

Este viernes Aguirre tendrá que explicar parte de sus relaciones con la trama Púnica en la Asamblea de Madrid. Otro mazazo para Rajoy. Y para ella, claro.

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