El futuro de Cataluña

ERC y PDeCAT buscan el modo de sumar fuerzas para unas autonómicas que pretenden utilizar para “consolidar la República”

PDeCAT y ERC buscan una fórmula que permita al independentismo unir fuerzas y ganar las elecciones autonómicas del 21D por mayoría absoluta. Las direcciones de los dos partidos se reunieron este lunes, por separado, para decidir cómo van a responder a la decisión del Gobierno de Mariano Rajoy de intervenir las instituciones catalanas y convocar elecciones anticipadas y la respuesta es coincidente: las dos tienen intención de participar en ls comicios pero todavía trabajan en la mejor forma de optimizar en las urnas el respaldo social a la estrategia independentista.

La dirección del PDeCAT se ha comprometido “a buscar la mejor fórmula para que las fuerzas independentistas” demuestren su fuerza “en las urnas y dar una respuesta muy contundente” al artículo 155, explicó la coordinadora general del partido, Marta Pascal. ¿Qué fórmula es esa? “Buscaremos la mejor para que los partidos soberanistas obtengamos mayoría absoluta. La sociedad catalana no está dispuesta a perder lo conseguido el 1 de octubre y el pasado viernes”, respondió, en referencia al día que el Parlament proclamó "la República" de Cataluña.

Independientemente de la fórmula final elegida, en solitario, en coalición o apoyando una candidatura ciudadana, el PDeCAT no tiene reparo alguno a la hora de participar en las elecciones del 21D, aunque sean autonómicas, hayan sido convocadas por Rajoy y supongan implícitamente reconocer la inexistencia de la república catalana. “Los demócratas catalanes nos encontraremos en las urnas” y en ellas “vamos a oponernos a este intento de desaparición de las instituciones catalanas”, subrayó Pascal. Porque las elecciones son “una oportunidad para decir alto y claro que lo que hemos hecho ha valido la pena, que queremos ir lejos y que no estamos dispuestos a que nos borren del mapa”.

Una decisión, la de participar, en la que aseguran contar con el apoyo de Carles Puigdemont: “Su opinión es que está de acuerdo con el comité nacional, que las fuerzas independentistas concurran contra el 155 y para dar fortaleza al proceso político”, explicó. El destituido president, añadió la responsable de la antigua Convergència, se mantiene “firme, sereno y con complicidad con las elecciones”.

Ante la urgencia electoral, el PDeCAT tiene intención de reducir los plazos que prevén sus estatutos para elaborar las listas, siempre con la intención de “sacar la mejor candidatura. Para nosotros no se trata sólo de quién encabeza esta lista sino de hacer una lista competitiva electoralmente, que sea muy deudora de todo lo que hemos hecho hasta ahora y que ponga siempre las urnas como una oportunidad de defender nuestro país”, precisó Pascal.

La lectura de la dirección de ERC es muy parecida. Y eso que su portavoz Sergi Sabrià aseguró tras la reunión de la dirección del partido que los comicios del 21D son “una trampa en forma de elecciones”. “No son legítimas, porque están convocadas por un presidente del Gobierno que no tiene capacidad legal de convocarlas”. Pero aún así, reconoció, Esquerra encontrará la manera de participar en ellas, “ya sea presentándonos o no”. “Quieren jugar en un terreno que es el nuestro y nosotros desde aquí encontraremos la manera de hacerlo. A los catalanes las urnas no nos dan nunca miedo; han sido la forma de llegar hasta aquí, votación tras votación, hasta proclamar la República. Nosotros las urnas siempre las defendemos y, por lo tanto, el 21 de diciembre encontraremos la forma de estar presentes”.

La fragilidad de la República

Sabrià reconoció que, en estos momentos, la prioridad de ERC “es consolidar esta República que es hoy frágil” y “a la vez ahuyentar este 155 que supone una usurpación de nuestras instituciones”. Y, aunque no quiso precisar si Esquerra está pensando en una candidatura única para intentar agrupar a “todo el republicanismo”, sí insistió en que la “república no tiene la capacidad de imponerse que nosotros querríamos y por ello hay que defender juntos nuestras instituciones”.

Sobre la mesa de ambos partidos está la posibilidad de reeditar una fórmula conjunta (en 2015 se presentaron bajo las siglas de Junts pel Sí) para reivindicar en las urnas la legitimidad de la república catalana. Algunos dirigentes quieren incluso que esta lista común esté encabezada con los nombres de Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, los líderes de ANC y Ómnium Cultural encarcelados por la Audiencia Nacional acusados de un delito de sedición. Precisamente la direcciones de ambas entidades se reunieron a última hora de la tarde para analizar la situación creada por la convocatoria electoral.

En realidad, el debate sobre qué hacer en las elecciones no se inició este lunes sino que comenzó en una reunión celebrada este fin de semana en una casa rural de Vilaür, en el Alto Empordá, según reveló el diarioLa Vanguardia. A la cita acudieron representantes de Esquerra, del PDECAT, de ANC y de Òmnium además del editor Oriol Soler, considerado una pieza clave de la dirección informal del procés. El periódico catalán asegura que a la cita se sumó posteriormente el propio Carles Puigdemont.

Mientras tanto, la CUP sigue sin despejar si se presentará a las elecciones del 21D. Su dirección prevé reunirse durante esta semana con PDeCAT y ERC para saber de qué manera planean concurrir a la convocatoria. Sus asambleas territoriales mantendrán también encuentros para convocar el sábado un Consell Polític que fije la posición sobre los comicios. Su diputada Mireia Boya exigió este lunes al resto de partidos catalanes “confrontar” las elecciones porque no son democráticas. “Confrontar se puede confrontar de muchas maneras, el primer punto es reconocer que [las elecciones] son ilegítimas”, añadió.

Por su parte, Demòcrates, partido que en el Parlament forma parte de JxSí con tres diputados, ha pedido al Govern “desplegar la nueva República y hacer efectiva la independencia”. De no hacerlo, esta formación someterá a una consulta entre sus militantes si debe concurrir a las elecciones del 21D, algo que sólo debería ser posible, aseguraron este lunes, si es “una decisión consensuada por todas las fuerzas políticas y cívicas que han permitido la proclamación [de la independencia] y son leales a la República”.

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