Las tres malas noticias del CIS para Cs: quita menos votos al PP, tiene una gran fuga hacia Vox y cada vez más votantes se van al PSOE

La irrupción de Vox en el escenario político nacional en los últimos meses supone un serio obstáculo a los planes de Ciudadanos de convertirse en el principal partido de la derecha por encima del PP. Buena parte del vertiginoso crecimiento experimentado por el partido naranja en el último año se ha producido, según las encuestas, por su capacidad de penetrar en el electorado del PP, que hasta hace poco tiempo era enormemente fiel a los conservadores. Pero, desde que Vox irrumpió en las instituciones con su gran resultado en las elecciones andaluzas, parte de los votantes perdidos por el PP que había ganado Ciudadanos están redirigiéndose hacia la ultraderecha.

Así, al menos, puede concluirse del análisis de los últimos cinco barómetros mensuales del CIS, los que van desde octubre del año pasado hasta febrero de 2019. En este último sondeo, publicado este mismo jueves, Ciudadanos tiene una intención directa de voto –es decir, un resultado sin cocina– del 15,3%, una cifra 2,4 puntos más baja que la que obtuvo hace apenas un mes. Y parte de la culpa la tiene la pérdida de algunos de los exvotantes del PP, ya que ahora mismo el 13,7% de los encuestados que votaron a los conservadores en 2016 elegiría la papeleta de Ciudadanos, por un 15,8% que así lo declaraban en enero.

En número total de votos, la pérdida es considerable, ya que Ciudadanos pasaría de robar al PP 1,25 millones de votos en enero a, únicamente, quedarse con 1,09 millones de sus votantes en el último barómetro: más de 160.000 papeletas menos. Y el problema para el partido naranja es que, en los últimos meses, este frenazo se está convirtiendo en tendencia, puesto que en octubre del año pasado el 20,8% de los votantes del PP de 2016 (más de 1,65 millones) aseguraban que votarían a Ciudadanos y la cifra no ha hecho más que descender desde entonces, con un repunte en enero que, no obstante, no se ha afianzado en el último barómetro.

La pérdida de fuelle de Ciudadanos también viene de sus propios votantes, a quienes el partido no está pudiendo retener en la misma cantidad que hace unos meses. En octubre de 2018, el 75,4% de los votantes del partido naranja en las últimas generales (lo que supone un total de 2,37 millones de personas) aseguraban que volverían a escoger la papeleta de Albert Rivera en las próximas elecciones. Ese porcentaje ha experimentado grandes altibajos desde entonces, pero en el último barómetro solo el 62% de los electores de Ciudadanos (apenas 1,95 millones de personas) afirmaban que repetirán su voto, 2,8 puntos más que en enero. Son 420.000 papletas perdidas en solo cinco meses.

El PP no tiene votantes fieles

El PP no es capaz de rentabilizar ese pinchazo y recuperar a sus exvotantes. En octubre del año pasado, solo el 59,9% de quienes eligieron la papeleta de los conservadores en 2016 (4,75 millones de personas) aseguraba que repetiría, y aunque ese porcentaje ha experimentado un ligero repunte desde su cota más baja –que se produjo el pasdo enero, cuando solo afirmaba que volvería a votar al PP el 48,8% de sus votantes–, en el barómetro de este jueves solo el 53,3% de quienes apostaron por Mariano Rajoy en las últimas generales asegura que depositará en la urna la papeleta de Pablo Casado el próximo 28 de abril. Ese porcentaje representa a un total de 4,23 millones de personas, lo que implica que el PP habría perdido en cinco meses más de medio millón de electores.

Y es que el gran beneficiado del frenazo de Ciudadanos es Vox, que consigue atraer tanto a votantes del partido naranja como, fundamentalmente, a electores que eligieron la papeleta del PP en 2016 y que ahora se sumarían a las filas de la ultraderecha. La tendencia es clara. El pasado octubre Vox solo lograba atraer al 1,7% de los votantes del PP (apenas 135.000 personas), mientras Ciudadanos se hacía con un 20,8% de los mismos (un total de 1,65 millones). En noviembre, la transferencia de PP a Ciudadanos bajaba al 16,4% de los electores, mientras que el porcentaje de votantes del PP que se pasaban a la ultraderecha crecía hasta el 4,3%.

La tendencia se mantuvo en diciembre: Ciudadanos solo atraía al 14% de los votantes del PP, por un 6,4% que se decidía por Vox. Y, en febrero, la formación de extrema derecha ya se hace con el 10,7% de quienes eligieron la papeleta del PP en 2016 (es decir, un total de 850.000 personas, aproximadamente), mientras el partido naranja solo atrae al 13,7% (1,09 millones de personas). 

Aunque en menor medida, Vox también ha basado su crecimiento en atraer votantes que Ciudadanos logró seducir en 2016 y que ahora optarían por la ultraderecha. En octubre del año pasado, la formación de Santiago Abascal solo era la opción elegida por el 1,5% de quienes votaron a Albert Rivera en 2016: apenas 47.000 personas. En el barómetro de este jueves, el porcentaje ya alcanza el 8,9%, lo que supone un total de 279.600 papeletas. Es imposible saber cuántos de los votantes de Vox de 2016 volverán a votar a la ultraderecha, ya que el CIS no incluye este dato en su encuesta.

El PSOE amenaza a Rivera

El tercer problema que refleja el CIS de este jueves para Ciudadanos es que algunos de sus votantes se están yendo al PSOE y que, además, está dejando de recibir electores que en 2016 optaron por los socialistas. La tendencia de los últimos cinco barómetros es clara, aunque las cifras concretas han experimentado altibajos: según el sondeo publicado este jueves, solo el 3,8% de quienes votaron al PSOE en las anteriores generales se pasarían a Ciudadanos, mientras que un 5,9% de los votantes de Albert Rivera harían el camino inverso y pasarían a votar a Pedro Sánchez. En cifras absolutas, eso implica que Ciudadanos ganaría unos 207.000 votos socialistas, pero perdería en torno a 185.000 de sus propios electores que ahora apoyarían a Sánchez.

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Esos números son los peores para el partido naranja en los barómetros analizados. En octubre del año pasado, por ejemplo, Ciudadanos lograba atraer hacía sí al 6% de los votantes socialistas de 2016 –lo que supone más de 326.000 papeletas–, y tan solo perdía al 2,9% de sus propios electores –en torno a 91.000 personas–. Así, el saldo entre pérdidas y ganancias con el PSOE arrojaba una ganancia de cerca de 235.000 votos para Ciudadanos, que se ha visto reducida a apenas 22.000 sufragios en el barómetro de este jueves.