La propuesta sobre armas y el discurso homófobo de Vox no alteran la disposición de Cs a pactar con la ultraderecha

Ciudadanos sigue resistiéndose a cerrar la puerta a llegar a acuerdos con Vox. Los dirigentes de la formación naranja se esforzaron este miércoles en contradecir la propuesta de la ultraderecha para facilitar la tenencia de armas lanzada por el líder ultra, Santiago Abascal, y los mensajes homófobos de uno de sus últimos fichajes, Fernando Paz, cabeza de cartel por Albacete, pero fueron incapaces de comprometerse a no pactar con este partido tal y como les pidió su candidato a la Alcaldía de Barcelona, el ex primer ministro francés Manuel Valls.

En una anotación en Twitter, Valls exigió al partido naranja y también al PP que digan claramente que jamás pactarán con Vox y el nacional-populismo: “Cada día Vox se quita su careta: sus candidatos son nostálgicos del franquismo o revisionistas y homófobos”.

El candidato de Cs a la Alcaldía se quejó de que PSOE, PP y Cs no hayan respondido a la carta que les envió pidiendo descartar pactos con populistas e independentistas a la vista de que las listas para las generales de “los separatistas catalanes están encabezadas por presos y la de Podemos en Barcelona por un independentista”. “Los tres grandes partidos constitucionalistas no pueden pactar con los populistas ni con los separatistas. El sentido del Estado tiene que prevalecer. Los españoles merecemos una posición clara de los tres respecto a los pactos antes del 28A. Eso es democracia”, remachó.

Ciudadanos, el partido que patrocina su candidatura por Barcelona, optó por ignorarle. Toni Roldán, su portavoz de Economía en el Congreso, convocó a los medios para replicar con dureza la propuesta de Vox para facilitar la tenencia de armas pero en la misma comparecencia dejó sin respuesta las preguntas los periodistas sobre Valls y su petición para que la formación naranja se desmarque claramente de la ultraderecha. Y eso que calificó de “grave” y “preocupante” la propuesta de Abascal porque supone “inventarse problemas que no existen”.

Lo mismo hizo el líder naranja, Albert Rivera, a través de Twitter, donde publicó dos anotaciones contra Vox pero calló sobre Valls. “Yo no quiero un país con tiroteos en los colegios ni locos con pistola. Yo sí apoyo y confío en nuestra Guardia Civil y Policía, que hacen un gran trabajo garantizando la libertad y seguridad de todos. Más medios y recursos policiales y menos ocurrencias”, escribió en la red social sobre la idea de Abascal de impulsar un “cambio radical urgente en la ley” para que los españoles puedan “disponer de un arma en su casa” que puedan “utilizar en situaciones de amenaza real” para su autodefensa.

El responsable de Política Fiscal de Cs, Francisco de la Torre, fue aún más duro al recordar que su capitán en el servicio militar le decía que “las armas las carga el diablo y las disparan los gilipollas”. “Hoy, las quieren repartir los locos”.

Rivera también tuiteó en las últimas horas contra los mensajes homófobos del candidato ultra por Albacete, pero ni él ni ningún otro dirigente del Ciudadanos consideró que estas propuestas sean motivo suficiente para cerrar la puerta al acuerdos de gobierno con Vox en el caso de que la formación naranja, la extrema derecha y el PP sumen mayoría absoluta en el Congreso que saldrá de las elecciones del 28 de abril. Un cordón sanitario que, sin embargo, la formación naranja sí aplica al PSOE, al que, a diferencia de Vox, ha declarado “partido no constitucionalista” y contra el que su Ejecutiva ha aprobado una resolución anunciando que en ningún caso llegará a acuerdos de gobierno.

Ciudadanos ha pasado muy rápidamente de negarse oficialmente a conversar con Vox, aunque admitió que el PP sí lo hiciera para garantizar un gobierno de coalición de la derecha en Andalucía, a compartir escenario con la ultraderecha en la concetración de la Plaza de Colón en la que los tres partidos exigieron la dimisión de Pedro Sánchez apenas unos días antes de que el presidente anunciase la convocatoria electoral del 28 de abril. Desde entonces, son ya varios los candidatos de la formación naranja que han anticipado su disposición a llegar a acuerdos con la ultraderecha y con el PP para gobernar España, las comunidades autónomas y los ayuntamientos.

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Pucherazo en Castilla y León

Rivera no tuvo que responder este miércoles preguntas sobre el pucherazo en las primarias de Castilla y León, pero Roldán sí. Primero tiró de argumentario oficial, como han hecho otros dirigentes del partido en los últimos días, y trató de restarle importancia destacando que “hubo una irregularidad que se corrigió en menos de 24 horas”. No obstante, ante la insistencia de los periodistas, el portavoz de Economía de Ciudadanos aseguró que la Comisión de Garantías y Valores del partido todavía está investigando lo ocurrido. “El proceso sigue su curso y no depende de nosotros”, aseguró.

La Comisión de Garantías tardó menos de 48 horas en establecer que se habían contabilizado 82 votos falsos que hasta ese momento habían permitido proclamar candidata a la Presidencia de Castilla y León a la aspirante preferida de Rivera, la exdirigiente del PP Silvia Clemente, pero doce días después de la controvertida votación sigue sin aclarar quién manipuló el procedimiento.