El equipo de Albert Rivera mejora con creces sus resultados pero no logra cumplir sus objetivos: crear un "Gobierno constitucionalista" para "echar a Pedro Sánchez" de la Moncloa. Ciudadanos se hace con el 15,86% de los votos en la cita con las urnas de este domingo 28 de abril, un resultado que, con el 99,99% de papeletas escrutadas y a falta del voto por correo, permite a la formación enviar a 57 diputados al Congreso, más del doble respecto al 26J. No obstante, el escenario se dibuja insuficiente para que el bloque de la derecha –Ciudadanos, Partido Popular y Vox– entre en el Ejecutivo.
El partido, que centró el grueso de su campaña en movilizar al electorado indeciso, supera notablemente los resultados del 26J, cuando se hizo con 32 escaños y el 13,06% de los votos, pero no es quien de cumplir su promesa de "echar a Pedro Sánchez" del Gobierno. La candidatura de Rivera se deja en esta cita con las urnas 4.110.416 votos, con una participación que supera en cerca de diez puntos a la registrada durante las elecciones de 2016. Ciudadanos se beneficia, de esta manera, del sistema electoral. Y para muestra el resultado de uno de sus rivales: con un porcentaje similar, próximo al 14%, Unidas Podemos y las confluencias se quedan muy por debajo con 42 asientos.
Las primeras encuestas, aquellas publicadas en marzo, auguraban un resultado muy por encima del cosechado en 2016. Y si bien el desenlace ha sido positivo para Ciudadanos, que se consolida como tercera fuerza a menos de diez asientos y 217.386 votos de distancia del Partido Popular, el escenario no concede celebraciones: la formación no consigue el papel decisivo al que aspiraba para entrar en el Gobierno. El bloque constituido por los tres principales partidos de derecha ni siquiera roza la mayoría absoluta de 176 asientos necesarios para gobernar.
En su comparecencia a medianoche, Albert Rivera erigió a su partido como líder de la oposición y órdago del próximo Gobierno. "Vamos a hacer una oposición leal a la Constitución, a la economía de mercado, a Europa, a los vales constitucionales y a España", lanzó, con el objetivo de "controlar a este Gobierno".
El líder de Ciudadanos prometió a su público que, pese a haber "ganado los socialistas", su partido "trabajará duro" para "liderar la oposición", porque la suya es la formación que "más se parece a España". "Que la fuerza que tiene Ciudadanos no la pare nadie, hemos crecido un 80% en menos de tres años y vamos a volver a crecer en las municipales y europeas", añadió. En este sentido, insistió en su voluntad de trabajar por "un nuevo proyecto ganador para España, frente al Gobierno de Sánchez e Iglesias", porque existirá, en la próxima legislatura, una "parte importantísima de España que va a estar representada y con voz". Pronto, auguró, "va a llegar otro Gobierno, liberal, moderno, que una y no divida, que no haga escoger entre izquierda y derecha, que mire al futuro y deje de mirar al pasado", concluyó.
'Sorpasso' en cinco comunidades
Los mejores resultados los obtiene Ciudadanos en
Andalucía (17,70%), donde alcanza
once diputados y se consolida como segunda fuerza, por detrás de los socialistas. Consigue, en la comunidad, representación en todas las provincias y destaca con dos actas en Cádiz, Málaga y Sevilla. En los comicios anteriores, los de Albert Rivera se habían hecho con siete escaños en el territorio.
También por detrás del PSOE se queda la formación naranja en la
Comunidad de Madrid (20,93%), gracias a los ocho asientos conquistados, en lugar de los seis ocupados en el 26J. Como segunda fuerza, por detrás del PSOE, se erige también en
Aragón (20,54%) con tres escaños, uno por cada provincia. De esta manera, son tres las comunidades donde se posiciona como segunda fuerza y cinco –las tres citadas más Cataluña y Balears– donde logran hacer
sorpasso al partido de Pablo Casado.
La formación entra también en Extremadura (17,96%), donde hasta ahora no tenía representación, con dos actas. Irrumpe asimismo en Galicia (11,18%) con otros dos diputados, por A Coruña y Pontevedra, en sintonía con Unidas Podemos. En Castilla-La Mancha (17,47%), el equipo naranja llega con más fuerza: obtiene
cuatro escaños, uno por cada provincia a excepción de Cuenca. En La Rioja (17,81%), donde tampoco había logrado representación, Ciudadanos aterriza con un diputado. Con este balance, el partido pasa de no tener presencia en seis comunidades a no tenerla en sólo una: Euskadi. Allí, la candidatura liderada por Rivera obtiene apenas un 3,14% de votos, una cifra ligeramente inferior a la lograda en las elecciones pasadas (3,53%) y por tanto la única comunidad donde presenta descenso.
En Navarra, Ciudadanos se presentaba en coalición con PP y UPN, bajo el nombre Navarra Suma. La formación obtiene dos diputados, pero ninguno en representación del equipo naranja, cuyo candidato ocupaba el cuarto lugar en la lista.
Grandes ciudades
En las principales ciudades por población, la formación naranja obtiene unos resultados notables. En Madrid capital, Ciudadanos consigue el
19,91% de los votos y se queda en tercera posición. El partido de Rivera tiene un agujero en Barcelona, donde queda en cuarto lugar por detrás de En Comú Podem, PSC y ERC. Allí se deja 101.892 votos. En Sevilla el partido naranja se coloca en tercer lugar con el 16,86%.
Remonta en
València, donde logra un segundo puesto y 84.183 votos (18,83%), casi 20.000 más que en las elecciones pasadas. También en
Zaragoza gana la medalla de plata, con el 21,53% del apoyo electoral.
Igual que Vallejo Najera buscaba el "gen rojo" Arrimadas parece buscar el "gen independentista" como una anormalidad, a partir de lo que ella y Rivera han escrito a raíz de la presidenta de mesa que de forma descortés pero nada más, se negó a darle la mano cuando votó Arrimadas. Es preocupante que un partido que decía representar a una derecha liberal súperadora del franquismo, se comporte de esa manera, Arrimadas es un personaje histrionico que no sabe otra cosa que provocar. No tiene proyecto ni iniciativa política y esa búsqueda del "gen catalán" de ciudadanos nos hace pensar que son un simple experimento con un recorrido que ya tendremos tiempo de ver su trayectoria, pero hay unas líneas profundas desde el siglo XIX en España que pesan más de lo que parece, como muy bien nos enseñó hace ya tiempo el profesor Luis Artola.
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