Encuestas

Un 11,5% de los votantes de Vox el 28A ya se arrepienten de haber apoyado a la extrema derecha

El presidente de Vox, Santiago Abascal.

Nueva encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en plena tormenta política. Con las negociaciones entre PSOE y Unidas Podemos prácticamente encalladas y con el bloqueo político a la derecha impidiendo la conformación de gobiernos en Madrid y Murcia, este martes se ha hecho público el barómetro poselectoral de las elecciones generales del pasado 28 de abril [consultar aquí en PDF]. La encuesta no ofrece ni estimación ni proyección de voto. Sin embargo, resulta realmente interesante a la hora de analizar cómo se comportaron los electores en la cita con las urnas. Así, se pregunta a los encuestados por las dudas que tuvieron a la hora de acudir a los colegios electorales, por las razones que les empujaron a decantarse por un determinado partido político o por sus opciones preferidas para la formación de Gobierno. Pero el sondeo también arroja datos interesantes sobre el arrepentimiento del voto tras conocerse los resultados. Y, en este sentido, evidencia que los votantes de Vox son los más arrepentidos por el respaldo brindado a la formación de extrema derecha.

Las elecciones generales del pasado dieron la victoria al PSOE con el 28,6% de los sufragios, seguido por PP, Ciudadanos, Unidas Podemos y Vox, que se quedaron en el 16,7%, 15,8%, 14,31% y 10,2% de las papeletas, respectivamente. Apoyos que permitieron al bloque de izquierdas hacerse con 165 escaños –a una decena de la mayoría absoluta– y que dejaron al trío de Colón con 147 asientos en el Congreso. Con estos datos sobre la mesa, el CIS pregunta a los votantes de los diferentes partidos qué hubieran hecho de saber que los resultados habrían sido los que finalmente se registraron. El 83,4% de los encuestados que introdujeron en las urnas la papeleta de Vox aseguran que habrían hecho exactamente lo mismo, la cifra más baja que se registra en la encuesta entre los electores de los cinco principales partidos a nivel nacional. Frente a ese dato, un 11,5% de los que apoyaron a la extrema derecha en la cita con las urnas asegura que de haber conocido los resultados “habría votado por un partido o coalición distinto al que votó”.

El arrepentimiento entre los que respaldaron a la extrema derecha dista mucho del registrado entre los votantes de PSOE, PP, Unidas Podemos y Ciudadanos. De hecho, el segundo dato más alto en este sentido, que afecta al partido liderado por Albert Rivera, es ocho puntos más bajo. Así, el barómetro poselectoral, que se ha elaborado a partir de una muestra de 5.943 encuestas realizadas entre el 10 y el 25 de mayo, recoge que un 3,5% de los votantes del partido naranja habría respaldado a una formación distinta de haber conocido los resultados que finalmente se dieron, frente al 91,7% que se mantiene firme en la decisión tomada. En el caso de PP y Unidas Podemos, por ejemplo, esa cifra se reduce hasta el 2,6% y 2,3%, respectivamente. De los cinco principales partidos, son los encuestados que votaron al PSOE los que en esta misma situación parecen más inamovibles: el 97,3% asegura que volvería a introducir papeleta socialista y sólo el 1,1% responde que habría cambiado su voto.

Dudas entre los votantes de Ciudadanos

Pero a la hora de acudir a la cita con las urnas, fueron los votantes de Ciudadanos los que más dudas tuvieron. Así, según la encuesta del CIS, un 30,9% de los preguntados que introdujeron la papeleta naranja el pasado 28 de abril “dudó entre varios partidos o coaliciones” ante la decisión de acudir o no a la cita con las urnas, frente al 25,5% de los de Unidos Podemos, el 24,3% de los de Vox, el 16,1% de los del PP y el 15,4% de los del PSOE, que fueron los que menos vacilaron al afrontar la votación. De hecho, según recoge la encuesta, uno de cada cuatro votantes del partido naranja ni siquiera se quedó del todo satisfecho después de haber introducido la papeleta en las urnas. Así, el 25,7% asegura que votó al partido naranja “con ciertas dudas”, frente al 54,1% que asegura haberlo hecho “con convicción”. Una seguridad que en el caso del PSOE y el PP se sitúa alrededor del 70% y que entre los votantes de Vox y Unidas Podemos se reduce hasta el 67,9% y 66,7%, respectivamente.

El sondeo poselectoral también incide en las dudas que afrontaron los diferentes electorados. Así, en el caso de los votantes que finalmente respaldaron a la formación presidida por Albert Rivera, la mayor parte –44,2%– vaciló a la hora de elegir entre votar al PP o a Ciudadanos, mientras que a un 29,3% le pasó lo mismo pero con el PSOE. Entre el electorado dudoso que se decantó por el partido conservador, se produjeron más titubeos hacia el lado de Ciudadanos (57,5%) que hacia el de Vox (13,2%). Y, al ser preguntados aquellos dudosos que respaldaron a socialistas y al partido morado, las principales dudas giraron alrededor de estas dos formaciones. Eso sí, si en el caso de Unidas Podemos casi un 69% titubearon entre los de Iglesias y los de Sánchez, en el de la formación socialista esa cifra cae hasta el 43,2%. El motivo, que otro 21,8% de los dudosos se plantearon en algún momento la opción de introducir en las urnas la papeleta de Ciudadanos.

Movilización contra la derecha y Cataluña

Casi nueve de cada diez españoles –el 86%– que terminaron votando en las pasadas elecciones generales tuvieron claro en todo momento que acudirían a las urnas. No así un 12%, que reconoce que durante la campaña y la precampaña tuvo momentos en los que pensó en no participar. En esa tesitura se encontró, por ejemplo, el 18,1% de los votantes de Ciudadanos, el 15,5% de los de Vox, el 12,1% de los del PSOE, el 10,6% de los de Unidas Podemos y sólo el 7,6% de los del PP. A pesar de ello, finalmente se decantaron por acudir a las urnas. Y las razones que les terminaron animando fueron muy diferentes en función de cada partido. Así, el electorado de los de Pablo Iglesias y Pedro Sánchez que se había planteado no votar se terminó movilizando para “intentar evitar que pudieran ganar partidos de derechas”. Así lo reconocen el 45,7% de los electores del PSOE y el 49,2% de los de Unidas Podemos que en algún momento pensaron en ejercer su derecho al voto. Los argumentos y propuestas programáticas, por su parte, animaron al 17,8% de los socialistas y al 21,3% de UP.

En el caso de los votantes del PP y Ciudadanos que se habían planteado no votar pero finalmente se animaron, tuvo más peso en esa decisión el “evitar que pudieran ganar partidos que permitieran la independencia de Cataluña” que impedir que se impusieran formaciones de izquierdas. De hecho, esta primera fue la razón que expusieron el 23,9% de los electores conservadores que en algún momento pensaron en no acudir a la cita con las urnas y el 21,2% de los votantes en la misma situación de Ciudadanos, aunque casi un 33,9% de los que terminaron participando y apoyando al partido naranja lo hicieron por los argumentos y propuestas programáticas que los de Rivera expusieron durante la campaña. En el caso de Vox, un 28,3% se movilizaron por las promesas electorales, un 15,2% lo hicieron para evitar que llegaran al poder aquellas fuerzas que definen despectivamente como “progres” y un 10,9% para impedir que vencieran formaciones que permitieran la independencia de Cataluña.

La cuestión catalana influyó ligeramente en el voto el pasado 28A. Y así lo reconoce, en otra de las preguntas, el 24% de los ciudadanos que participaron en los comicios, frente al 74,8% que asegura que este asunto no condicionó su decisión de voto. Por partidos, los electorados en los que la cuestión catalana tuvo un peso importante fueron los de ERC, JxCat y Vox: Cataluña influyó en un 68,5%, un 59,7% y un 58,8% de sus votantes, respectivamente. En el caso de Ciudadanos, este tema condicionó la decisión de voto del 44,5% de sus electores, mientras que en el PP esa cifra se reduce al 27,8%. Por el contrario, poco peso tuvo Cataluña entre los que dieron su apoyo al PSOE y Unidas Podemos. En el caso de los electores socialistas, sólo un 13,9% reconocen que el problema catalán influyó en su voto, un dato que se reduce al 11,9% entre los votantes de la coalición de izquierdas.

El 26% de los españoles apuesta por un Gobierno del PSOE en el que se integre Unidas Podemos

El 26% de los españoles apuesta por un Gobierno del PSOE con Unidas Podemos

Acuerdos de Gobierno

Con las negociaciones entre PSOE y Podemos encalladas, el barómetro poselectoral también ofrece información interesante sobre las opciones preferidas de los votantes a la hora de conformar el Gobierno central. Así, revela que un 26,4% de los españoles apuesta por un Ejecutivo del PSOE del que forme parte Unidas Podemos, ya sea “con apoyo de partidos nacionalistas no independentistas, con las abstenciones necesarias” –15,8%– o con partidos nacionalistas independentistas –10,6%–. Frente a eso, uno de cada cinco encuestados (20,2%) se inclina por un Gobierno socialista en solitario, mientras que la propuesta PSOE-Ciudadanos, una opción que parece descartada ante la firme negativa del partido naranja a respaldar la investidura de Pedro Sánchez, es apoyada por el 16,1% de los encuestados. Por último, un 10,1% de los españoles se decanta por la alternativa de un tripartito de derechas –PP-CS-Vox– con “otros apoyos” y un 2,2% prefiere inclinarse por un Ejecutivo del PSOE con el apoyo de Coalición Canaria, Compromís y PRC y la abstención de los de Pablo Casado y Albert Rivera.

Por partidos, la opción preferida por el 48,1% de los votantes socialistas es el Ejecutivo en solitario de Pedro Sánchez, si bien es cierto que casi uno de cada cuatro prefiere un Gobierno del que forme parte Unidas Podemos, ya sea con el apoyo de los nacionalistas no independentistas y las abstenciones necesarias –combinación que prefieren el 21,8%– o con el respaldo de formaciones como ERC o JxCat –opción que solo apoya el 4,4%–. Los votantes de la coalición de izquierdas que lidera Pablo Iglesias, por su parte, ven como única alternativa posible un gabinete del que formen parte miembros de Unidas Podemos, algo que defienden casi el 83,1% de sus votantes. En cuanto al PP y Vox, la mayoría prefieren, como era de esperar, la opción de un tripartito de derechas con otros apoyos. Una alternativa que, sin embargo, no ven con buenos ojos los electores de la formación naranja. Según el CIS, el 66,5% de los votantes del partido que preside Albert Rivera prefiere un Gobierno PSOE-Ciudadanos, y sólo el 11,8% se decanta por el tripartito con PP y la extrema derecha.

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