Casado lucha por salvar su coalición con Cs para las catalanas frente a la presión de varios barones y el fracaso en Euskadi

El líder del Partido Popular hizo este viernes una defensa cerrada de las alianzas con Ciudadanos después de que la coalición PP+Cs lograra seis escaños –los conservadores partían en solitario de nueve– en las elecciones vascas del pasado domingo. Dos de estos seis escaños corresponden a cargos del partido naranja, lo que deja al PP vasco ante el peor resultado de su historia en presencia en la Cámara de Vitoria. Y el panorama se complica todavía más si se tiene en cuenta que Vox logró el 12J un escaño por Álava, feudo tradicional de los conservadores.

Preguntado por la resistencia de algunos barones del PP a implantar alianzas como la testada en el País Vasco, el líder del PP defendió que su partido tomará aquellas decisiones que "más beneficien a los españoles" y puso en valor los gobiernos de coalición PP-Cs en comunidades como Madrid, Andalucía y Castilla y León y también en ayuntamientos. 

"Eso es lo que ahora tenemos que plantear, si esos acuerdos dan estabilidad y mejoran la vida de los españoles o si hay quien los ve como estrategias de partido. Lo veo como servicio público y siempre tomaremos las decisiones que más beneficien a los españoles que son a quienes nos debemos", defendió en el acto de presentación del libro El Banco Central Europeo. Propuestas de reforma, escrito por el senador y ex coordinador general del PP Fernando Martínez-Maillo. Un acto en el que también participó el vicepresidente del Banco Central Europeo Luis de Guindos y que contó la presencia del expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

En la dirección nacional del PP llaman a la calma y defienden que, una vez convocadas las elecciones catalanas, será el momento en el que Casado y Arrimadas estudien el contexto y decidan qué es lo que más interesa y cuántas formas hay de colaboración. No obstante, el grueso de las fuentes consultadas por infoLibre interpretan las palabras de su jefe de filas como un intento de zanjar un debate sobre el que, hasta la fecha, el presidente conservador se inclina a favor. "A Feijóo no pudo imponerle la coalición porque gobernaba –y gobernará tras los resultados del domingo– con mayoría absoluta. Al PP vasco se la impuso y la injerencia acabó con la marcha de Alfonso Alonso. Y en Cataluña, donde la posición del partido es también débil, también tiene más margen de acción", interpreta una de las dirigentes consultadas.

A su favor, añade la misma fuente, estaría la disposición de Cs a intentar una alianza en Cataluña al estilo de la vasca. Hasta la fecha, todos los posicionamientos de dirigentes del partido naranja al respecto han sido positivos. "Las mismas razones que llevaron a Cs a hacer listas conjuntas en esos lugares existen de una forma más grave en Cataluña y son el nacionalismo y el separatismo", ha señalado recientemente en una rueda de prensa en el Parlament el portavoz de la formación, Edmundo Bal. Al mismo tiempo, destacaba que esa era la fórmula para conseguir que ningún constitucionalista se quede en casa a la hora de votar.

"No se entendería de otra manera. Si no sale adelante no debería ser por culpa de Arrimadas. Hemos sido excesivamente generosos con Ciudadanos en el País Vasco y estos gestos deberían tener su réplica", mantiene un líder regional. Cs fue el partido más votado en las últimas elecciones autonómicas. Pero ha perdido mucha fuerza.

Debate entre barones

La conveniencia, o no, de reeditar coaliciones electorales con Ciudadanos estuvo sobre la mesa este miércoles en la comida que los barones territoriales del partido mantuvieron con Pablo Casado al término del Comité Ejecutivo Nacional en el que analizaron la jornada del 12J.

Alejandro Fernández, líder del PP de Cataluña, expuso sus reservas con el argumento, señalan las fuentes conocedoras del contenido de la reunión, del giro que ha emprendido el partido en los últimos meses, apoyando el grueso de las decisiones del Gobierno de Pedro Sánchez. Y recordando, además, la disposición a negociar los Presupuestos Generales del Estado, una de las líneas rojas del PP.

Las mismas fuentes mantiene que el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, se puso del lado de Fernández en el debate. La postura del gallego no sorprendió a los presentes si se tiene en cuenta que él se negó a cualquier intento de coalición preelectoral con Cs.

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Pero también hubo en este almuerzo quien pidió prudencia y no tomar decisiones en caliente al respecto por si marcar distancias con Ciudadanos acababa perjudicando a los gobiernos de coalición autonómicos cuando la legislaturas están todavía lejos de agotarse. "Estamos contentos con la marcha de los gobiernos de coalición", resumen en Génova.

Cuando Alfonso Alonso renunció a ser candidato a lehendakari al considerar que el acuerdo con Cs dejaba al PP en una clara posición de desventaja, desde el entorno de Casado vendieron la decisión como una especie de sacrificio para ir labrando, poco a poco, esa reconstrucción del espacio del centro derecha que considera fundamental para llegar a la Moncloa. 

Coincidiendo con la recta final de las elecciones vascas y con la jornada electoral, PP y Cs parecen haber firmado una tregua en el Gobierno de la Comunidad de Madrid, el principal foco de tensiones entre ambas formaciones. En los peores momentos de la crisis del covid-19, Casado y Arrimadas llegaron a mantener una reunión en la que defendieron la buena salud de los pactos entre ambos partidos. De hecho, el líder de los conservadores ha sido extremadamente respetuoso con la forma de hacer oposición de la líder del partido naranja.