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Bloqueo institucional

Moncloa advierte un cambio en Casado tras el 14F y confía en desbloquear el CGPJ tras un primer contacto

Sánchez y Casado, reunidos en Moncloa, en una imagen de archivo.

El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Pablo Casado, mantuvieron en la tarde de este miércoles una "constructiva conversación telefónica sobre el reforzamiento institucional que necesita nuestro país". Así lo señalan fuentes de La Moncloa. El líder de los socialistas se ha puesto en contacto con el presidente del principal partido de la oposición tres días después de las elecciones catalanas.

Tanto PP como Partido Socialista coincidían en que hasta que transcurriese la cita con las urnas iba a ser imposible que se hiciese un intento de retomar las conversaciones. Con esta llamada, Sánchez pretende reactivar un proceso que, en el caso del CGPJ, según fuentes socialistas, está prácticamente cerrado a la espera del visto bueno definitivo de Casado. Pero que, según fuentes conservadoras no es tan sencillo.

"El presidente Sánchez y el líder del PP han hablado entre otras materias de la renovación de órganos constitucionales cuyo mandato ha expirado, tales como el Consejo General del Poder Judicial, el Defensor del Pueblo y el Consejo de Administración de RTVE, así como del voto rogado para los ciudadanos españoles residentes en el exterior", señalan las mismas fuentes.

Sin poderse hablar de plazos y avances concretos en las materias a abordar, las fuentes de La Moncloa consultadas por infoLibre advierten un cambio en Pablo Casado tras la cita electoral del domingo –el PP se quedó en tres escaños, uno menos, y Vox entró en el Parlament con 11 escaños– y confían en que esta llamada sirva de punto de inflexión para el desbloqueo.

Mientras, desde el Partido Popular, el mensaje es más plano. Desde la dirección nacional del PP insisten en que Pablo Casado "ha reiterado sus condiciones para el reforzamiento de la independencia de los órganos constitucionales, la neutralidad de los medios públicos y el consenso para la reforma de la ley electoral".

Las tres condiciones de Casado

En lo relacionado con el órgano de gobierno de los jueces, el principal partido de la oposición asegura que no habrá avances mientras Pedro Sánchez no le garantice que Unidas Podemos no intervendrá en el proceso, mientras no se retire del registro del Congreso de los Diputados la ley para reducir las mayorías y mientras no se "despolitice" esta institución.

En el Gobierno, al menos a día de hoy, evitan hablar de plazos concretos de ultimátums al PP. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este martes, desde el Ejecutivo se trasladó la idea de que el PP ya no tiene "excusas" y el desbloqueo es "urgente". En este contexto, el Gobierno podría reactivar una proposición de ley de los grupos parlamentarios que le sostentan que rebaja las mayorías para esquivar la negativa de Casado y los suyos a pactar.

 Si no hay cambios de última hora, en el mes de marzo podría estar aprobada la proposición de ley de PSOE y UP para limitar los poderes de un CGPJ en funciones.

La última vez que Sánchez e Iglesias mantuvieron una conversación sobre estas cuestiones fue el pasado 15 de diciembre. En este caso, el mensaje de La Moncloa tuvo un tono bastante más pesimista que el de este miércoles. "Pese al nuevo llamamiento del presidente del Gobierno a cumplir íntegramente la letra de la Constitución del 78, la conversación no ha permitido avances y sólo ha servido para comprobar que la posición de bloqueo del Partido Popular sigue siendo la misma". En aquella ocasión, ambos líderes políticos habían hablado durante 45 minutos.

Los orígenes

El mandato del CGPJ, que dura cinco años, caducó en diciembre de 2018. Entonces, socialistas y conservadores llegaron a pactar para su presidencia al magistrado del Tribunal Supremo Manuel Marchena, pero éste acabó renunciando a su candidatura después de que se filtrara un whatsapp del dirigente conservadorIgnacio Cosidó presumiendo de que, con este juez al frente del CGPJ, se podría controlar la Sala Segunda del alto tribunal "por la puerta de atrás".

El pasado octubre, PSOE y Unidas Podemos dieron el primer paso para el desbloqueo del CGPJ con una iniciativa para cambiar el modelo de elección presentada por ambos grupos parlamentarios en el Congreso. El texto sigue en el registro del Congreso pero su tramitación está paralizada. Este fue el gesto que Pedro Sánchez tuvo con Pablo Casado durante la moción de censura que Abascal planteó al jefe de los socialistas y que sólo contó con el apoyo de la extrema derecha. Ellos no daban trámite a la proposición de ley a cambio de que el PP volviese a la mesa de negociaciones. Y en este escenario seguimos estando. Porque, hasta la fecha, al PP no le basta este gesto y recuerda sus tres condiciones: apartar a Unidas Podemos, retirar la iniciativa parlamentaria y "despolitizar" el CGPJ.

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Sortear los vetos del PP

El texto presentado por Unidas Podemos y los socialistas refleja que "cada una de las Cámaras [Congreso y Senado] elegirá, en votación única y por mayoría de tres quintos de sus miembros, a seis candidatos provenientes de la carrera judicial". Y prosigue: "Si en primera votación alguna de las Cámaras no alcanzase la mayoría requerida, se procederá a efectuar nueva votación, cuarenta y ocho horas después, en la que la Cámara correspondiente elegirá los seis vocales del turno judicial por mayoría absoluta".

Con este requisito de mayoría absoluta, los votos de los diputados del Partido Popular ya no serían necesarios porque Sánchez tendría alternativas como la del denominado bloque de la investidura o sus socios para los Presupuestos Generales del Estado. En todo caso, los resultados del 14F también podrían suponer una revolución en las fuerzas políticas a las que la Moncloa ha considerado hasta ahora preferentes a la hora de negociar. Sirva el ejemplo de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), que acaba de firmar, junto al resto de fuerzas independentistas, el compromiso de no pactar con el PSC de Salvador Illa tras las catalanas de este domingo.

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