El Ojo Público

Una bofetada a RTVE

La decisión del PSOE de no acudir al debate electoral solicitado por RTVERTVE y limitar la presencia de su candidato al convocado por Atresmedia es una bofetada muy sonora a los medios públicos en la cara de la radio y televisión estatal. Al margen de si debía, o no, estar presente en el debate Vox, fuerza política sin representación parlamentaria en las Cortes, pero que a tenor de los sondeos gozara de ella tras el 28A, elegir una cadena privada para confrontar su proyecto político sitúa al PSOE en clara contradicción con su propio programa electoral y trayectoria histórica. Hablo de un partido que, sin despreciar la iniciativa privada y libre competencia, ha hecho de lo público una prioridad, al considerar que el estar fuera de intereses particulares garantiza los derechos de los ciudadanos consagrados por la Constitución.

No siento nostalgia, sino repudio, ante aquella RTVE única heredada del franquismo, libre de competencia y sometida de manera obscena a la propaganda gubernamental; fue una vergüenza nacional que solo hace tres décadas, y más de una después de la aprobación de la Constitución, no existieran cadenas privadas que establecieran una sana competencia con los medios públicos. Otra cosa es que un partido, que además en este momento sustenta el gobierno de España, desprecie el medio de comunicación público y elija otro privado en una declaración de principios, que subscribirían, sin duda, las fuerzas de la derecha política: está en sus idearios y programas; que lo haga una formación que se postula como representante de la izquierda, no encuentra explicación. PSOE y Gobierno ni siquiera han optado por esa tercera vía, varias veces utilizada, de si se trata de realizar un solo debate, encargar la concreción del mismo a una entidad u organismo independiente.

La decisión de primar a un medio privado, por otra parte, se compadece mal con la defensa a ultranza de lo público en terrenos tan sustantivos como la Educación o la Sanidad. Este Gobierno, y este partido que lo sustenta, defiende desde siempre que asuntos que afectan a la vida de todos los ciudadanos han de estar, sin merma de la convivencia con iniciativas privadas, garantizadas por el Estado. ¿No merece lo mismo la información independiente y plural, a la que por ley están especialmente obligados los medios públicos? ¿No es singularmente imprescindible en momentos en que bulos, mentiras interesadas y tergiversaciones discurren por redes sociales, sin una normativa que pueda poner coto a esta desinformación?

La decisión que comento tiene efectos colaterales. En el momento en que escribo, no conozco iniciativa alguna por parte de la actual dirección de RTVE para denunciar esta agresión a lo público ¿muestra así su independencia del poder político? ¿Olvida que sus legítimos dueños somos el conjunto de los ciudadanos, y merecemos que actúe en defensa de una información independiente del resto de los poderes de la sociedad? ¿Justifica la falta de respuesta la inutilidad de este servicio público, toda vez que es marginado en el terreno esencial que legitima su presencia? Y no es solo la dirección: no conozco mientras escribo que se hayan producido reacciones a este bofetón por parte de los órganos de representación laboral y profesional de los trabajadores. He recibido, sí, testimonios de repulsa a título individual de docenas de ellos; me consta la desolación, el malestar, incluso la rabia que muchos sienten hoy en su puesto de trabajo. Pero ante esta marginación de poco valen las respuestas individuales.

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Pienso con tristeza, que quizás sea este debate fuera de RTVE el principio del final de los medios públicos de comunicación como han sido entendidos hasta hora. Si nuestros representantes políticos se limitan a utilizarlos, con mayor o menor intensidad, con mayor o menor osadía, como un elemento más al servicio de sus mayorías parlamentarias, de poco servirán concursos públicos en los que la resolución final dependerá de ellos. Otra vez más, los ciudadanos, legítimos propietarios de los medios públicos careceremos de voz y voto en RTVE.

[Los Consejos de Informativos de RTVE (TVE, RNE y Medios Interactivos) han tachado en la tarde de este jueves de "desprecio hacia la radiotelevisión pública" que el PSOE y su candidato y actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hayan rechazado participar en el debate electoral a cuatro propuesto por TVE. Asimismo, han criticado que "el único debate en el que Sánchez ha aceptado participar sea el debate a cinco propuesto por un grupo privado de comunicación y que incluye al candidato de un partido sin representación parlamentaria", en alusión a Vox. En este sentido, han recordado que la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (LOREG) "obliga a la radiotelevisión pública a que en el debate televisado participen sólo los partidos políticos con representación parlamentaria y de forma proporcional"].

 

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