Una corte paralela

La otra mañana me llamó un amigo. "Abu Dabi es el nuevo Estoril". El tipo fuma habanos, así que sus chaladuras me merecen la mayor confianza. Finísimo análisis, por otra parte. Los guardianes de las esencias borbónicas se han refugiado entre las dunas y el petrodólar: en 2014, una de las mejores camarillas de las cortes europeas fue abdicada por un delito que no había cometido (inviolabilidad, mon amour). No tardaron en exiliarse y sobreviven como monárquicos de fortuna. Si tiene algún chanchullo y se los encuentra, quizás pueda ofrecerles una mordida.

Han trincado a Froilán en un lupanar carísimo y cutre. Tiene delito: mil machacantes por un colchón costroso en una fonda de mala muerte. "Puti after", lo ha llamado la prensa. "Mega sauna". El sitio se llama Clandestinno, con dos enes: mucha clase. Te pica todo el cuerpo solo de pensarlo.

Los borbones tienen su fama, pero chico, qué manera de degenerar. Isabel II se cepilló a todo el consejo de ministros, pero lo hizo entre la cubertería de plata del Lhardy; después de la coyunda, un caldito de gallina con lagrimita de jerez y que pase el siguiente. Así sí. Alfonso XIII montó una productora porno (era un entrepreneur de esos) y repobló Madrid a base de bastardos (don Leandro, siempre en el recuerdo). ¿Los hubiese guillotinado igualmente? Con gusto; pero al menos eran sacamantecas comprometidos con su rancísimo abolengo. Ya fue malo que cazasen al Juancar en un bungaló africano, pero el tentaciones del cuarto b es el colmo.

Con un poco de suerte, Leonor sucumbe a las hormonas, monta una zapatiesta y salen del atolladero. Que ellos serán muy guapos y esbeltos, pero el que tiene 'toda la cara de Borbón' es el primogénito de Marichalar

Analizando el asunto, solo se me ocurren dos explicaciones: o la infanta Elena es tan tonta como para enviar a un diablillo a aprender de Belcebú (no creo que ella…) o se está ejecutando un plan sibilino para promocionar un candidato verdaderamente real ante los tradicionales ojos del pueblo español. Porque seamos claros, hasta el bolchevique más robespieresco prefiere odiar a la reencarnación tarumba de Fernando VII a su funcionarísima majestad.

No hay color: ningún almuerzo de caldito de verduras y padres preguntando por los deberes a sus princesas serenísimas hace palidecer el sandungueo ancien régime de un infante de España rebozado en cocaína rosa. Presuntamente. No se veía maniobra igual desde que la Falange quiso hacer rey al duque de Cádiz. Sire, ándese con ojo: siempre hay un Dampierre o un Montpensier acechando entre las cortinas. ¿Quedará alguna nietísima casadera?

Fuentes de este periódico aseguran haber visto a las momias del consejo privado de don Juan salir de sus tumbas y cambiarse el sudario por una chilaba y el sombrero por un pañolón. Entre todos suman una cadera buena. La casa real está a dos elogios de ejemplaridad de derrumbarse hasta los cimientos. Recomendaría, la reverencia propia de esta columna, desempolvar el Bribón y sacar al Preparado a pescar salmonetes. Hay que justificar el sueldo, queridos, y si no quisiésemos excesos y desfalcos habríamos proclamado la república. Con un poco de suerte, Leonor sucumbe a las hormonas, monta una zapatiesta y salen del atolladero. Que ellos serán muy guapos y esbeltos, pero el que tiene toda la cara de Borbón es el primogénito de Marichalar.

La otra mañana me llamó un amigo. "Abu Dabi es el nuevo Estoril". El tipo fuma habanos, así que sus chaladuras me merecen la mayor confianza. Finísimo análisis, por otra parte. Los guardianes de las esencias borbónicas se han refugiado entre las dunas y el petrodólar: en 2014, una de las mejores camarillas de las cortes europeas fue abdicada por un delito que no había cometido (inviolabilidad, mon amour). No tardaron en exiliarse y sobreviven como monárquicos de fortuna. Si tiene algún chanchullo y se los encuentra, quizás pueda ofrecerles una mordida.

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