Graves amenazas apuntan a periodistas de Mediapart

Fabrice Arfi, codirector del departamento de investigación y miembro del equipo fundador de Mediapart en 2008, es conocido por sus numerosas investigaciones, a veces llevadas a cabo junto a otros periodistas de la redacción: los casos Karachi, Bettencourt, Cahuzac y Sarkozy-Gadaffi. Desde 2016, dirige en solitario la investigación sobre la enorme y sangrienta estafa internacional del comercio de carbono (todos sus artículos están aquí y los dos últimos aquí).

Sus revelaciones han tenido una amplia repercusión en Israel, gracias sobre todo a una colaboración con el diario Haaretz, por los vínculos entre el principal protagonista francés del caso, Arnaud Mimran, y el actual primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Su libro, D'argent et de sang (Seuil, 2018), ha merecido una importante atención y cuya adaptación televisiva se estrenará el 16 de octubre. Bajo el mismo título, esta serie de Canal+ ha sido creada y dirigida por Xavier Giannoli (temporada 1, 12 episodios).

Estas amenazas no deben tomarse como fanfarronadas. Es la primera vez que Mediapart se convierte en objetivo del crimen organizado

En vísperas de este acontecimiento, y en el marco de su labor permanente de informar sobre un tema de interés general, Fabrice Arfi quiso hacer balance de la evolución del proceso judicial relativo a Arnaud Mimran, que cumple actualmente una condena de trece años en la prisión de Le Havre. Fue entonces cuando descubrió inesperadamente las amenazas explícitas proferidas contra él por el condenado, desde su celda, intervenidas por los jueces en 2019 y 2020. Recreándose en su amargura, Arnaud Mimran dibuja escenarios de venganza, no sólo contra los jueces instructores, sino también contra nuestro colega (véase el artículo de Karl Laske).

"Odio a todos estos periodistas más que a los magistrados, porque si me dijeran: 'Algunos de ellos están muertos', no lo sentiría. [...] Fabrice Arfi, por ejemplo, es el tipo más despreciable del planteta [...]. Pero se ha equivocado de persona conmigo", dijo Arnaud Mimran a uno de sus entrevistados. Necesita que le pase algo malo", insiste. [...] Juré que cuando saliera, le haría algo. [...] No sé, ya veremos, me lo pensaré. Ya verás [...]. Con dinero, puedes vengarte de cualquiera”.

Viniendo de un delincuente convicto, sospechoso por la justicia de estar implicado en tres asesinatos de los que dice ser inocente, estas amenazas no deben tomarse como fanfarronadas. Es la primera vez que Mediapart se convierte en objetivo del crimen organizado. 

El último informe de Reporteros sin Fronteras sobre la violencia contra los periodistas subraya que, en las dos últimas décadas, "han matado a más periodistas en ‘zonas de paz’ que en ‘zonas de guerra’, en la mayoría de los casos como consecuencia de sus investigaciones sobre el crimen organizado y la corrupción".

Nuestra preocupación aumenta por el hecho de que hemos tenido conocimiento de los riesgos a los que está expuesto Fabrice Arfi por casualidad, sin haber sido alertados formalmente por las autoridades judiciales o policiales. Nuestra preocupación aumenta por el hecho de que este silencio se suma a otras manifestaciones de indiferencia poco tranquilizadoras.

Desde principios de año, varias denuncias o quejas por amenazas contra Mediapart y su equipo, esta vez procedentes de la extrema derecha, no han sido objeto de seguimiento judicial, y la Fiscalía de París, la Prefectura de Policía o el Ministerio del Interior ni siquiera se han puesto en contacto con nuestro periódico o su dirección. Con una rara excepción, debida a la eficacia de la Brigada de Investigación de la Gendarmería de Valenciennes, que recientemente dio lugar a una comparecencia inmediata ante el tribunal.

Para poner fin a esta intrigante pasividad, hemos pedido a nuestro abogado, Emmanuel Tordjman, del bufete de Seattle, que denuncie urgentemente las graves amenazas que pesan sobre Fabrice Arfi ante la fiscal de París, Laure Beccuau, y que le pida explicaciones sobre la escasa atención que se ha prestado hasta la fecha a las amenazas, cada vez más frecuentes, contra Mediapart y su equipo.

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