Es la hora de Europa frente a la ruptura de Trump de los compromisos internacionales

Francisco Aldecoa Luzárraga

Las decisiones ejecutivas adoptadas el día 20 de enero de 2025, tras la toma de posesión del Presidente Donald Trump, confirman las declaraciones que venía realizando en los últimos días, contrarias a los compromisos internacionales de Estados Unidos, y en gran medida también a las consensos de las relaciones transatlánticas con la Unión Europea. Los principales líderes europeos ya venían rechazando estos postulados, tanto el Presidente francés Emmanuel Macron como el canciller alemán Olaf Scholz, o el Presidente español Pedro Sánchez, e incluso el líder británico Keir Starmer.

Además, dentro de un clima de despropósitos, también por parte de su asesor presidencial, Elon Musk, que está intentando intervenir en las elecciones alemanas apoyando al partido neonazi Alianza por Alemania. Como consecuencia de este conjunto de manifestaciones, no acudió ningún líder de la UE, ni de sus Estados miembros ni de las instituciones, a la toma de posesión de Trump, como es usual, excepto la italiana Giorgia Meloni. De igual forma, el británico Starmer también ha optado por no asistir.

En ese sentido, la Comisión Europea, ante las declaraciones previas de Trump reivindicando territorialmente Groenlandia, aseguró que esa reivindicación es contraria al principio de integridad territorial que garantiza la aplicación del artículo 42.7 del TUE, el cual establece que, frente a una agresión territorial a un Estado miembro de la UE, los demás Estados tienen la obligación de defenderlo con todos sus medios. Hay que recordar que Groenlandia, aunque tiene una gran autonomía, pertenece desde el punto de vista de la soberanía territorial a Dinamarca y por lo tanto forma parte de la UE.

Asimismo, en la reunión del ECOFIN del propio 20 de enero, los ministros de Economía de los Estados miembros, entre ellos Carlos Cuerpo (España), Jörg Kukies (Alemania), Éric Lombard (Francia), Andrzej Domański (Polonia), Vincent Van Peteghem (Bélgica), Jack Chambers. (Irlanda) o Eelco Heinen (Países Bajos), se han manifestado de forma rotunda respecto a la afirmación de la agenda europea, que cada vez es más distinta. Por ejemplo, destacan los informes Letta y Draghi, publicados en el año 2024, para fortalecer el Mercado Único, como “brújula para mirar hacia delante”, y que se aleja de la concepción de Trump.

Sin embargo, llama la atención que en los medios españoles no recuerdan el importante efecto que tuvo la primera presidencia de Trump (2017-2021), en donde Europa se va a alejar bastante de Estados Unidos, especialmente como consecuencia de la aplicación de la Estrategia Global de Mogherini (junio de 2016), y la puesta en marcha del principio de autonomía estratégica, que a lo largo de esos cuatro años se fue reforzando y consolidando. Además, en esos años va a surgir el desarrollo de la política de defensa, por ejemplo en 2017 con la Cooperación Estructurada Permanente (PESCO) y, especialmente, esto va a llevar a la reducción de compras de armamento estadounidense de forma progresiva, cuestión que entonces enfureció a Trump. Sin embargo, a partir de ese momento, la autonomía estratégica se ha ido consolidando, en gran medida gracias a él.

Al mismo tiempo, hay que recordar que, en esas fechas, se va a suscitar la necesidad de un refuerzo del modelo europeo. Incluso, el Parlamento Europeo solicita la convocatoria de una Convención para la reforma de los Tratados, con objeto de reforzar el modelo federal europeo. Es decir, los medios se olvidan de que en su primera legislatura ya hubo una reacción europea importante, tanto frente a su política exterior como frente a su política comercial, climática, y a la consolidación del modelo propio, basado en el Estado del bienestar.

Considero que es la hora de Europa, que tiene que jugar un protagonismo internacional más claro, dado que Estados Unidos rompe sus compromisos internacionales

Por ello, creo que es posible pensar que, frente a la intransigencia de las decisiones ejecutivas adoptadas el día de la investidura, la reacción de la Unión Europea, por un lado, está ya siendo clara, continuando con las manifestaciones que han ido realizando sus líderes desde que ganó las elecciones el 5 de noviembre de 2024. A partir de estos días, estas declaraciones serán todavía más duras que hace cuatro años, no siendo solo declaraciones, sino medidas concretas, impulsando la autonomía estratégica abierta. Por lo tanto, la reacción esta vez entiendo que va a ser más completa. 

Como consecuencia, considero que es la hora de Europa, que tiene que jugar un protagonismo internacional más claro, dado que Estados Unidos rompe sus compromisos internacionales. En las primeras veinticuatro horas de mandato, ya ha abandonado el Acuerdo del Clima de París y la Organización Mundial de la Salud, entre otras cosas. A Europa le va a corresponder liderar lo que queda de la noción de Occidente y el impulso a un multilateralismo asentado en normas, que está en funcionamiento desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

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Francisco Aldecoa Luzárraga es Catedrático Emérito de Relaciones Internacionales de la UCM y Presidente del Consejo Federal Español del Movimiento Europeo.

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