Israel ningunea al Tribunal Internacional de Justicia

Emilio Menéndez del Valle

El pasado 15 de marzo sugerí en estas páginas que debíamos dar las gracias a Sudáfrica, país del denominado Sur Global, por demandar a Israel ante el Tribunal Internacional de Justicia (TIJ) acusándolo de genocidio en Gaza, lo que obviamente deja en evidencia a Occidente, quien, en mi opinión, debería haber propiciado la iniciativa. 

A la espera de una decisión final, el TIJ, en su Orden de 26 de enero, impuso a Tel Aviv seis medidas provisionales, entre ellas: que Israel adopte las necesarias para prevenir los actos del artículo 2 de la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio (dicho artículo 2 se refiere a los actos cometidos con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso, entre ellos: la matanza de miembros del grupo; la lesión grave a la integridad física o mental de sus miembros; el sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial). Israel debe asegurarse de que sus militares no cometerán ninguno de los actos descritos y debe adoptar todas las medidas a su alcance para prevenir y castigar la incitación pública y directa al genocidio. 

El Tribunal dio a Israel un plazo de un mes para que le remitiera un informe sobre el nivel de cumplimiento de las seis medidas provisionales. A la vista de la ausencia del mismo, Sudáfrica pidió al TIJ nuevas y urgentes medidas el pasado 6 de marzo y emitió el siguiente comunicado oficial: “La amenaza de hambruna se ha materializado. El Tribunal tiene que actuar ya para detener una inminente tragedia, asegurando inmediata y efectivamente que los derechos que ha constatado se hallan amenazados, sean protegidos de acuerdo a la Convención sobre la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio. El Tribunal debe ordenar a Israel medidas inmediatas y efectivas que posibiliten la provisión urgente de servicios básicos y de ayuda humanitaria para hacer frente a la hambruna en Gaza”.

Es evidente que el Gobierno israelí presidido por Netanyahu, que incluye ministros de extrema derecha, fanáticos partidarios de la limpieza étnica, utiliza el hambre como arma de guerra, lo que se encuentra  prohibido y denunciado como acto de genocidio en el artículo 2-c de la Convención: “Sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial”. Sin duda de ello tomará nota el TIJ de cara a una sentencia final.

Por otro lado, al presentar su nueva petición, Pretoria tiene en cuenta que la situación en Gaza ha cambiado y se ha agravado considerablemente desde que el TIJ decretó las medidas del 26 de enero: “Consciente y deliberadamente, Israel ha continuado actuando en desafío de la Orden. Además de causar la muerte por hambre de niños y bebés palestinos, ha matado aproximadamente 4548 hombres, mujeres y niños desde el 26 de enero de 2024 y herido a 7556, lo que eleva a 30.631 los fallecidos y a 72.043 los heridos. Un número desconocido permanece bajo los escombros. 1.700.000 palestinos continúan desplazados, muchos de ellos de forma definitiva puesto que Israel ha destruido aproximadamente el 60% de las viviendas de Gaza. Aproximadamente 1.400.000 personas sobreviven hacinadas en Rafah, que Israel ha anunciado pretender invadir de manera inminente. Ha continuado la destrucción del sistema palestino de salud mediante repetidos ataques a hospitales, centros de salud, ambulancias y personal sanitario, así como los ataques a escuelas y mezquitas. En suma, Israel no ha modificado su conducta ni material ni de ninguna otra forma desde la emisión de la Orden. Al contrario, ha redoblado sus objetivos y actos genocidas y mostrado su desprecio por la Orden y por el Tribunal … funcionarios israelíes han menospreciado al Tribunal y su Orden. Se han referido a la negativa del Tribunal de rechazar la pretensión de Sudáfrica como "una desgraciada señal que no será borrada durante generaciones" (primer ministro israelí) y como "un sangriento libelo que mina los valores sobre los que este Tribunal fue creado" (presidente israelí)”.

Por como se expresa en su Orden de 26 de enero, el Tribunal Internacional de Justicia es sensible, al menos, a algunos de los argumentos y datos presentados por Pretoria. Cita al comisionado general de la UNRWA, Philippe Lazzarini (quien, por cierto, recientemente realizó una visita oficial a España, habiendo sido recibido por el rey, el ministro de Exteriores y otras personas) y reproduce su afirmación: “La crisis de Gaza se caracteriza por un lenguaje deshumanizador”. A continuación, en el párrafo 51 de la Orden, se afirma : “En este sentido, el Tribunal ha tomado nota de una serie de declaraciones hechas por altos funcionarios israelíes, en particular los siguientes:

El 9-10-2023, el señor Yoav Gallant, ministro de Defensa de Israel, anunció que había ordenado un sitio total de la ciudad de Gaza y que no habría electricidad, alimentos o combustible. "He levantado todo tipo de restricciones. Estamos luchando contra animales humanos. Gaza no volverá a ser lo que era antes. Eliminaremos todo. Si no nos lleva un día, lo haremos en una semana, semanas, meses incluso. Llegaremos a todas partes".

El 12-10-2023, el señor Isaac Herzog, presidente de Israel, declaró: "Hay en Gaza una entera nación que es responsable. No es verdad esa retórica que afirma que los civiles no eran conscientes, que no estaban implicados. Es absolutamente falso". 

Es evidente que el Gobierno israelí presidido por Netanyahu, que incluye ministros de extrema derecha, fanáticos partidarios de la limpieza étnica, utiliza el hambre como arma de guerra

El 13-10-2023, el señor Israel Katz, entonces ministro de Energía [hoy ministro de Asuntos Exteriores] dijo: "Se ordena a toda la población civil de Gaza que se vayan inmediatamente. Ganaremos. No recibirán una sola gota de agua hasta que dejen el mundo". 

En el párrafo 53 de su Orden, el TIJ asimismo toma nota de la declaración (16-11-2023) de los 37 miembros -ponentes especiales, expertos independientes e integrantes de los grupos de trabajo de los Procedimientos especiales del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas- en la que expresan preocupación “ante la retórica genocida y deshumanizadora expresada por altos funcionarios gubernamentales israelíes”.

Y de la del Comité de la ONU sobre la Eliminación de la Discriminación Racial (27-10-2023) en la que expresa su “extrema preocupación ante el elevado incremento de las manifestaciones de odio racial y deshumanización contra los palestinos desde el 7 de octubre”.

Sumamente importante la conclusión del párrafo 54: “En opinión del Tribunal, los hechos y las circunstancias arriba mencionados son suficientes para concluir que al menos algunos de los derechos exigidos por Sudáfrica y para los que busca protección son plausibles. Es el caso en lo que respecta al derecho de los palestinos en Gaza a ser protegidos de actos de genocidio y de actos conexos identificados en el artículo 3, así como el derecho de Sudáfrica a perseguir el cumplimiento de Israel de sus obligaciones exigidas por la Convención “. 

Quisiera proporcionar al Tribunal algunas otras declaraciones deshumanizadoras y plenas de odio hacia los palestinos. Por ejemplo la de Itamar Ben Gvir, ministro de Seguridad Nacional: “La única cosa que debe entrar en Gaza son cientos de toneladas de explosivos. Ni un solo gramo de ayuda humanitaria” (20-11-2023). O la de Nissim Vaturi, vicepresidente del Parlamento israelí: “Ahora todos tenemos un objetivo común: borrar la franja de Gaza de la faz de la tierra” (7-10-20-23). O esta de Amichai Eliyahu, ministro de la Herencia: “El norte de la franja de Gaza está más hermoso que nunca. Todo ha sido borrado y aplanado, sencillamente una delicia para la vista “ (1-11-2023), que bien casa con esta otra delicia, expresada con alto grado de sensibilidad por May Golan, ministra para la Promoción de la mujer, ante el Parlamento: “Estoy personalmente orgullosa de las ruinas de Gaza y espero que cada bebé, dentro de ochenta años, cuente a sus nietos lo que hicieron los judíos” (19-2-2024).

No obstante, la “guinda” de este horror la puso Benjamín Netanyahu el 3-11-2023, con ocasión de una arenga a los soldados que iban a entrar en Gaza: “Tenéis que recordar lo que Amalek os ha hecho, dice nuestra sagrada Biblia. Y lo recordamos”. El primer ministro, responsable de las barbaridades que se están cometiendo en Gaza, se refería al líder árabe que en tiempos bíblicos combatía a los judíos. Según el texto, el profeta Samuel se expresó así: “Castigaré a los amalekitas por lo que hicieron a Israel cuando vinieron de Egipto. Ahora id, atacadlos y destruir todo lo que les pertenece. No los perdonéis. Matad hombres, mujeres y niños, vacas y ovejas, camellos y burros”. 

Sin más comentarios. Salvo estos dos: Washington acaba de abstenerse en el onusiano Consejo de Seguridad, permitiendo que se apruebe por primera vez una resolución que exige a Israel un alto el fuego. No tendrá efectividad alguna si Estados Unidos no deja de suministrar a Israel las armas con las que provoca la destrucción y muertes en Gaza. La oposición en Israel debe unirse, los miembros decentes y no fanáticos del Gobierno de coalición presidido por Netanyahu deben abandonarlo y forzar la convocatoria de elecciones. Aunque no es seguro, tal vez sea posible que el Gobierno resultante apoye la teoría de los dos Estados, israelí y palestino, de cara a lograr una paz justa y duradera, garantizada internacionalmente.

__________________

* Emilio Menéndez del Valle es embajador de España.

Más sobre este tema
stats