LA PORTADA DE MAÑANA
Ver
La cumbre de presidentes se salda sin acuerdos pero con un frente abierto en el PP por la quita de la deuda

18F | Entrevista a la candidata del BNG

Ana Pontón: “Se palpan las ganas de cambio en Galicia, un puñado de votos decidirá el futuro”

Ana Pontón, esta semana en la redacción de infoLibre.

A comienzos del año 2016 nadie apostaba muy fuerte por el futuro del Bloque Nacionalista Galego (BNG). Alguna encuesta pronosticaba su desaparición del Parlamento de Galicia que se iba a elegir en las elecciones de septiembre. Ese es el contexto en el que Ana Pontón (Sarria, Lugo, 1977), se hizo cargo de la organización: una crisis inmensa después de una quiebra interna en el nacionalismo gallego cuyas heridas son todavía visibles en nuestros días.

Contra todo pronóstico, el BNG de Pontón sobrevivió a aquellas elecciones. Eso sí, superado, además de por el PP, por el PSdeG-PSOE y por En Marea. Cuatro años después, en plena pandemia, los nacionalistas gallegos superaron en escaños a los socialistas y Pontón se convirtió en líder de la oposición de un Parlamento en el que el espacio político de las mareas había desaparecido. 

Ahora el BNG acaricia el sueño de un resultado histórico que les permita no sólo presidir la Xunta, en un gobierno compartido con el PSOE, sino que por primera vez lo haga una mujer.

¿Está la izquierda movilizada para que haya cambio?

Esta va a ser una de las claves de la campaña, que haya una gran movilización de todas esas personas que quieren cambio. Que ningún voto se pierda y que seamos capaces de poner en marcha un nuevo proyecto de país. Si hay una gran participación y concentramos el voto de cambio en el BNG, el 18 de febrero haremos historia con la primera mujer en la Presidencia.

¿Qué le hace pensar que estas elecciones son diferentes, que ahora sí pueda tener lugar ese cambio?

Lo que estamos viendo en las encuestas, pero también en la calle, es que hay una mayoría que está cansada del Partido Popular. Lo que nos está ofreciendo el PP es un proyecto que ya ha demostrado que nos deja una Galicia peor. Se palpa que hay ganas de cambio en Galicia.

Un puñado de votos va a decidir el futuro y es importante que ningún voto se quede en casa

¿Cuál va a ser la clave? Si nos movilizamos. El Partido Popular quiere que la gente se quede en casa, movilizar a la derecha y desmovilizarnos a nosotros. Es su estrategia de campaña. De hecho, no es casualidad que estas elecciones se convocaran en Navidad y que vayan a coincidir en una parte con la celebración del Carnaval. En Galicia hay muchas zonas que quedan absolutamente paralizadas por estas celebraciones. Creo que forma parte de la estrategia del PP de intentar hacer ver que no hay campaña porque saben que hay una mayoría que dice que este país necesita un cambio. Este es el principal reto de esta campaña. 

Esa pretensión de ‘campaña balneario’, donde no pasa nada, ¿se ha visto trastocada por la crisis de los microplásticos? ¿Ese es el asunto que puede ser un desencadenante definitivo del cambio? 

No veo esa crisis como una cuestión electoral. Sí hemos visto de nuevo cómo nuestras costas están desprotegidas y tenemos un Gobierno del PP que no es capaz de ponerse al frente. Lo único que tiene que ofrecerle a la sociedad gallega es repetir los mismos errores del ‘Prestige’. Lo vimos con la estrategia de ocultación, minimización, manipulación y mentira con la que gestionó esta crisis.

Este pasado domingo hemos visto la dignidad de un país que vuelve a las calles a demostrar su malestar. En esa movilización había gente de toda Galicia y mucha del sector del mar que estaba protestando contra la mentira y la incompetencia. Tenemos un problema estructural en el mar que el PP no quiere solucionar. Quiero ser la presidenta que recupere nuestras rías y que reclame las competencias en materia de lucha contra la contaminación y de salvamento marítimo. No podemos ver otra vez a dos administraciones como la Xunta y el Gobierno central en un pim pam pum inútil, absolutamente partidista, que no vale para nada, con esa marea plástica sin recoger. 

Vimos a representantes de Sumar y de Podemos en la manifestación de este domingo. ¿Son estas dos formaciones un complemento para el cambio o un obstáculo? 

No creo que podamos ver las elecciones con ese prisma. Todas las organizaciones políticas tienen derecho a presentarse y luego la ciudadanía va a decir qué representación nos da a cada una. 

Hemos aprendido de nuestros debates, de nuestros errores. Siempre tenemos que tener un sentido crítico con lo que hacemos. Y debemos ser humildes y reconocer que no siempre acertamos

En las generales eso hizo que el PP ganara en escaños.

Pero ha perdido las elecciones. En estas nos estamos jugando mucho: un puñado de votos va a decidir el futuro y es importante que ninguno se quede en casa. Nos estamos jugando si vamos a seguir con un presidente del PP como Rueda, que nos está dejando una Galicia peor, o si apostamos por probar algo nuevo y diferente, que es una presidenta con las manos libres para defender los intereses de los gallegos.

Sumar y Podemos, sin representación en el Parlamento de Galicia, han sido invitados al debate de la TVG del 5 de febrero. ¿Qué le parece?

No creo que tengamos que ser los partidos políticos quienes digamos quién puede o no puede concurrir a un debate electoral. Lo importante es que haya debates, uno del conjunto de las fuerzas políticas representativas y otro en el que los gallegos puedan tener cara a cara a las dos personas que en este momento están disputando la Presidencia de la Xunta. Como hemos visto en las generales. Yo me pregunto: ¿por qué se puede hacer en unas elecciones generales y no en unas gallegas? ¿Por qué el señor Rueda huye de los debates?

Decía el exvicepresidente Anxo Quintana hace unos días en una entrevista en infoLibre que el BNG "es hoy mucho más compacto, está mucho más clarificado y es mucho más adulto" que en 2005. ¿Es así?

Han pasado muchos años. Tenemos más experiencia. Hemos aprendido de nuestros debates, de nuestros errores, también de nuestros aciertos y hoy el BNG es una organización sólida y madura. Todas las personas que quieran cambio tienen en el BNG su alternativa. 

La lengua gallega tiene que ser un proyecto de país, nos tiene que unir a todos y tenemos que ser capaces de construir ese consenso

Todo apunta a que, si consigue la presidencia de la Xunta, tendrá que ser con el apoyo del PSOE. ¿Qué se hizo mal en el anterior bipartito que se va a hacer bien en el gobierno que pueda nacer de las elecciones del 18 de febrero?

A mí nadie me va a poner límites a la hora de defender los intereses de Galicia. Para mí, Galicia está antes de cualquier otra consideración y desde luego voy a ser una presidenta con las manos libres ante el centralismo, pero también ante las interferencias de los grandes grupos económicos que a veces se sientan en el Consello da Xunta. Hay que quitar la silla que las eléctricas tienen en el Consello y vamos a trabajar para poner la energía a servicio de la sociedad. 

Se está escapando de la cuestión…

No, para nada. 

Preguntábamos por los errores cometidos.

Si lo analizas con resultados, los cuatro años de bipartito le dan mil vueltas a la gestión que ha tenido el Partido Popular en quince. Y, sin embargo, perdimos las elecciones y eso provocó una crisis política de la que nos hemos levantado y hemos salido fortalecidos. Porque de los errores también se aprende cuando uno quiere. Y esa para mí es una cuestión clave: siempre tenemos que tener un sentido crítico con lo que hacemos. Y debemos ser humildes y reconocer que no siempre acertamos. Nosotros lo que queremos no es la repetición de ningún gobierno. 

¿Cuál es la solución para salvar la lengua gallega? ¿La inmersión lingüística?

Hace falta un gran pacto político. Tenemos que ser capaces de unirnos. Para mí es una cuestión de país. Tenemos que recuperar un papel de normalidad y de centralidad para el gallego y lo tenemos que hacer mano a mano con los diferentes sectores que operan en la educación. Pero también recuperar prestigio y espacios en todos los ámbitos. Esto es un proyecto de país, porque la lengua es un elemento que nos tiene que unir a todos.

Hay que quitar la silla que las eléctricas tienen en el Consello de la Xunta y vamos a trabajar para poner la energía a servicio de la sociedad

¿Qué es lo primero que le va a dar al Gobierno a Pedro Sánchez si usted es presidenta de la Xunta? 

Le voy a plantear que los gallegos tengamos una tarifa de la luz más barata. Estamos exportando el 43% de nuestra electricidad y creo que es justo que se nos compense por los costes ambientales y sociales de la producción. Es una cuestión de democracia energética, de redistribución de la riqueza y de cambiar un sistema que también es centralista en el diseño de sus tarifas por otro que sea más justo para las zonas que estamos produciendo mucha electricidad.

¿Eso es legal? ¿Habría una lucha entre comunidades autónomas por hacer un saldo entre energía consumida y exportada? 

Tenemos una propuesta muy concreta: una reducción en los peajes que pagamos en la factura de la luz para todas las comunidades que exportemos más de un 25%. Es una cuestión de voluntad. De hecho, en el entorno europeo hay países que tienen tarifas diferenciadas porque entienden que es lógico compensar a las zonas productoras. Lo que no es normal es lo que nos pasa en Galicia: tenemos 4.000 molinos de viento en nuestros montes y el Estado quiere instalar el 42% de la eólica marina encima de nuestros caladeros, cargándose el sector pesquero. ¿Esto qué beneficio va a dejar en Galicia? No podemos seguir con un sistema que nos discrimina. Yo quiero ser la presidenta que ponga sentido común: si tenemos riqueza en el país, hay que ponerla al servicio de la sociedad y no del lobby eléctrico y de las puertas giratorias que son las que están condicionando el marco legal energético.

La intención del BNG es crear un empresa pública eléctrica…

¡También es legal! Tenemos varias muy cerca.

Es algo que preocupa a las compañías privadas. ¿En qué otros ámbitos de la economía el BNG intervendría? 

En este momento estamos viendo que o damos potencia a nuestro sector público para que sirva de motor o, si no, en muchos ámbitos la iniciativa privada por sí sola no tiene capacidad tractora. Ahora mismo a mí me preocupa mucho la situación que estamos viviendo en la zona norte de Lugo con la amenaza de que pueda cerrar Alcoa. Son miles de puestos de trabajo, es la única fábrica de aluminio primario de todo el Estado español y esta multinacional lleva años chantajeando a los gobiernos y jugando con el futuro de toda una comarca y de todo un país. Sabemos que ellos quieren cerrar la fábrica, es la decisión de Alcoa, pero es que hay una decisión que es la del interés general. Por eso, si soy presidenta, haré que haya una intervención pública para salvar el empleo en Alcoa de la mano de la Xunta y del Gobierno central. Los gobiernos están para defender el interés general y no el interés particular de una empresa.

En los últimos años las fuerzas nacionalistas y soberanistas han elevado el listón de los derechos sociales y las libertades

Esquerra sigue teniendo como prioridad un referéndum de autodeterminación. Bildu, en cambio, ha dado prioridad a las políticas de izquierda. ¿Dónde está exactamente el Bloque? Si fuese posible, ¿pediría un referéndum de autodeterminación para Galicia? 

Galicia no es Cataluña y las decisiones y los ritmos de Cataluña no son los de Galicia. Nosotros planteamos que cuanta más capacidad de decisión tengamos los gallegos, mejor. Nos presentamos con un programa electoral que plantea dos cosas muy claras. La primera: lo mínimo es exigirle al Estado que cumpla el Estatuto actual. Es el momento de que nos pongamos a trabajar para completar todas esas transferencias. Y la segunda: en el Estado está abierto un debate sobre el modelo territorial en el que en los próximos años se van a mover fichas. Y yo creo que Galicia no puede quedar atrás. Tenemos que trabajar para definir una propuesta de nuevo estatus político de Galicia que nos reconozca como nación y que haga que no quedemos ni un milímetro por detrás de donde estén Euskadi y Cataluña. Porque nosotros no somos más, pero tampoco menos que nadie. 

¿El líderazgo de Ana Pontón ha hecho menos nacionalista, menos independentista al BNG? ¿Ha hecho un viaje que le permita crecer electoralmente? 

El BNG es el BNG y siempre ha dicho muy claro lo que es. No engañamos a nadie y nuestros principios son muy sólidos. Pero es evidente que tenemos que saber leer cuáles son las preocupaciones y la situación de cada momento, qué nos está pidiendo la sociedad y cómo queremos avanzar. Y yo no veo nunca una contradicción entre defender más capacidad de decisión para Galicia y la defensa de los derechos sociales. En estos años se ha demostrado que las fuerzas nacionalistas y soberanistas han elevado el listón de los derechos sociales y las libertades. Somos una oportunidad también para una reforma democrática del Estado español. Porque al mar no se le pueden poner puertas y hay una realidad plurinacional que está ahí para avanzar, no contra nadie sino a favor de los derechos y las libertades y de la democracia. 

Su candidatura no ha puesto límites a su perímetro social. ¿Se siente capaz de explicar por qué un votante del Partido Popular debería votar al BNG?

Si queremos resultados diferentes, tenemos que apostar por algo distinto. En 43 años hemos tenido seis presidentes, todos hombres y todos de fuerzas estatales que no han colocado a nuestro país en el lugar que le corresponde. Y por eso les pedimos que nos den la oportunidad de hacer algo distinto, de apostar por una mujer en la Presidencia y con las manos libres para defender sus intereses. 

Hace unos días se produjo una imagen largamente esperada y muy comentada, la del reencuentro del BNG con quien fuera uno de sus líderes más carismáticos, Xosé Manuel Beiras. ¿Ya le han invitado a él y a los suyos a volver a la organización?

Lo que hemos visto es lo que hay. Un acuerdo entre dos fuerzas políticas que en un momento histórico deciden que lo más importante es que en este país se produzca un cambio. Para muchas personas fue un día de mucha alegría porque la unión de los gallegos es lo que nos va a hacer fuertes. Desde que soy portavoz Nacional del BNG es a lo que más esfuerzos he dedicado: intentar unir sobre esa idea de un país, un país inclusivo en el que caben todas las personas, sientan como sientan su galleguidad.

A lo que más esfuerzos he dedicado es a intentar unir sobre la idea de un país inclusivo en el que caben todas las personas, sientan como sientan su galleguidad

¿Teme usted una campaña sucia como la de 2009? El Partido Popular ya ha denunciado una operación de bots desde Rusia y otros lugares tratando de vincularla a la oposición aunque sin pruebas.

El Partido Popular está muy nervioso. El 18 de febrero creo que vamos a ir a un resultado muy ajustado; muy pocos votos van a hacer que la balanza se incline para un lado u otro. De ahí este tipo de campañas, que yo sinceramente ya no sé cómo calificar, porque creo que hacer acusaciones sin pruebas no se sostiene. Que haya una conspiración judeo-masónica-rusa en las elecciones gallegas… En fin, creo que hay que ser serios y sobre todo hablar de la vida de la gente.

¿Sería capaz de decirnos algo positivo y algo negativo del candidato Alfonso Rueda? 

Ha demostrado mucha capacidad de resistencia en en su cargo, pero también me da la sensación de que a lo largo de estos años que ha estado en el Gobierno ha demostrando que no es capaz de construir un país mejor. 

¿Tiene tiempo para la cultura en estos momentos? ¿Está leyendo algo? ¿Qué película ha visto en el cine? 

La clave no es llenar las urnas, es convencer a los electores de izquierdas de que el cambio en Galicia es posible

La clave no es llenar las urnas, es convencer a los electores de izquierdas de que el cambio en Galicia es posible

En el cine he visto muy poco últimamente, no solo por la campaña sino porque tengo una hija de cuatro años y el poco tiempo libre que tengo se lo acabo dedicando a ella. La última película que he visto ha sido O Corno. Hace pocos días he tenido ocasión de escuchar el último concierto de Leilía. Y tengo en mi mesilla un libro de Xesús Fraga, pero... avanza muy poco y voy a tener que empezar de nuevo a leerlo para no perder el hilo.

¿Si Ana Pontón no es presidenta, ¿qué será de Ana Pontón? 

Ana Pontón va a ser presidenta, estoy absolutamente convencida. Es el único escenario con el que trabajo. 

Más sobre este tema
stats