Mesa de diálogo
Aznar ve "devastadora" la mesa de diálogo y González cree que es una "performance" ante las elecciones catalanas
El expresidente del Gobierno José María Aznar considera que la reunión de la mesa de diálogo celebrada entre el Gobierno de España y el Govern catalán tiene "muy graves consecuencias" y constituye un "elemento devastador para el sistema". Su antecesor, Felipe González ha pedido "desdramatizar", si bien ha reconocido que no era "por falta de preocupación". Tras indicar que "no pasó nada" en ese encuentro, González ha subrayado que fue una "performance para lo que viene en otoño" con las elecciones catalanas. Aznar le ha espetado entonces al socialista: "Tú no lo hubieras hecho y yo tampoco".
Así se han pronunciado en la apertura del I Congreso Nacional de la Sociedad Civil con un debate centrado en "repensar España", que ha estado moderado por el presidente del Real Instituto Elcano, Emilio Lamo de Espinosa. Este cónclave, celebrado en el Casino de Madrid, ha contado también con la intervención del alcalde de la ciudad, José Luis Martínez Almeida.
"La llave de la gobernabilidad" en manos de Oriol Junqueras
Un día después de esa reunión en Moncloa, que encabezaron Pedro Sánchez y Quim Torra, Aznar ha subrayado que, aunque no se produjera ningún acuerdo, el solo hecho de que se celebrara ese encuentro es un "elemento devastador para el sistema". Aznar ha recalcado que "en democracia las formas son esenciales porque afectan a la esencia del sistema institucional". "Es difícil encontrar un país que le da la llave de la gobernabildiad a alguien que está en prisión condenado por sedición", ha aseverado, para recalcar que el "pacto de lealtad a la Constitución ha sido roto".
"Lo que pasó ayer y pasará mañana y al otro día, no me quiero equivocar, es una performance para lo que viene en otoño, las elecciones catalanas", ha afirmado González, para agregar que "todo el mundo sabe que no hay espacio para la amnistía ni para la autodeterminación". De hecho, ha dicho que si a alguien se le ocurre reformar la Carta Magna para que eso tenga cabida, él hará campaña en contra.
Aznar a González: "Tú no lo hubieras hecho y yo tampoco"
González ha asegurado que el marco de la Constitución y la ley es el "perímetro en el que cualquier responsable político puede y debe hablar". Si alguien rompe o pretende romper ese perímetro, ha avisado, "legitimará a otros a romperlo por la otra parte", llevando a las turbulencias que se han provocado en España en épocas pasadas. Ante sus palabras sobre la mesa de diálogo, Aznar le ha espetado a González: "Tu no la hubieras hecho y yo tampoco". En su opinión, no se puede aceptar como "normal" que el Gobierno de España tenga una relación bilateral y un diálogo entre iguales con el Gobierno de una comunidad, algo que, a su entender, "choca con la Constitución y la normalidad institucional".
Reforma de la Constitución
González ha dejado claro que, aunque la Constitución se puede reformar hasta en los propios procedimientos para su reforma, él no es partidario de "ablandarlos" porque eso propiciaría "reformitas en una dirección o en otra cada cuatro años". A su modo de ver, una de las fortalezas de la Carta Magna es que no es "militante" y acoge hasta a quienes no la quieren, aunque eso lleve a "espectáculos de cierto bochorno" como que se acate la Constitución para trabajar para destruirla.
Aznar ha indicado que hay una "amenaza real" al orden liberal y la democracia y ha subrayado que sus "enemigos" ejercen una "atracción fuerte" sobre muchas capas sociales en muchos países. Por eso, ha dicho que hay "serias razones para estar preocupados". Además, ha advertido de la falta de confianza en las instituciones y ha destacado que la gente pierde la fe en ellas cuando los políticos que les representan "dejan de creer en ellas". En este punto, ha afirmado que el pacto del 1978 "lo han roto" y ahora hay que "reconstruir la sociedad". "La cuestión es ¿Se puede hacer? Es posible hacerlo ahora? ¿Cómo es posible hacerlo ahora?", se ha preguntado.
Eso sí, ha admitido que lo que se construyó en España con la Transición es "bastante resilente" porque ya han pasado por "arremetidas muy fuertes" y las han "superado" sin "un exceso de trauma". También Aznar ha compartido que España es un país "resistente históricamente", pero ha subrayado que el "problema doméstico" con el independentismo "afecta a la estabilidad en términos de cohesión del Estado y de subsisencia de la nación española".
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También Aznar ha dicho que quiere que España vuelva a tener un horizonte previsible y proyectos y objetivos "compartidos" que garanticen un "futuro de estabilidad para los próximos 35 años", pero ha admitido que en el escenario actual "va a costar trabajo". Como su antecesor, ha dicho que cree que "no hay vuelta atrás en muchas cosas" y que es "tiempo para construir" y "mirar hacia adelante".
Aznar ha dicho sentirse "angustiado" porque no le "gusta nada" lo que está viendo en la sociedad española. "No me gusta nada lo que está pasando porque sobre lo que está pasando es muy difícil forjar objetivos y proyectos comunes", ha avisado. A renglón seguido, González ha advertido de un "renacimiento de las utopías regresivas" y de una "polarización hacia los extremos". Así, ha señalado que los autoritarismos de izquierdas y de derechas "lo primero que aplastan es la centralidad" en la que vive la sociedad civil. De la misma manera, Aznar ha señalado que en este momento hay "extremos por todas partes".