La batalla de las diputaciones, clave para controlar la Xunta, depende de unos cientos de votos

Marcos Pérez Pena (Praza.gal)

En las elecciones locales que se celebrarán en la primavera de 2027 se renovarán los gobiernos municipales de los 313 ayuntamientos gallegos, pero los principales partidos ponen el foco en varias piezas mayores que son, en gran medida, las que determinarán el éxito o el fracaso en unos comicios que, además, precederán a las elecciones al Parlamento gallego. Las claves estarán, sobre todo, en el control de las siete ciudades —en la actualidad la izquierda gobierna cinco de ellas, el PP en Ferrol y DO en Ourense— y también en las cuatro diputaciones.

En 2023 el PP logró hacerse con el poder en la Deputación de Pontevedra, pero la izquierda fue capaz de retener el gobierno provincial en Lugo, estableciendo un empate a dos que tanto unos como otros aspiran a romper en 2027. PSdeG y BNG buscarán mantener A Coruña y Lugo y, sobre todo, recuperar Pontevedra, sin olvidar la posibilidad de alcanzar el gobierno provincial en Ourense. A la inversa, los populares aspiran a retener sus feudos en el sur y a asaltar los entes provinciales de Lugo y A Coruña.

Aunque a veces no se les preste atención, la importancia política y presupuestaria de las diputaciones sigue siendo muy elevada, y la lectura del resultado de los comicios en uno u otro sentido dependerá en gran medida del color político que finalmente controle los entes provinciales.

El número total de diputados y diputadas provinciales (que depende de la población, desde los 25 de Lugo y Ourense hasta los 31 de A Coruña) se reparte entre los distintos partidos judiciales existentes y, en ellos, se eligen los representantes provinciales en función de los votos obtenidos por cada candidatura. Es decir, al votar a nuestro alcalde o alcaldesa elegimos también la composición de nuestra diputación. Eso sí, el reducido tamaño de algunos partidos judiciales conlleva que solo se escoja en ellos uno o dos escaños provinciales, llevando a una representación más mayoritaria que proporcional, por lo que una parte significativa de los votos no se traducen en escaños.

Hay, en ese sentido, algunos partidos judiciales en los que poco o nada está en juego (es muy difícil que el actual reparto de escaños se mueva) y otros que sí están sujetos a modificaciones, en algunos casos dependiendo de unos pocos votos, a la vista de los resultados de los comicios anteriores. Esta situación podría explicar algunas de las mociones de censura a las que estamos asistiendo en los últimos meses, en las que el PP se está haciendo con varias alcaldías apoyado muchas veces en candidaturas independientes y concejales tránsfugas. Además de la importancia local de estos movimientos, estos pueden analizarse en clave provincial, atendiendo a la lucha por el control de las diputaciones.

La lucha por el escaño decisivo en Lugo

Así sucede, por ejemplo, en el caso de Sarria, ayuntamiento que forma parte del extenso partido judicial de Lugo, clave para el control de la Deputación. En 2023 el PSdeG retuvo su cuarto escaño por apenas 259 votos y en 2027 parece que, de nuevo, todo puede depender de unos pocos cientos de votos. Será determinante lo que suceda en la propia ciudad de Lugo, pero también en los ayuntamientos del entorno, en los que el PP ya está moviendo posiciones, como en Sarria, donde logró que el alcalde Claudio Garrido (exsocialista) accediese a no presentarse en 2027, buscando hacerse con parte de los votos obtenidos por su formación Camiña Sarria.

Eso sí, desde el PSdeG se recuerda que una operación similar en Samos —también parte del partido judicial de Lugo—, donde el PP logró que el exalcalde socialista pasase a apoyar al candidato popular (su hijo), dio como resultado una mayoría absoluta de la izquierda y un gobierno del BNG.

En el siguiente gráfico puede consultarse el reparto de escaños provinciales en cada partido judicial en 2023, qué candidatura se hizo con el último escaño y cuántos votos le faltaron a la siguiente candidatura para alcanzarlo. A la vista de los datos, parece difícil (aunque todo puede pasar) que el reparto varíe en Monforte de Lemos y el cambio parece también lejano en Vilalba y A Fonsagrada.

Por el contrario, en Chantada el PP se quedó a poco más de 500 votos de hacerse con el segundo escaño (que perdería el PSdeG). Se trata de un partido judicial que, además de la villa chantadina, incluye Monterroso o Palas de Rei y Antas de Ulla, ayuntamientos en los que el conflicto de Altri tendrá su impacto.

El otro partido judicial en el que puede cambiar el actual reparto es el de Mondoñedo, que abarca toda A Mariña. Allí se eligen seis diputados y diputadas, de los que el PP se llevó tres en 2023, por dos el PSdeG y uno el BNG. En aquella ocasión los nacionalistas se quedaron a más de tres mil votos de hacerse con un segundo escaño, que habría perdido el PP. Es un margen muy amplio, pero en todo caso estas comarcas fueron escenario en el último año de la moción de censura en Viveiro que dio la alcaldía a los populares y de un movimiento en O Valadouro que también les dio la alcaldía, anteriormente ocupada por los independientes Udival.

El PP, al asalto de la Deputación de A Coruña

Las elecciones de 2023 dejaron al PP a dos escaños de alcanzar el gobierno de la Deputación de A Coruña (14 frente a los 17 de PSdeG, BNG y AV). Puede parecer un margen amplio, pero podría depender únicamente de dos pequeños movimientos en otros tantos partidos judiciales, comenzando por los de las ciudades, que son los que eligen un mayor número de diputados y diputadas: 11 en A Coruña, 9 en Santiago y 5 en Ferrol.

También en la provincia coruñesa estamos asistiendo a un gran número de mociones de censura y cambios en alcaldías. Es el caso de Carral, perteneciente al partido de A Coruña, donde el PP desplazó al alcalde de Alternativa dos Veciños gracias a un concejal tránsfuga. En esta circunscripción el PP obtuvo asimismo la alcaldía de Cambre, anteriormente en manos de Unión x Cambre. En 2023 el BNG estuvo cerca de arrebatarle un escaño al PSdeG, pero dado el gran tamaño de esta circunscripción, podría haber todo tipo de cambios.

Con todo, de momento está siendo el partido judicial de Noia el que registra más movimientos de alcaldías. Allí el PP se hizo mediante una moción de censura con el gobierno municipal de Outes, anteriormente en manos de Compromiso por Outes, e hizo lo mismo en Ribeira, desplazando al BNG gracias a un acuerdo con la formación PBBI, surgida de una escisión popular. En el sentido contrario, el PSdeG recuperó la alcaldía de Noia gracias a un concejal tránsfuga.

En Noia se eligen dos diputados provinciales, que en 2023 fueron para PP y BNG. El PSdeG se quedó a solo 11 votos de hacerse con el escaño nacionalista, un cambio que no tendría efectos para la conformación de mayorías en la Deputación. Pero, ojo, el PP terminó a poco más de mil votos de alcanzar un segundo escaño que sí tendría importantes implicaciones. El resultado en Ribeira, el ayuntamiento más poblado del partido, será una de las claves.

Hubo también mociones de censura en Fisterra (el PP se hizo con la Alcaldía de Alternativa dos Veciños) y también en Muxía (el PSdeG perdió la Alcaldía, que pasó a Independientes por Muxía). Son dos ayuntamientos del partido de Corcubión, en principio ampliamente dominado por los socialistas.

En el resto de la provincia, parece difícil que haya cambios en Betanzos y Carballo, pero estos podrían llegar en Ferrol y, sobre todo, en Santiago, donde el PSdeG vive una situación convulsa en la ciudad compostelana. De momento, el PP se hizo con la alcaldía de Touro a través de otra moción de censura.

Pontevedra: la izquierda, pendiente de Vigo y Pontevedra, pero también de Tui y Cambados

En 2023 el PP se hizo con la Deputación de Pontevedra a pesar de que en ella la izquierda disfrutaba previamente de una mayoría amplia (16 diputados frente a 11). Los populares se hicieron con tres escaños socialistas en Pontevedra, Tui y Vigo y dieron la vuelta a la situación, mostrando que pequeños cambios a nivel local pueden llevar a una mudanza en el gobierno del ente provincial.

Ahora, de nuevo, el resultado en la ciudad de Vigo y su área será clave (el partido judicial elige 11 diputados y diputadas). También lo será el de Pontevedra, que elige 7 representantes y donde en 2023 el PSdeG se quedó a poco más de 800 votos de hacerse con el último escaño obtenido por el PP y que decidió la mayoría en la Deputación.

Sin embargo, también fuera de las ciudades el gobierno de la Deputación está en juego. Parece difícil que el reparto cambie en Lalín, A Estrada y Ponteareas, pero todo está abierto en Cambados, que abarca todos los ayuntamientos de O Salnés y, sobre todo, en Tui. El partido judicial tudense, que comprende todo el Baixo Miño, se decidió en 2023 por apenas dos mil votos, que separaron al PSdeG del último escaño, que fue a manos del PP.

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La Deputación provincial de Ourense es la única en la que la izquierda no ha gobernado nunca. En 2023 el PP mantuvo su control gracias a los tres diputados de Democracia Ourensana, que hizo valer el extraordinario resultado obtenido por Gonzalo Pérez Jácome en la capital provincial. Los populares, con 12 escaños, están a uno solo de la mayoría absoluta, pero PSdeG y BNG —con 10 representantes— necesitan apenas que un par de escaños cambien de manos para superar a la formación liderada por Luís Menor.

En Ourense, la mayor parte de los partidos eligen uno o dos escaños, por lo que en la mayoría de ellos las mayorías están muy asentadas y parece difícil que haya cambios. Con todo, en 2023 el PP estuvo cerca de hacerse con el segundo escaño en Ribadavia (que perdería el PSdeG) y en O Carballiño también se quedó a poco más de 1.300 votos de alcanzar un escaño más.

La clave parece, una vez más, el partido judicial de Ourense, que elige 15 de los 25 escaños de la Deputación. En 2023 el PSdeG estuvo cerca de alcanzar un escaño más que finalmente fue para el BNG, pero los grandes cambios dependerán, sobre todo, de lo que suceda en la capital provincial y de la incógnita que siempre supone Democracia Ourensana, que gobierna la ciudad. Todo puede pasar: desde un ascenso de la izquierda hasta una mayoría absoluta del PP.

En las elecciones locales que se celebrarán en la primavera de 2027 se renovarán los gobiernos municipales de los 313 ayuntamientos gallegos, pero los principales partidos ponen el foco en varias piezas mayores que son, en gran medida, las que determinarán el éxito o el fracaso en unos comicios que, además, precederán a las elecciones al Parlamento gallego. Las claves estarán, sobre todo, en el control de las siete ciudades —en la actualidad la izquierda gobierna cinco de ellas, el PP en Ferrol y DO en Ourense— y también en las cuatro diputaciones.